Episodio tras episodio, Gus Fring se ganó nuestro odio. Este líder del imperio de la droga le hizo la vida imposible a nuestro protagonista y antihéroe por excelencia, Walter White, y su muerte fue celebrada en todos los rincones seriéfilos del mundo.

El mundo del espectáculo no es para todo el mundo. Es que eso de horarios alocados, producciones que te alejan de casa durante meses, estar bajo la mira pública a toda hora y tener que hacer incontables audiciones que ponen a prueba tu autoestima y tu ahínco no es nada fácil.

Si hay algo que Sean Bean sabe interpretar es su muerte. El actor es conocido como uno de los que más veces le ha dicho «adiós» a este mundo en la gran pantalla; superado únicamente por John Hurt. Considerando el fallecimiento de éste y que, estadísticamente, a Bean le quedan años de vida, es lógico que pronto lo supere.

Los padres actores pronto descubren que, a pesar de pensar que tienen un trabajo genial, sus hijos no los ven de esa manera. De hecho, hay quienes no logran apreciar la grandiosidad de sus padres hasta cierta edad, pues sus papeles suelen estar reservados para películas no aptas para niños.

El clásico La Laguna Azul marcó la infancia y adolescencia de miles de personas. Casi 40 años después de su estreno, la película continúa causando sensación en todo el mundo. Además, suele ser repetida en las televisoras como la clásica "cinta palomera" de domingo.

Cuando Adrien Brody ganó el Oscar, parecía que se había quitado un peso de encima. Saltó hasta el escenario, tomó a Halle Berry (la presentadora) en sus brazos y le plantó un beso emocionado. Quien se hubiera puesto en sus zapatos, probablemente hubiera hecho lo mismo.