"No voy a votar por ese plan de impuestos". Así de tajante lo ha dicho el senador republicano, Ron Johnson, para patentar su oposición tanto al proyecto presentado en la Cámara de Representantes como el propuesto entre sus propios compañeros en la Cámara Alta, creando incertidumbre sobre la viabilidad de la propuesta que plantea un recorte de 1,500 millones de dólares en obligaciones tributarias.
Un senador republicano votará en contra del plan de recorte de impuestos porque castiga a la clase media
El senador Ron Johnson afirma que los proyectos planteados tanto en el Senado como en la cámara baja favorecen a las corporaciones. Además, otros dos senadores han puesto en duda su voto favorable.


Johnson sostiene que su negativa obedece a dos razones: las repercusiones sobre el costo de la propuesta tal como está planteada y el efecto que va a ocasionar a los contribuyentes de la clase media.
Según el senador por Wisconsin, el plan propuesto favorece a las corporaciones en detrimento de las pequeñas empresas y otras entidades, cuyos dueños pagan impuestos sobre beneficios a través del código de impuestos para personas. En ello coincide con críticas formuladas desde el opositor partido demócrata y estudios independientes.
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"Estos negocios (las pequeñas y medianas empresas) son realmente los motores de la innovación y creadores de empleo, y no deben dejarse atrás", dijo en un comunicado. "Desafortunadamente, ni el plan de la Cámara de Representantes ni el proyecto de ley del Senado proporcionan un trato justo, así que no apoyo ninguna de sus versiones actuales", recalcó Johnson que, sin embargo, tiene la esperanza de poder suscribir un texto diferente que tome en cuenta sus observaciones.
La oposición de Johnson significa para los líderes republicanos andar de nuevo por un camino muy estrecho para aprobar la reforma tributaria, como le ha pasado con Obamacare, por oposición dentro de sus propias filas.
Todavía luce más rocoso el camino porque los senadores Susan Collins (Maine) y Bob Corker (Tennessee) también han expresado sus propias preocupaciones acerca de la revisión de impuestos y no se han comprometido a votar por la nueva ley de impuestos.
Ni sí, ni no
El líder mayoritario del Senado, Mitch McConnell, sólo puede perder a dos miembros de su bando para aprobar el proyecto de ley. Con Johnson fuera, todos los ojos se vuelcan hacia las voces díscolas.
"Todavía estoy trabajando con la gente para ver si hay alguna manera de garantizar que los asuntos vinculados al problema del déficit no crearán daño (a la economía", señaló Corker.
"No doy el sí, no doy el no", agregó el senador en torno a la reforma impositiva propuesta.
Tampoco está asegurado el voto del senador John McCain, fuerte opositor al presidente Donald Trump dentro de las filas republicanas. "Estoy esperando el paquete completo para tomar una decisión", dijo.
Los senadores demócratas y republicanos se enfrentaron el miércoles por los cambios que estos últimos hicieron a la legislación fiscal con los que deroga el mandato individual de tener un seguro médico que estipula la ley de cuidado asequible de salud, conocida como Obamacare.










