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Covid-19 enfermedad

En un asilo de ancianos en Texas pasaron de 0 a 36 enfermos de covid-19 en un día y está ocurriendo en todo el estado

Algunos de los contagiados eran empleados que aún no se habían vacunado. El estado está viviendo un repunte que, nuevamente, ha obligado a muchos de estos centros a restringir las visitas y los residentes, personas de la tercera edad en muchos casos enfermos, terminan siendo los más afectados.
19 Ago 2021 – 02:17 PM EDT
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Hasta el 13 de julio de 2021, la casa de cuidado de ancianos Heartis Assisted Living and Memory Care en San Antonio, Texas, llevaba una racha de cuatro meses sin casos de covid-19. El último enfermo reportado a la Comisión de Salud y Servicios Humanos estatal había sido un residente. Pero la variante delta entró en la escena y el 14 de julio todo se salió de control: 10 empleados y 26 residentes contrajeron el virus. Entre los primeros, al menos cuatro no estaban vacunados, según reportes de prensa; entre los segundos, todos habían recibido las dosis.

Lo que ocurrió en este centro es una muestra de un problema en expansión: los casos de covid-19 por la variante delta están aumentando rápidamente en los asilos de ancianos en Texas. Y el incremento está ocurriendo en los espacios que ofrecen servicios de atención diaria —conocidas como assisted living facilities— pero también en los que prestan servicios médicos — nursing facilities.

Según medios locales, después de aquel contagio en Heartis San Antonio, el personal y los residentes han sido sometidos a pruebas de detección de covid-19 semanales y a evaluaciones médicas diarias. Además, explicaron, sus "protocolos de mitigación" incluyen cuartos de aislamiento y días de descanso pagos para los empleados contagiados. No mencionaron entonces si también exigirían que sus empleados se vacunaran. Univision Noticias intentó conversar sobre estos temas con los encargados de este centro, pero no obtuvo respuesta.

Heartis se encuentra en la ciudad de San Antonio, cuyas autoridades califican el riesgo de contagio de covid-19 como "severo" al tener un aumento de casi 30% en los enfermos en las dos últimas semanas. Está además en el condado Bexar, el cuarto con mayor número de enfermos en Texas y el tercero por muertes.

Cuando ocurrió ese brote en Heartis San Antonio, poco más de la mitad de los empleados de casas de cuidado (56%) en Texas se había vacunado completamente, una cifra que se encuentra por debajo del promedio nacional de 59%. Ese porcentaje ponía entonces al estado en el puesto número 33 —de 50 que tiene Estados Unidos— por su tasa de inmunización al personal que trabaja en centros de cuidado de personas de la tercera edad.

En Texas, hasta ahora, cada centro de ancianos había decidido si poner en vigencia mandatos de vacunación, así que es probable que en algunos de ellos aún no sea obligatorio inmunizarse. Sin embargo, este miércoles el presidente Joe Biden ordenó al Departamento de Salud y Servicios Humanos que elabore nuevas regulaciones para imponer la vacunación entre los empleados como condición para que los hogares de ancianos sigan recibiendo fondos federales de Medicare y Medicaid.

"Si visita, vive o trabaja en un asilo de ancianos, no debería correr el riesgo de contraer covid-19 como consecuencia de empleados no vacunados", dijo desde el mandatario la Casa Blanca al hacer el anuncio. "Si bien estoy consciente de que mi autoridad en el gobierno federal es limitada, seguiré buscando formas de mantener a las personas seguras y aumentar las tasas de vacunación".

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Gobierno de Biden ofrecerá refuerzo de vacunas a partir de septiembre

"Pueden infectarlos"

Marcia G. Ory, directora del Centro para Salud y Envejecimiento de la Población de la escuela de Salud Pública de la Universidad A&M de Texas, explica por qué es "muy importante" que el personal en centros de cuidado de ancianos esté vacunado.


Dice que la mayoría de los residentes de asilos —con necesidad de atención 24/7 en muchos casos— fueron vacunados en enero o febrero: "Han pasado seis meses y no sabemos por cuánto tiempo les ayudará la vacuna. Se cree que la vacuna probablemente tiene menos impacto en las personas mayores porque ya tienen un funcionamiento inmunológico reducido. Así que es importante tener al personal de las casas de cuidado vacunado porque pueden entrar e infectarlos".

Luego, explica que cuando ocurre un brote, las puertas de los asilos se cierran y con ello se impacta la calidad de vida de sus residentes: "No podrán ver a sus hijos, estarán mas aislados socialmente, estarán menos propensos a estar activos físicamente y cognitivamente tendrán más probabilidades de sufrir".

"Hace 18 meses no teníamos una solución para frenar este problema que es el covid-19. Ahora, en agosto de 2021 tenemos una solución: vacunarse. Debemos tomarla", asegura.

Para la investigadora, a falta de un mandato de vacunación en Texas, muchos gerentes de asilos se han negado a imponer la inmunización para evitar que su personal, molesto, renuncie y se vaya a otros centros donde la vacuna no sea requerida. Sin embargo, recuerda que las opciones para los trabajadores de la salud antivacuna se van reduciendo en ciudades texanas, como Houston, donde los hospitales, por ejemplo, están exigiendo a sus empleados la vacunación.

Ory considera que a los encargados de estos centros debería preocuparles más la decisión de una familia de retirar a su ser querido de ese lugar porque consideran que puede estar expuesto al covid-19 por la falta de inmunización del empleado que lo atendería a diario. "Creo que tener una política que diga a su personal que 'no necesitas estar vacunado' daña a los pacientes de las casas de cuidado, al resto del personal que podría infectarse y a quienes le esperan en casa cuando vuelve... y ahora sabemos que los niños están en riesgo".

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Los casos y las hospitalizaciones por la variante delta representan casi el 90% entre menores de 12 años en EEUU

"Es como si me pasara a mí"

El señor Díaz* tiene a su madre en un nursing home en El Paso, Texas, desde hace dos años y medio. En julio del año pasado, lo llamaron para informarle que ella, una paciente de 99 años con demencia, se había infectado de covid-19. "Me preocupé cuando me dijeron: 'Su mamá acaba de salir positiva'". Y ella no era la única. El centro, que él prefiere no mencionar, vivía un brote y todos los contagiados fueron aislados en un espacio.

Semanas después la madre se recuperó y volvió a su habitación, pero a los familiares solo les permitían verla a través de una ventana: "Hasta la fecha estamos todos muy sorprendidos por su recuperación". Un año después, volvieron a permitir visitas familiares y en julio celebraron con mariachis, pastel y música los 100 años de la mujer. "Ella estaba feliz, bailando en la silla de rueda, cantando y todo", recuerda Díaz.

Tres semanas después de aquella pachanga, la contagiosa variante delta volvió a cerrar las puertas de este asilo y encendió las alarmas en esta ciudad fronteriza que ya vivió el peor repunte el año pasado, con morgues y hospitales sin espacio para tantos muertos y enfermos.


"Ahora solo yo puedo visitarla", lamenta Díaz al reconocer la necesidad de socialización de su madre.

Para entrar, le exigen estar vacunado, le chequean la temperatura y le piden llevar faceshield y mascarilla N95, "no aceptan cualquiera" . Asegura que está confiado porque le han explicado que las reglas que él debe cumplir, cuentan también para el personal que atiende a su madre, incluida la vacunación.

"Para mí es sumamente importante que quien atienda a mi mamá esté vacunado, es 100% un requisito. Me dijeron que todo el personal lo estaba porque el covid-19 se dispara muy rápido en espacios cerrados y especialmente entre las personas de más edad". Díaz considera que quienes trabajan en un asilo de ancianos deberían cuidarse incluso más que los familiares de los residentes porque, de contagiarse, pueden enfermar a los pacientes y a muchas más personas.

No sabe qué haría si hubiera un nuevo brote de covid-19 en el asilo donde duerme su madre como consecuencia de un empleado sin vacuna. Él, en nombre de quienes tienen familia en estos centros, solo puede decir que "mi madre es todo para mí. Ella me cuidó de chico y ahora me toca a mí hacer lo mismo. Ella es parte de mi ser y si algo le pasara a ella es como si me pasara a mí".


*Pidió usar solo su apellido.

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