Probablemente todas nosotras hayamos crecido con la idea de que un príncipe azul llegaría en cualquier momento a rescatarnos en su caballo. Un poco fantasioso, ¿no? Con los años la vida nos demostró que la realidad y la ficción tenían muy poco en común.

Las bajas temperaturas del invierno limitan la cantidad de actividades que pueden hacer los niños al aire libre. Sus pequeños rostros de aburrimiento acompañados de un "mami, estoy aburrido", nos obligan a tener una agilidad mental para encontrar rápidamente una actividad que les interese. ¿Acaso has intentado hacer que lean un libro? Te sorprenderías de saber cuántos niños desarrollan su gusto por la lectura y se vuelven amantes de los libros.

Sin dudas los conocés a todos -y probablemente hayas leídos a varios de ellos - pero nosotras necesitábamos asegurarnos. La literatura nacional ha sido premiada y reconocida a nivel mundial por sus grandes autores de altísimo nivel. En este artículos seleccionamos los 7 autores argentinos que sí o sí tenés que leer.

La idea de fomentar la lectura entre padres y chicos resulta interesante, pero más aún cuando se hace mediante el juego. Somos los adultos los que tenemos la responsabilidad de inculcarles a los chicos el hábito de leer y ¿qué mejor que hacerlo con ellos y de manera divertida?

Cuando pensamos en cuentos para niños, seguramente nos imaginamos historias suaves y sanas con un final feliz en el que los buenos de la historia triunfan, ¿no? Sin embargo, las versiones originales de muchos de los cuentos que les lees a tus niños antes de dormir, son algo más macabras y horripilantes de lo que pensabas; y claramente, el "vivieron felices para siempre" no aparece en estas historias. ¿Quieres conocer cuáles son las verdaderas versiones de cuentos infantiles que no querrás contarles a tus hijos?

Me encanta leer y es un hábito que inculco en mis hijas. Yo recuerdo emocionarme de niña con las historias del “Libro de la Selva”, de Rudyard Kipling o “20.000 leguas de viaje submarino”, de Julio Verne y otras tantas que me abrieron el apetito por conocer lugares, gentes, y sobre todo despertaron mi imaginación.