Es cierto que ya todos sabemos que por suerte el vino tinto es muy beneficioso, ya sea para el corazón, como para protegernos de distintos tipos de cáncer y demás beneficios para el cuerpo humano, pero ahora parece que también el consumo de vino blanco puede ayudarnos a mejorar la salud.

En estos momentos la moda es que se debe ser amigo de la naturaleza y colaborar con el medio ambiente, lo cual me parece bárbaro y es algo que se está implementando cada vez más en distintos sectores. En el caso del mundo del vino, es un ambiente que no se ha quedado atrás, y cada vez más bodegas están intentando ser verdes, pero no solamente en apariencia sino realmente verdes.

Ahora me estaba fijando en el nuevo tipo de publicidad que están realizando las empresas de vinos para poder atraer más clientes a sus productos, y me encontré con una que es realmente interesante y reconozco que ha dado en el clavo.

Me parece genial que algunos materiales que ya no se usan y que generalmente se mandan directo a la basura sean vistos como posibles materiales para crear nuevos productos. En este caso se trata de la visión de Chris Deffenbaugh, quien vio en un viejo barril de roble de una bodega la posibilidad de convertirlo en un buen botellero para vinos.

La verdad que esta noticia es algo que me alegra mucho y me predispone de buen humor, porque une dos pasiones mías como ser el vino con el mundo del cine. Se trata de una serie de documentales realizados sobre ocho bodegas de gran nivel de Europa.

Parece que siguen encontrándose beneficios que produce el beber de modo moderado vino. La verdad es que es una muy buena noticia porque cada beneficio se suma al anterior y eso hace que el vino sea cada día una mejor bebida. Un nuevo estudio realizado por el catedrático de Psiquiatría Enrique Rojas ha demostrado que el vino es bueno como antidepresivo.