Con más de 30 años de experiencia en terapia cognitiva a sus espaldas, este doctor en psicología ha publicado 25 libros, entre textos técnicos y de divulgación. Conversamos con Riso (nacido en Nápoles, Italia, en 1951) por videoconferencia desde su casa en Barcelona (España).
“Ser valiente no es no tener miedo, es enfrentarlo muerto de susto”: entrevista con el psicólogo Walter Riso
El psicólogo ítalo-argentino Walter Riso, una de las voces más conocidas en el mundo hispanohablante, ofrece en su última obra, titulada "Más fuerte que la adversidad", herramientas para salir airosos de estos tiempos difíciles. Su tesis: el sufrimiento puede ayudarnos a descubrir fortalezas interiores hasta el momento desconocidas.
Muchas personas están perdiendo la paciencia tras casi un año de pandemia y todo lo que conlleva. ¿Qué decirles?
Últimamente hay un efecto montaña rusa que produce mucha fatiga emocional. La mente se ilusiona con expectativas positivas (del tipo ‘esto se va arreglar’; ‘la vacunación está en marcha’), y luego surge algo (una nueva variante más contagiosa, un retraso en la campaña de vacunación, por ejemplo) y se desploma. Pasamos de la ilusión a la decepción, y cuando eso sucede entramos en la desesperanza, que es la prima hermana de la depresión. Para pelear con ella hay que sacar el lado más fuerte, el más guerrero.
La mayoría de los pacientes me dicen que han descubierto que son más fuertes de lo que creían: es una situación que te puede ayudar a sacar descubrir esa fuerza. Las personas inseguras que se han instalado en un espacio cómodo nunca sabrán cuáles son sus verdaderas fortalezas.
¿Qué otros aprendizajes nos trajo la pandemia?
Tenemos que observarnos a nosotros mismos, decidir qué es importante y prescindir de cosas que creíamos que eran imprescindibles.
Algo muy importante es aprender a separar lo que depende de ti y lo que no. ¿Depende de mí que el virus desaparezca? No. ¿Qué depende de mí? Tener autocuidado, organizar mi ambiente, crear un microclima de paz, no estar con gente fatalista pero tampoco demasiado optimista, porque te hace bajar la guardia y crear ilusiones irracionales.
Uno no puede perder la curiosidad en una situación así. Entonces pierdes el asombro y eres como una planta. Si nos hubiesen educado con curiosidad habríamos aprendido a explorar. Esta situación es una invitación a explorar.
El aburrimiento puede ser una perla, entonces, que nos regala la pandemia
Por supuesto. Aburrirse es delicioso, pero muchos no saben hacerlo. Y el ocio, que espolea la creatividad. No sabemos hacer pereza, nos sentimos culpables porque nos enseñaron a ser productivos. Pero el aburrimiento puede ser creativo. El fenómeno 'eureka' suele aparecer en momentos de aburrimiento, cuando el cerebro no tiene nada que hacer. Caminar sin rumbo, bailar por bailar. Recuerdo un maestro indio al que preguntaban por el sentido de la vida, y él decía 'la vida es bailar'. Cuando bailas no vas a ningún lado.
Vivíamos en modo multitarea, en piloto automático, y de repente el mundo se paró y la mirada tiene que cambiar. La vida es difícil. ¿Qué es lo que vas a aprender aquí? A sacar fortalezas. Esto es lo que me dicen los pacientes: 'soy más fuerte de lo que creía'.

Se refiere al sufrimiento como útil y necesario, y dice que tiene la misma función que el dolor, de aviso. ¿Puede explicar esto?
Hay un sufrimiento útil y otro inútil. Si estás en una relación que no funciona y no ha cambiado desde hace cinco años, este es un sufrimiento inútil. Pero si dejas a tu pareja el sufrimiento puede ser útil. Ponerle velas al sufrimiento es una locura, pero puede ser un aviso de que algo no está funcionando bien. Puede servir para darle un significado distinto a lo que está pasando.
También dice que el miedo corrompe. ¿Cómo canalizar el miedo que muchos sentimos estos días?
El miedo se vence afrontándolo. Los fantasmas asustan más de lejos que de cerca. Lo que no se puede hacer es evitar.
Con frecuencia hacemos anticipaciones catastróficas y nos equivocamos; somos muy malos adivinando y haciendo predicciones. Como dijo el filósofo Mintaigne, "mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron". Por eso lo ideal es enfrentarlo: sacar el guerrero interior. Hay gente a la que no le gusta el lenguaje bélico para esto, pero no estoy de acuerdo. Los médicos hablan el lenguaje bélico: esto es una guerra. Tenemos que luchar juntos solidariamente. Y recordar que en situaciones límite la gente hace cosas increíbles.
Hay gente que ve la vida como un lago, pero para mí eso es un error enorme. Para mí la vida es un río desbordado. Te tiran ahí y tienes que sobrevivir.
Eso es la autoeficacia…
Sí, eso es: la capacidad de creer que yo puedo alcanzar mis metas. Hay que asustar al miedo. Que venga y enfrentarlo. El miedo no te mata. De ahí la valentía. Ser valiente no es no tener miedo, es enfrentarlo muerto de susto.
No tener miedo es imposible. Hay que tener miedo, porque es adaptativo (si no tienes miedo al contagio, por ejemplo, tendrás conductas temerarias que te pondrán en riesgo a ti y a los tuyos) pero no un miedo que te desborde, sino la ansiedad necesaria para predecir cosas que puedan pasar.
Notas Relacionadas
Habla de nuestro potencial de ser más fuertes ante la adversidad y detectar fortalezas. Ahora que la pandemia ha incrementado la desigualdad en el mundo, y afecta además más a los más vulnerables, ¿no es la lucha social una gran fuente de fortaleza?
¿Qué depende de mí? Defender mis derechos, generar resistencia, desobedecer en algunos momentos también depende de mí. Si no hay desobediencia no hay cambio. Cualquier cambio incluye desobediencia. Eso forma parte de ser un guerrero.
Pasemos a otra emoción de la que habla en su libro: la tristeza. Muchos nos sentimos tristes ante la pérdida de seres queridos u oportunidades que ya no existen. ¿Cuál es el papel de la tristeza? ¿Está bien macerarse en los jugos de la tristeza un tiempo o hay que salir de ahí cuanto antes?
Lo primero es saber si realmente es tristeza, porque podemos confundirla con depresión, que afecta a todas las áreas de la vida y la persona tiene un sentido de autodestrucción del yo y le cuesta mucho hacer cosas. Con la tristeza estás a media máquina pero puedes funcionar. La depresión hay que tratarla. Es un cuadro difícil, y hay depresiones enmascaradas.
La tristeza cumple muchas funciones. Cuando uno está triste busca soluciones. La tristeza también es una manera eficiente de pedir ayuda (los ojos acuosos, las comisuras de la boca hacia abajo, son gestos que indican a los demás cómo nos encontramos). Cuando estás triste es importante buscar cosas placenteras y hacerlas, aunque ya no te apetezca; hacer ejercicio es crucial y también tener gente de confianza con quien hablar. También recomiendo escribir. No un diario, sino lo que se me ocurra porque los pensamientos negativos quedan plasmados en el cuaderno y esto puede convertirse en un feedback muy importante.
¿Qué caracteriza a una persona mentalmente sana, en su opinión?
La salud mental tiene que ver con la capacidad de disfrutar vida y no autocastigarse. Y el humor: la capacidad de reírse de uno mismo.
Las tres cosas que acercan a una persona a una vida lúcida creo que son, en primer lugar, saber separar importante de no importante (y algunas personas están logrando eso en la pandemia). A veces el sufrimiento es como un haz de luz que te muestra lo importante, porque lo que te duele es importante. En segundo lugar, saber volver prescindible lo imprescindible; creemos que hay cosas que son vitales, pero cuando vuelvo prescindible lo imprescindible nos libramos de los apegos. Y, en tercer lugar, aceptar incondicionalmente lo inevitable. Este es el secreto principal para vencer a la ansiedad.






















