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Estados Unidos

5 cosas que quizás no sabías de Nikki Haley, la primera republicana que se atrevió a desafiar a Trump rumbo a las elecciones de 2024

Haley, de origen indio pero nacida y criada en una sociedad racializada de Carolina del Sur, estudió contabilidad y rápidamente se integró a la actividad empresarial de la compañía de ropa de lujo de su madre. Ya casada y con dos hijos, tomó la decisión de incursionar en la política. Esto es lo que se sabe de la vida y trayectoria de Nikki Haley.
Publicado 15 Feb 2023 – 06:45 AM EST | Actualizado 16 Feb 2023 – 09:58 PM EST
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“Deberías saber esto sobre mí. No soporto a los matones. Y cuando les devuelves la patada, les duele más si llevas tacones”.

Con estas palabras al final de un video publicado en su cuenta de Twitter, Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de EEUU ante la ONU, se convirtió este martes en la primera gran retadora del expresidente Donald Trump para la nominación republicana de 2024.

A sus 51 años y bajo la bandera de una “nueva generación de liderazgo”, Haley anunció sus intenciones de postularse a la presidencia, pese a que años atrás había declarado que no se enfrentaría a Trump.

Haley, de origen indio pero nacida y criada en una sociedad racializada de Carolina del Sur, estudió contabilidad y rápidamente se integró a la actividad empresarial de la multimillonaria empresa de ropa de lujo de su madre.

Se casó, tuvo dos hijos y fue entonces cuando, inspirada en un discurso de Hillary Clinton, decidió incursionar en política, según dijo al diario The New York Times.

A lo largo de su trayectoria, Haley ha confiado en su historial de desafiar las expectativas diciendo: "Nunca he perdido una elección y no voy a empezar ahora".

Si es elegida, Haley sería la primera mujer presidenta de la nación y también la primera de ascendencia india.

Esto es lo que se sabe de la vida y trayectoria de Nikki Haley:

1.

Una mujer sijs en Carolina del Sur

Nimrata Nikki Randhawa Haley nació en enero de 1972 en Bamberg, una pequeña población en Carolina del Sur, la tercera de cuatro hijos de una familia de emigrantes que profesan la religión sijs, originarios del Punjab, India.

Al llegar a Estados Unidos, su padre se convirtió en profesor universitario. Su madre, originaria de una familia adinerada de India, ejerció por un tiempo como maestra de una escuela pública local, pero luego abrió una boutique de ropa de lujo que con el tiempo le dejó ingresos millonarios.

Nikki Haley fue educada en colegios de su localidad natal y creció soportando burlas racistas, según ha relatado en diversas ocasiones, una experiencia que, asegura, marcó su personalidad e impulso político.

En el video de tres minutos y medio en el que anuncia su candidatura a la nominación republicana, Haley se refirió a ese pasado y dijo que creció "ni negra, ni blanca, diferente".

Pese a esto, Haley siempre ha defendido que Estados Unidos no es un país racista, aunque ha relatado que su propia familia sufrió discriminación.

Se graduó en contabilidad en la Clemson University y comenzó a trabajar en la empresa de ropa de lujo de su madre, Exotica International. Su carrera como empresaria la llevó, de inicio, a ocupar varios cargos en asociaciones empresariales, y entró en la política en 2004, cuando logró un puesto en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur.

Actualmente está casada, tiene dos hijos y vive con su familia en la lujosa Kiawah Island, al sur de Charleston. Se unió a la junta del fabricante de aviones Boeing Co. y escribió dos libros, incluido uno de memorias.

2.

La primera gobernadora mujer perteneciente a una minoría

En su primera candidatura a un cargo público y en un distrito legislativo profundamente conservador, en su mayoría cristianos fundamentalistas y más del 90% de blancos, Haley derrotó al miembro con más años de servicio en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur en 2004.

Tres periodos más tarde y con muy poca popularidad, Haley montó una campaña para convertirse en gobernadora, luchando en contra de un gran campo de políticos experimentados. Sin embargo, no lo hizo sola, pues recibió el apoyo del entonces gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford, así como del antiguo gobernador de Massachusetts y excandidato presidencial, Mitt Romney, y de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin.

Durante la campaña, un importante donante potencial le pidió que presentara 10 años de declaraciones de impuestos y registros telefónicos y una verificación completa de antecedentes para asegurarse de que no estuviera relacionada con terroristas.

Con su victoria en 2010, Haley se convirtió en la primera gobernadora mujer y perteneciente a una minoría de Carolina del Sur, y la más joven del país, con 38 años.

También se convirtió en la segunda persona con orígenes indios, tras el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, en ocupar la gubernatura de un estado en la historia de Estados Unidos.

3.

Una carrera política en medio de ataques racistas

Durante el tiempo que fue gobernadora, de 2011 a 2017, ocurrió una de las mayores matanzas con motivaciones raciales de la historia de Carolina del Sur, cuando en 2015 asesinaron a nueve afroamericanos en una iglesia baptista del estado.

Durante años, Haley se había resistido a los llamados para retirar la bandera confederada de los terrenos de la Cámara de Representantes e incluso consideró que el impulso de un rival para retirarla era un truco desesperado.

Pero después de la masacre, Haley lideró el movimiento, al lado de otros republicanos destacados, para retirar la bandera confederada y promovió una comisión del Senado estatal que decidió que la bandera no ondearía más en el edificio oficial.

El proceso se realizó menos de un mes después de los asesinatos.

4.

De crítica con Trump a parte de su equipo


La relación de Haley con el expresidente Donald Trump ha estado marcada por un llamativo saltó que la llevó estar entre los críticos del expresidente durante la campaña por la nominación republicana a acabar formando parte de su equipo cuando llegó a la Casa Blanca.

En algún momento también dijo que Trump era “todo lo que les enseñamos a nuestros hijos a no hacer en el jardín de infantes”.

Pese a sus críticas y a que había dado su aval a la candidatura del senador Marco Rubio, acabó en la administración Trump como embajadora ante la ONU, un cargo que ejerció desde enero de 2017.

En ese tiempo llegó a alabar la presidencia de Trump y decir que apoyaba la mayoría de sus decisiones, aunque no estuviera de acuerdo con él en todo.

También lo apoyó en la reelección. De hecho, en la Convención Nacional Republicana de 2020, dijo que "Trump había puesto el país primero y se merece cuatro años más en la presidencia".

Después de los disturbios del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, regresó a un tono algo más crítico, aunque dijo que no lo desafiaría en 2024.

En esa época también negó que su actitud hacia su ahora rival en las primarias fuera contradictora: "Tenemos que abrazar el éxito de la presidencia de Trump y reconocer la necesidad de atraer más apoyos, escribió en un editorial publicado en The Wall Street Jounal.

"La mayoría de las grandes políticas de Trump fueron extraordinarias e hicieron al país más fuerte, seguro y próspero. Muchas de sus acciones desde las elecciones fueron equivocadas", escribió.

En los últimos tiempos ya se podía ver venir sus intenciones de ser candidata, particularmente cuando citaba los problemas económicos del país, y la idea de que EEUU "debe mirar hacia un camino diferente" y la necesidad de un “cambio generacional”.

Durante su parada en Carolina del Sur el mes pasado, Trump le dijo a WIS-TV que Haley había llamado para pedir su opinión sobre la candidatura a la presidencia. Trump señaló su promesa anterior de no competir contra él, pero dijo que no intentó detenerla.

“Dijo que nunca se presentaría contra mí porque yo era el mejor presidente, pero la gente cambia de opinión y cambia lo que hay en su corazón”, dijo Trump. “Así que dije: ‘Si tu corazón quiere hacerlo, tienes que ir a hacerlo'”.

5.

Roces y triunfos a su paso por la ONU

Durante su gestión de casi dos años como embajadora ante la ONU, Haley tuvo varios enfrentamientos con otros funcionarios de la administración mientras reforzaba su propia imagen pública. También tuvo que lidiar con temas como Irán o Corea del Norte. Así como el apoyo a sus aliados, especialmente a Israel, y asegurarse de que estos devolvieran el respaldo.

Uno de los momentos más tensos como embajadora de la ONU se produjo en 2018 después de que el director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, sugiriera que Haley había sufrido una "confusión momentánea" cuando ella adelantó que Trump anunciaría sanciones adicionales contra Rusia, pero luego decidieron no hacerlo.


“Con el debido respeto, no me confundo”, respondió ella, quien no cedió a las presiones para rectificar una información que ella misma había confirmado. La primera mitad de la cita se convirtió en el título de sus memorias de 2019.

El 9 de octubre de 2018 anunció que dejaría el cargo a finales de año, una jugada que los expertos interpretaron como una táctica para distanciarse de Trump, de cara a su futura candidatura.

Cuando renunció, la página editorial del diario The New York Times la describió como “la más rara de las personas nombradas por Trump: alguien que puede salir de la administración con su dignidad prácticamente intacta”.

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