La verdad que esto no es algo muy alegre y es una lástima que suceda porque al final todos somos engañados y no es justo cuando uno compra un producto pensando que es una cosa y termina siendo otra.
No se puede creer nada de lo que dicen las etiquetas chinas

Me refiero a los vinos que se producen en China, los cuales no explicitan nada en sus etiquetas y por lo tanto el consumidor no sabe si está bebiendo de hecho un vino o un jugo de frutas o agua con colorante y alcohol, entre otras opciones de inventos que se pueden llegar a hacer.
Esto genera problemas, porque son varias las trampas que se han escuchado de ese país, como ser la mezcla en una misma botella de dos tipos diferentes de vinos, para economizar, así como el uso de vino que se compra al por mayor y no viene embotellado sino que se puede mezclar sin problema con otras sustancias.
En China solamente se produce un 20% de vino en relación a l 100% que se consume, por lo que el 80% restante es vino importado de una pésima calidad. De este modo uno no sabe nada acerca del año de producción del vino, ni la cantidad de alcohol que contiene ni la calidad del vino en sí mismo.
Por lo tanto, no podemos creer nada de lo que dice en las etiquetas porque es muy probable que nos estén mintiendo. Esperemos que se encuentre una solución a este problema que es una gran estafa para todos.
Vía | washingtonbureau







