Cuando el presidente Trump anunció en julio que Brett Kavanaugh sería su nominado para sustituir a Anthony Kennedy en la Corte Suprema, nadie imaginó que lo que vendría sería un proceso sumamente complicado. Señalamientos de parcialidad hacia los republicanos, fidelidad a Trump o la posible reversión de la legalización del aborto fueron los temas que prevalecieron hasta que fue acusado de agresión sexual en múltiples ocasiones.