Ya quedó atrás la acción sin pausa típica de un arranque de temporada, por lo que volvemos a ver capítulos que basan gran parte de su peso en diálogos y escenas para pensar.
The Walking Dead: lo que no es secreto, es confesión [Crítica 5x02]

"Strangers", el segundo capítulo la temporada 5 de The Walking Dead, fue una nueva muestra de cómo Kirkman reafirma su plan de llevar la serie por el lado de las relaciones interpersonales, cosa que en este caso, (nuevamente) juega un papel importante de cara al futuro.
Olvidar y seguir...
Eso pareció ser el argumento sobre el que giraron varias charlas privadas entre los miembros del grupo: por un lado Rick y Carol, sobre lo sucedido en el episodio "Indifference" de la temporada anterior, cuando él decidió expulsarla tras las muertes de Karen y los demás. Por otro, la propia Carol intentando evadir las preguntas de Daryl, mientras Tyresse se muestra como su nuevo confidente, ocultando además lo sucedido con Lizzie y Mika. Pero además, la propia Tara no pierde oportunidad de purgar culpas, comentando a Rick sobre su experiencia en el grupo del Gobernador (cosa que sobre el final del capítulo hará también con Maggie).
Y cuando decidimos no guardarnos esos secretos, todo se vuelve confesión... Algo que "casualmente" (bueno, nunca hay casualidades cuando existe un guión de por medio) nos lleva al encuentro con un personaje muy esperado y comentado desde el final de temporada anterior: el padre Gabriel Stokes.

Durante las primeras escenas, como espectadores no podemos dejar de lado nuestras dudas y prejuicios, ya que ni siquiera un siervo de Dios puede hacernos bajar la guardia tras los encuentros previos con otros sobrevivientes a lo largo de estos años.
La primer frase que nos impacta de éste es " no tengo armas de ningún tipo. La única protección que necesito es la palabra de Dios", cosa que significa que o bien no ha debido enfrentarse a lo mismo que el grupo principal, o bien nos miente en la cara mientras oculta su pasado convenientemente... Cosa que se potencia con otra frase: " soy un pecador. Peco casi todos los días. Pero esos pecados los confieso a Dios, no a extraños". ¿Suficiente material para hacernos dudar de él? Aunque claro, Rick y los suyos no se quedan atrás en este aspecto.
No importa lo que pienses, o cómo te sientas: nunca estás a salvo
De todas maneras, ya en la iglesia del padre Gabriel podemos ver una importante charla entre Rick y Carl, que resume bastante la situación del grupo: " No importa lo que pienses, cuánta gente te rodeé o qué tan despejado se vea el lugar... Tú no estás a salvo. Sólo toma un segundo... Un segundo, y todo se acabó. Nunca bajes la guardia".
Ver también: Las muertes más macabras en The Walking Dead
Claramente, eso podría ser algo que dijese Shane en su momento, dentro de su paranoia y su mentalidad sobre la "supremacía del más fuerte". Pero saliendo de Rick, podemos notar el cambio. Cambio que contrasta con el ahora más compasivo Carl, quien acota que " si somos tan fuertes, ya no debemos tener miedo". Interesante cambio de roles, que habrá que ver cómo continúa.
Bob... ¿El nuevo Dale?
El otro mini-arco que podemos destacar en este episodio es el que protagoniza Bob, un personaje que no existe en el cómic, pero que parecería ser el elegido para (lamentablemente para él) acabar como Dale, en las viñetas.

Todo comienza en un chequeo de rutina a un banco de comidas, en el que Gabriel prometió alimentos, a los que no podría llegar solo por estar lleno de caminantes. La situación parecía controlada, puesto que los caminantes estaban atrapados en un pozo con agua... Pero de un momento a otro el combate los obliga a bajar a rescatar al religioso. A su vez, cuando todo parecía resuelto un caminante ataca por sorpresa a Bob, y el agua no deja ver una posible mordida (aunque despierta la intuición, con las siguientes escenas).
Ya de regreso en la iglesia, un brindis tras la cena nos muestra al grupo aceptando la idea del viaje a Washington, escoltando a Eugene "el salvador", y a un emocionado Bob retirarse lentamente hacia el bosque. Lugar donde será asaltado por un encapuchado, mientras llora.
Paralelamente, Carol y Daryl se embarcan en la persecusión de aquél coche en el que vimos desaparecer a Beth, en la temporada anterior. Pero ¿cómo terminará todo esto?

Por lo pronto, la escena final nos vuelve a mostrar a Bob. Pero esta vez atado a un poste, mareado, y con un Gareth que interpreta perfectamente el rol de los "cazadores" que vimos en el cómic, ya que ahora que Terminus no existe como refugio, a eso se ven obligados para sobrevivir. Aunque no quieran.
Ah, claro... Luego vemos que le han arrancado una pierna, y que el grupo de cazadores come sus trozos de carne mientras el pobre Bob entra en shock. Algo que a quienes llevamos al día la versión impresa, nos trae gran nostalgia, por una de las mejores escenas que hemos visto. Pero cuidado, que cuando las cosas empiezan como en el cómic, en la serie no siempre terminan exactamente igual...
Puntaje: 7.5/10
Tal vez un capítulo "flojo" para quienes buscan acción pura y dura, pero para los fieles a la historia original, la introducción a Gabriel y los cazadores sin dudas representa un sinfín de posibilidades, que esperamos sean bien desarrolladas en lo que queda de temporada.
Un capítulo que nos pone los pies sobre la tierra, y nos prepara para una nueva guerra, con villanos que por momentos, nos dan más miedo que el propio Gobernador.
¿Cómo viste este segundo episodio en la quinta temporada de The Walking Dead?









