Cada tipo de piel debe ser cuidada en forma diferente, y según la edad de cada persona, el rostro necesita más o menos cuidados.

Hemos hablado en VivirSalud de la importancia del cuidado de nuestras piernas, sobre todo en épocas en que las ganas de mostrar son más.

La psoriasis es una enfermedad muy común, es crónica y se caracteriza por la presencia de pápulas y placas secas bien definidas. Afecta mayoritariamente a la población blanca, y se puede desarrollar a cualquier edad.

Es en el verano cuando nuestro cuerpo se ve más expuesto. Tomamos sol, salimos con faldas, usamos camisas de manga corta, y todas las telas de las prendas son más livianas y "dejan ver más". Y una de las partes que más se muestra en verano son las piernas.

Ocurre muy seguido que al levantarte, así, sin previo aviso, de repente te topas en el medio de tu frente, al costado de tu nariz o en tu barbilla con un intruso de borde rojo y de centro blanco que te mira inerte y cómodo, casi que riéndose de ti.

Nuestra piel es un importante reflejo de nuestra salud. Ver a una persona con una piel deteriorada no siempre es síntoma de vejez, sino que detrás de ella puede haber una pésima alimentación, falta de nutrientes, tabaquismo, ausencia de actividad física, entre otros tantos factores vinculados a una vida saludable y plena.