El personaje más querido de la saga Scooby Doo no sólo está rompiendo Internet gracias a la petición de los fans para verlo en Mortal Kombat 11. De manera oficial se ha confirmado que Shaggy será papá, ¡formará una familia junto a su compañera Velma!

Wytches es una miniserie de seis entregas escrita por Scott Snyder, ilustrada por Jock y editada por Image en 2014. Este cómic de terror se centra en la familia Rook; Charlie, su esposa Lucy y su hija adolescente Sailor; y los extraños y escabrosos acontecimientos que ocurrieron tras su mudanza al pueblo de Litchfield.

Actualmente, el cómic de terror es un género que se ha tornado un tanto repetitivo al apelar a la violencia visual y el gore para causar impacto en el lector. Este efecto es visto igualmente en el cine, donde las películas de terror «pasajeras» aprovechan del impacto visual de la violencia –como en la franquicia Saw–, o de la técnica jump scare, donde la audiencia es sorprendida con sonidos fuertes o imágenes que aparecen abruptamente en la pantalla –como es el caso de la franquicia The Conjuring–.

Edgar Allan Poe es uno de los autores más reconocidos y respetados en la historia de la literatura universal. Maestro del relato corto y creador de la novela policiaca, tanto su prosa como su poesía figuran entre las obras que han trascendido su época para arraigarse para siempre en la cultura popular de varios países, así sean o no angloparlantes.

Stephen King es un autor que a estas alturas ya no necesita presentación. Apodado «King of Horror» (Rey del Horror) no solo por la enorme cantidad de sus obras –entre las que se incluyen más de 50 novelas, cientos de relatos cortos, guiones para cómics, películas y miniseries– sino por crear su propio multiverso que vincula cada una de sus creaciones, casi siempre –aunque no exclusivamente– ambientadas en el estado de Maine, donde King nació y creció.

Los cómics de terror fueron una tendencia que surgió en Estados Unidos a fines de la década de los 40, ya que por esa época los relatos sobre guerra estaban perdiendo su público y los superhéroes estaban en una pausa embrionaria. Fue así que las ficciones de fantasía y horror se convirtieron en la base de lo que sería el despertar de la ciencia ficción de la Era Atómica.