Hombres en la marcha de las mujeres de Washington: "Nosotros no somos como Trump"

WASHINGTON-- Mike llegó desde New Hampshire de madrugada y su pancarta retrata a Donald Trump en los brazos de Vladimir Putin. Ahmed vive en Baltimore y pasea por Washington una cartulina en la que aparece el pájaro de Twitter con un tupé rubio y un hashtag en mayúsculas: #FAKEPRESIDENT.

Ahmed y Mike vienen solos pero muchos otros hombres vienen acompañando a sus hijas, a sus madres o a sus mujeres. Están aquí porque quieren protestar contra la misoginia del presidente y lanzar un mensaje para defender las conquistas sociales que la nueva Casa Blanca podría restringir.

Al contrario que en la toma de posesión de Trump, las mujeres son mayoría este sábado en las calles de Washington. Pero hombres de todas las edades se pasean por el Mall o por los aledaños de la Casa Blanca con pancartas contra Trump.

“No mees sobre la Constitución”, se puede leer en el cartel que porta un adolescente que era demasiado joven para votar en noviembre. No muy lejos varias mujeres se arremolinan en torno a Roy Costa, un joven con gafas que ha venido de una ciudad vecina de Virginia con una pancarta escrita a mano que evoca la trama de Harry Potter y que muchas chicas quieren inmortalizar.

“No puedes parar a Trump (mientras no destruyas sus horrocruxes)”, dice la pancarta. Los horrocruxes son los objetos que mantienen con vida a Lord Voldemort, el villano de la saga. “Quería hacer una pancarta graciosa y sin insultar a nadie”, me dice Roy.

“Es un día revolucionario y quería estar aquí”, explica. “Hay tantas cosas que están mal en este presidente… No recuerdo ningún precedente. Nadie ha actuado nunca como Trump. La forma en que habla y en que se comporta. Nosotros no queremos que el mundo nos perciba así. Trump no es como nosotros y por eso quería estar hoy aquí”.

Roy es más o menos optimista sobre el futuro de Estados Unidos: “Muchos piensan que van a destituir a Trump pero no creo que eso ocurra. Es muy improbable. No creo que vuelva a ganar en 2020 pero mientras tanto va a causar muchos problemas a mucha gente. No sé si la gente seguirá protestando. Pero estoy seguro de que muchos expresarán sus objeciones y que poco a poco ese mensaje calará”.

No muy lejos de Roy se encuentra Charles, un joven de origen peruano que vive a las afueras de la cpital. No habla español pero dice que está aquí porque quiere defender a las minorías, no sólo para luchar por los derechos de la mujer.

“Lo único que podemos hacer es mantenernos activos en la política”, me dice mientras su novia vuelve de uno de los urinarios portátiles. “La apatía entrega más poder a quienes no quieren reprimir”.

Desafeitado y con un gorro de color rosa, Chris corea los eslóganes de las mujeres que le acompañan en uno de los extremos del Mall. Ha venido con su madre, con su prima y con todas las mujeres importantes de su vida. “No diría que estoy aquí para protestar sino para expresar mi solidaridad con personas que no disfrutan de los mismos privilegios que yo como hombre blanco”, dice sonriente.

A Chris, que vive en Washington, le da miedo que el nuevo presidente debilite la independencia de la Justicia y tiene miedo de lo que pueda ocurrir en el Tribunal Supremo. “Puede haber hasta cuatro vacantes durante el mandato de Trump y esos son nombramientos de por vida. La jueza progresista Ruth Bader Ginsburg [la más mayor de los magistrados] es mi heroína y rezo todos los días por su salud”.

Ben Janz vive en Nashville y tiene un motivo personal para estar aquí: “Mi esposa es mujer y es mexicana y Trump ha dejado claro que no respeta a ninguno de esos dos grupos”.

¿Que les diría a quienes votaron por el nuevo presidente? “Conozco muchos en Tennessee y les comprendo. Muchas personas en las ciudades pequeñas de mi estado lo están pasando mal y piensan que los demócratas ricos de Hollywood no comprenden su sufrimiento. Ellos sienten que Trump les ha dado voz y por eso votaron por él. Por desgracia, muchos obreros sienten que los demócratas les dan dado la espalda. Eso debe cambiar pero también me gustaría ver que los votantes de Trump comprenden que no está bien marginalizar a los hispanos o a los musulmanes. Entretanto, tenemos que dar la cara. Lo dijo Obama hace unos días: no podemos quedarnos parados, tenemos que participar”.

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