Con mucha frecuencia hablamos de plantas medicinales —y de hecho se trata de uno de los temas más recurrentes de este blog—, haciendo referencia a sus beneficios, propiedades y utilidad en medicina alternativa, concretamente en fitoterapia. Con menos frecuencia, aunque sin ningún motivo definido, hablamos de algas. Hoy es la excepción.

El Fucus es una planta (más bien debería decir alga) medicinal oceánica que destaca por ser una de las algas más utilizadas a nivel medicinal. Sus usos se remontan hasta hace dos siglos, cuando se la utilizó como ingrediente fundamental para crear el yodo y para tratar el bocio, enfermedad común en esa época y existente hasta el día de hoy.

Agar-agar es un extracto de color blanco-crema que se encuentra a partir de distintos tipos de algas rojas y es excelente para regular el tránsito intestinal, para el colesterol, la diabetes y para prevenir el sobrepeso.

La Espirulina es el cultivo de una microalga; esta es un complemento alimentario del que se puede aprovechar su alto contenido en proteínas, aminoácidos, vitaminas, ácidos grasos esenciales, y sales minerales. Se cultiva en Estados Unidos, Canadá, China y Japón.

La Talasoterapia es una de las terapias alternativas que se están poniendo más en boga a día de hoy. Los efectos de las riquezas del mar sobre nuestro organismo son considerables, y no son pocos los centros de talasoterapia que trabajan a lo largo del mundo entero brindándole su servicio a los pacientes.