En los últimos meses, en redes sociales ha crecido la popularidad del término DINK, siglas de Dual Income No Kids, es decir, "doble ingreso, sin hijos", un estilo de vida que aparentemente proporciona más libertad, económica y beneficios a parejas jóvenes.
DINK: qué hay detrás de este estilo de vida que se comenta por redes sociales
"Doble ingreso, sin hijo". La etiqueta se ha popularizado en redes sociales por las publicaciones de parejas que presumen de este estilo de vida. Pero, aunque parece tener algunas ventajas, no todo es ganancia. Acá te explicamos qué es y cuales son las ventajas y desventajas del estilo DING.

En TikTok las publicaciones de parejas que se autopromocionan y celebran como DINK son vistas por millones de usuarios y generan gran debate. Solo en esa plataforma la etiqueta #DINK supera los 205 millones de visitas.
El término no es nuevo. Fue acuñado por primera vez en 1987 por el diario Los Angeles Times cuando los investigadores detectaron que el estancamiento de los ingresos disuadía a los futuros padres de formar una familia.
Pero, aunque se trata de una elección propia, basada en buena parte en el componente económico, ¿compensa no tener hijos?
Un informe de la Oficina del Censo de Estados Unidos de 2021 (basado en datos de 2918) reveló que, si bien los adultos mayores sin hijos tienen un patrimonio neto personal medio más alto en comparación con los padres mayores, también están asociados con una mayor tasa de pobreza.
Gente DINK que defiende una vida sin ataduras
Heraldo Uribe, un vendedor de autos australiano, se sometió a una vasectomía a sus 34 años para tener una vida sin hijos. Su pareja Indi, maquilladora en Sidney de 25 años, lo apoya. Ambos se definen como DINK.
"Quiero tranquilidad y los niños son ruidosos", declaró Indi, citada en un reporte del diario New York Post.
"Hablamos de niños en los primeros meses de noviazgo, así que sabíamos que estábamos en la misma onda", comentó Indi al Post añadiendo que ambos pensaban que los niños eran "caros".
Aunque muchos de sus familiares y amigos se sintieron algo decepcionados por su decepción de no tener descendencia, para ellos se trata de un sueño en el que tienen la libertad de despertarse e ir juntos al gimnasio antes de ir a trabajar y luego pasear a sus perros por la noche antes de cenar.
Los costos económicos de no tener hijos
El estilo de vida DINK, sin embargo, no es para todos. Muchos factores intervienen en la decisión de tener hijos o no.
La ventaja más obvia del estilo de vida DINK es hacer frente a menos responsabilidades financieras, ahorrando en alimentación, estudios y manutención en general de los hijos. En teoría, ello permite un presupuesto más holgado que puede utilizarse en alimentar fondos para un futuro o al gasto en diversión.
Según el la Oficina del Censo de EEUU, la mediana real de ingresos de hogares fue de $70,784 en el 2021.
Pero vivir solos también tiene su precio. Es posible que el dinero extra ahorrado sea mucho más necesario en el futuro para una pareja DING que para una pareja tradicional con hijos.
Los adultos mayores sin hijos son más propensos a necesitar cuidados remunerados a medida que envejecen, como trasladarse a una residencia de larga duración o contratar a un cuidador para que les ayude, indica un reporte del Daily Mail.
Algunos expertos sostienen que las parejas que renuncian a la paternidad pueden salir perdiendo a largo plazo, ya que no podría acceder a ayudas fiscales y cuidados posteriores.
Roger Gewolb, experto en finanzas personales, citado por el Mail, expone: "Por supuesto, no tener hijos supone un beneficio económico inmediato. Pero más adelante es importante pensar en los cuidados posteriores y en quién cuidará de ti cuando seas mayor".
Las desventajas emocionales del estilo DINK
Aunque muchos que se asumen como DINK postean foto y videos yendo de compras, tumbados en una cama o disfrutando de viajes en pareja, hay costos tanto emocionales como económicos asociados a este modo de vida.
Estadísticamente abstenerse de tener hijos no garantiza la longevidad romántica, indica el reporte del Post, que refiere algunos estudios socialógicos según los cuales las parejas sin hijos se divorcian más a menudo que las que sí los tienen.
Otro estudio de 2018 citado por el mismo diario revela que tener hijos puede aumentar la felicidad, siempre que los padres puedan permitírselos.





