Las series buenas, además de gratos recuerdos, suelen dejar con su paso un montón de dudas por resolver, momentos y elementos ambiguos que podían tener más de una explicación, así como también grandes escenas y personajes insuperables, está claro.

Los fanáticos de The Walking Dead estamos expectantes ante el regreso de la temporada 5, el próximo 8 de febrero. Pero hay algo maś a lo que estamos atentos y nos genera mucha intriga: el spin-off de The Walking Dead, cuyo piloto será estrenado este año.

La cadena que supo ostentar algunas de las series más masivas, populares y aclamadas de los últimos años –The Walking Dead, Breaking Bad, Mad Men– no ha tenido mucha suerte con sus nuevos intentos por cautivar a la audiencia, y sus series más recientes –Low Winter Sun, Turn, Halt and Catch Fire– han pasado generalmente desapercibidas, en el mejor de los casos.

Con la temporada 5 de The Walking Dead dividida en dos partes, los responsables de la serie pueden darse el gusto de incluir en ella un episodio que funciona casi como un mini final de temporada –el último de la primera mitad– y luego otro que recibe una expectativa y una atención digna de un estreno.

Pasar 5 años combatiendo zombies y atravesando las situaciones límites más extenuantes y trágicas imaginables, pueden hacer que un hombre cambie de manera considerable y significativa, tanto física como espiritualmente.

Tras los acontecimientos vividos en la mid season de la temporada 5 de The Walking Dead, seguro que muchos fanáticos están expectantes de lo que nos tienen que ofrecer los nuevos episodios.