Un pasaporte de la vacuna: ¿debe el gobierno exigir una identificación sobre quién está inmunizado?
El complicado debate global sobre la conveniencia (o no) de adoptar un pasaporte sanitario para certificar que su portador ha recibido las vacunas contra el coronavirus sumó otra arista después de que Estados Unidos fijara públicamente su posición.
Poco más de 72 millones de estadounidenses han recibido ya al menos una de las dosis requeridas por dos de las tres vacunas autorizadas en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Pero Andy Slavitt, asesor de la Casa Blanca para la respuesta del gobierno al coronavirus, dijo el pasado lunes que si bien es un tema que cobra importancia a medida que aumenta la cantidad de vacunados, " no es función del gobierno tener esa información y hacer eso".
El mecanismo "debe ser privado, la información debe estar protegida, el acceso debe ser gratuito, debe estar disponible en papel y en versión digital, en múltiples idiomas y debe ser en código abierto", agregó Slavitt refiriéndose a programas cuyo código de programación no es secreto ni está sujeto a ningún tipo de licencia.
Estados Unidos se pronunció mientras muchos países evalúan opciones pese a las objeciones principalmente éticas planteadas por la Organización Mundial de la Salud.
El concepto de un pasaporte sanitario o algún equivalente no es completamente nuevo. Una veintena de naciones africanas exigen a todos sus visitantes una verificación de que están vacunados contra la fiebre amarilla.
En un documento publicado el mes pasado, la OMS recomendó a los gobiernos no condicionar viajes internacionales a la verificación de la vacuna porque "aún hay incertidumbre sobre aspectos claves relacionados a la eficacia de las vacunas para reducir la transmisión de la enfermedad".
La vacuna protege a la persona que la recibe, pero los científicos aún desconocen si impide a la persona vacunada transmitir el virus.
Michael Ryan, jefe del departamento de emergencias de la OMS dijo la semana pasada que las objeciones a un pasaporte sanitario también son de carácter ético.
" No hay suficientes vacunas disponibles en el planeta y ciertamente no están disponibles de forma equitativa", indicó en conferencia de prensa según la agencia AP.
Pese a las objeciones de la OMS, países trabajan para lograr un pasaporte sanitario o dan trato diferenciado a las personas no solamente si están o no vacunadas, sino también depende de cuál vacuna recibieron.
En una decisión que denota un marcado nacionalismo, China anunció un trato preferencial a los residentes de Hong Kong que han recibido la vacuna china por encima de quienes hayan recibido vacunas aprobadas por la OMS.
Israel, que ya ha vacunado a la mitad de sus nueve millones de habitantes, ha comenzado a usar un Pase Verde en espacios públicos para reabrir la economía.
Pero el diario The Times of Israel citó un informe del gobierno israelí según el cual aún se desconoce si las personas vacunadas pueden introducir mutaciones del virus a algún país.
Un debate aún lejano para EEUU
Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, anunció que durante el transcurso de este mes presentará un proyecto de ley para crear un Pase Verde Digital que incluya una verificación de que la persona se vacunó, muestre resultados de pruebas de personas aún sin vacunar e información sobre la recuperación tras contraer covid.
"La meta es permitir gradualmente a los europeos viajar de manera segura dentro de la Unión Europea o más allá, por trabajo o por turismo", escribió von der Leyen en Twitter.
En Estados Unidos esa conversación aún no ha cobrado tanta fuerza. En Nueva York, un programa piloto ha comenzado a implementarse en el Madison Square Garden y el Barclays Center, en el que asistentes a eventos presentan un pase digital con el que demuestran que han sido vacunados o presentan el resultado negativo de una prueba de coronavirus.
Un vocero de los CDC dijo a la televisora NBC que ese organismo “ aún no ha emitido directrices sobre el manejo de personas vacunadas durante los viajes, y no hay estándares internacionales establecidos para vacunas o documentación de vacunas".
Julie Morita, vicepresidenta de la organización filantrópica Robert Wood Johnson Foundation, dijo al diario USA Today que los pasaportes sanitarios solamente pueden existir después de que los organismos depositarios de esa información médica (farmacias, consultorios y centros estatales y federales de vacunación) creen mecanismos homogéneos para intercambiar esos datos.
La actividad más intensa parece estar en el sector privado.
La empresa Mastercard y la Cámara Internacional de Comercio trabajan de manera conjunta para adaptar la tecnología que actualmente usan al procesar pagos para verificar si las personas se han vacunado, según reportó la página web PaymentsSource.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés) diseña una herramienta llamada Travel Pass, el World Economic Forum y la Commons Project Foundation trabajan en su CommonPass y la IBM prepara su Digital Health Pass.