La orca que cargó por 17 días a su cría muerta está ayudando a muchas madres que perdieron bebés a sobrellevar su duelo

Metáfora del dolor que implica pérdida de un hijo, la historia de Tahlequah también habla de resiliencia, solidaridad y coraje. Además viene a reafirmar algo que ya se intuía: el duelo no es exclusivo de los humanos.

Según
<b> </b>expertos, las ballenas a veces llevan los cuerpos de sus bebés muertos sobre la superficie del agua.
Según expertos, las ballenas a veces llevan los cuerpos de sus bebés muertos sobre la superficie del agua.
Imagen Michael Weiss/ Center for Whale Research

Después de 17 días de duelo, la orca que lloró la muerte de su ballenato y deambuló por los mares negándose a soltar su cadáver, finalmente lo dejó ir y ha comenzado a tener un comportamiento normal. La historia, que conmovió al mundo entero, ha tocado de cerca a miles de madres que han afrontado la pérdida de su bebé y que ven en ella una valiosa lección acerca del duelo.

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“Tahlequah es cada madre que ha perdido a un hijo”, tuiteó Kathleen Buchanan.


“Creo que cada padre que ha perdido un bebé puede relacionarse con Tahlequah. Todos deseamos que nuestra sociedad y nuestra cultura reconociera cuán profundo es ese dolor y cómo te cambia de raíz”, explicó al Seattle Times, Cori McKenzie quien al ver las imágenes no pudo evitar recordar su propia experiencia. “Desearía haber tenido una semana o más para compartir con mi hija y no unas simples horas. La tristeza de la ballena me rompió el corazón”, agregó.

Lo mismo dijo Katie McKeehan, quien sufrió un abortó espontáneo a las 16 semanas de embarazo. “Nunca pude sostener a mi hijo o siquiera verlo. Perder a mi hijo es lo más duro que he vivido, así que puedo entender cómo se siente esa mamá orca”, declaró al Seattle Times.

“Es la metáfora más bella para explicar que así mismo cargamos por siempre a esos tesoritos que murieron. Los cargamos en el alma”, comentó Ceoany Romero en un post de Instagram.

“Hermoso. Ella cargó a su crío y respetó sus sentimientos. Vivió su duelo ya hora se ve más vigorosa y saludable. En algún momento lo dejó ir, pero nunca lo olvida. Tremenda lección, una lección de amor”, explicó Melissa Parra en otro comentario en esa red social.

El apoyo de la manada

Tahlequah no vivió sola su dolor. Otras ballenas se acercaron a socorrerla y se turnaron para ayudarla a cargar a la cría muerta, algo con lo que también muchas madres se sintieron identificadas.

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“Sabemos que su familia comparte la responsabilidad de cargar el cadáver”, dijo a CBC Jenny Atkinson, directora del Museo de Ballenas.

“Aprovecha para recordar a esas personas que te han socorrido durante tu duelo y han salido a tu encuentro para ayudarte a cargar el peso de tu dolor”, se lee en la cuenta de Instagram Mamá en el Cielo y en la Tierra, en un post donde relatan la historia de la ballena.

“Gracias a mis orcas personales que han navegado a mi lado acompañándome en mi duelo”, escribió una mamá en su cuenta personal de Instagram.

Más ‘humanos’ de lo que pensamos

La historia de esta ballena reafirma algo que ya se sabía: los seres humanos no son los únicos mamíferos en entablar un estrecho lazo con sus crías.

Las orcas tienen un vínculo especial con sus bebés que rara vez se alejan de ellas. En 2016, un estudio recolectó evidencia de 14 momentos en los que cetáceos adultos de distintas especies mostraron afecto hacia sus crías fallecidas en seis regiones geográficas.

Hay evidencia de que los elefantes tienen rituales fúnebres. “Cuando vi la vigilia de Tonie por su recién nacido, tuve el primer sentimiento de que los elefantes experimentan el duelo. Nunca olvidaré la expresión de su rostro, sus ojos, su boca, la forma en que se movía”, escribió el investigador Joyce Poole.

Casos similares se han encontrado en los primates no humanos . Gana, una gorila que estaba en cautiverio en un zoológico, lloró la muerte de su bebé y lo cargó sobre sus hombros, una imagen que también recorrió el mundo entero.

Gana, un gorila que estaba en cautiverio, lloró la muerte de su bebé y lo cargó sobre sus hombros, una imagen que también recorrió el mundo entero en 2008. 
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Gana, un gorila que estaba en cautiverio, lloró la muerte de su bebé y lo cargó sobre sus hombros, una imagen que también recorrió el mundo entero en 2008.
Imagen Frank Augstein/AP

“Que los animales comparten muchos rasgos similares a los humanos, incluyendo las emociones, es meramente una extensión de la idea de Charles Darwin acerca de la continuidad evolutiva: que la diferencia entre especies proviene de grados más que de diferencias de tipo”, escribió el profesor Marc Bekoff para el Telegraph hace unos años.

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Está comprobado que las ballenas son seres muy emocionales. Tienen células fusiformes en la misma región del cerebro que los humanos, en un área que está ligada a la organización social, empatía e instintitos.