Los niños deben ingerir menos de 6 cucharaditas de azúcar añadida al día, recomiendan científicos

El alto consumo de azúcares añadidos puede causar obesidad y alta presión. Actualmente, niños y adolescentes llegan a consumir 43 gramos de estos azúcares en dulces.

Las gaseosas son algunas de las bebidas que son endulzadas con azúcares añadidos.
Las gaseosas son algunas de las bebidas que son endulzadas con azúcares añadidos.
Imagen Justin Sullivan/Getty Images

Los niños entre los 2 y 18 años deben ingerir diariamente menos de seis cucharaditas de azúcar añadida, lo que equivale a 25 gramos, según lo recomendaron científicos en una publicación en la revista Circulation de la Asociación Americana del Corazón.

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"La evidencia actual apoya el vínculo entre los azúcares añadidos con un incremento en la adiposidad (...) y dislipidemia, que han demostrado ser factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares", concluyeron los científicos liderados por Miriam Vos, experta en nutrición y profesora asociada de la escuela de medicina de Emory University en Atlanta, Georgia.

Entre los riesgos por un consumo de azúcares añadidos mayor al recomendado también figuran la obesidad, que puede derivar en una resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, y la alta presión.

"La introducción de azúcares añadidos durante la infancia es particularmente dañino y debe ser evitada", agregaron los científico.

Esta recomendación sobre la ingesta de 25 gramos de azúcares añadidos por día se encuentra en el medio del rango sugerido por el Comité Asesor de Guías Alimentarias de Estados Unidos, que estipuló a inicios de 2015 que solo entre el 4% y el 6% de las calorías consumidas deben provenir de este tipo de azúcares, o de 4.5 a 9.4 cucharaditas al día.

Los niños menores de dos años no deben consumir azúcares añadidos, agregaron, especialmente porque en esa etapa se va desarrollando el gusto por los alimentos y es preferible que opten por los naturales.

Los azúcares añadidos incluyen todos aquellos usados como ingredientes en comidas procesadas y preparadas, o los que se ingieren por separado o son agregados a las preparaciones en la mesa, como por ejemplo el azúcar blanca y la miel.

La publicación detalló que niños y adolescentes llegan a consumir 43 gramos de azúcares añadidos en dulces, 17 gramos en gaseosas regulares y 12.9 gramos en bebidas deportivas.

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"Los niños que comen muchos alimentos cargados con azúcares añadidos tienen a comer menos alimentos saludables, como frutas, vegetales, granos enteros y productos bajos en grasa que son buenos para su salud cardiovascular", agregó Vos.

"Ha habido poca claridad y consenso respecto a qué cantidad de azúcares añadidos es considerada segura para los niños, por lo que siguen siendo un ingrediente añadido comúnmente en los alimentos y bebidas. Y el consumo general por parte de los niños sigue siendo alto, un típico niño estadounidense consume cerca del triple de la cantidad de aúcares añadidos recomendada", concluyo.