¿Cómo EEUU ha logrado aumentar tan rápidamente el ritmo de vacunaciones contra el covid-19?
Estados Unidos incrementa vertiginosamente el ritmo de vacunación para erradicar la pandemia del coronavirus, y la tendencia comienza a despertar admiración y/o envidia alrededor del planeta.
Más de cuatro millones de estadounidenses recibieron una vacuna el pasado sábado, el total diario más alto desde que la campaña de vacunación arrancó en diciembre, y un promedio diario de 3.1 millones de dosis se aplicaron durante los últimos siete días, dijo este lunes Andy Slavitt, encargado de la Casa Blanca para responder a la pandemia del coronavirus.
Slavitt agregó que el 75 % de las personas de la tercera edad ya tienen al menos una dosis y más del 55 % están plenamente vacunados.
Más de 107 millones de estadounidenses (32 % de la población nacional) habían recibido este lunes al menos una dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, y más de 62 millones (19 % de la población nacional) estaban plenamente vacunados, según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades ( CDC, por sus siglas en inglés).
Ese 32 % de la población con al menos una dosis de la vacuna coloca a Estados Unidos como el cuarto país con más vacunados del planeta, según la página web Our World in Data. La lista la encabeza Israel (61 %), seguido en un lejano segundo lugar por Reino Unido (46%), y Chile (36%).
¿En qué consiste el éxito estadounidense? ¿Por qué es más visible ahora?
A través de la iniciativa mixta de sector público y privado Operation Warp Speed, el gobierno del expresidente Donald Trump se lanzó a una apuesta audaz a mediados de 2020 al destinar miles de millones de dólares para desarrollar vacunas sin tener certeza de cuáles resultarían siendo efectivas.
Si las vacunas de Moderna y Pfizer no hubiesen superado los ensayos clínicos " Estados Unidos luciría extraordinariamente estúpido en este momento", dijo Scott Greer, profesor de política sanitaria en la Universidad de Michigan a la revista The Atlantic.
Además de haberse abastecido temprano con una gran cantidad de dosis de diferentes proveedores, incluso por encima de su población, las autoridades sanitarias estadounidenses aprobaron el uso de las vacunas por motivos de emergencia antes que sus homólogos en la Unión Europea.
Minorías siguen rezagadas
El renovado éxito en la campaña de vacunación estadounidense no significa que es un esfuerzo perfecto. Las minorías étnicas continúan rezagadas en el acceso a las vacunas respecto a la población caucásica, a pesar de que esas mismas minorías encabezan los índices de infecciones y decesos por covid.
La inequidad en el acceso a la vacuna se suma a otros despropósitos en la respuesta estadounidense a la pandemia, incluyendo la renuencia de Trump a promover el uso de mascarillas y vacunarse y la pasmosa lentitud para ofrecer equipo médico de protección y pruebas de descarte al inicio de la pandemia.
Además de conformar un equipo calificado para elaborar una respuesta gubernamental a la pandemia que ha costado la vida a más de 555,000 estadounidenses, el presidente Joe Biden también se ha beneficiado sustancialmente del súbito incremento en la capacidad de producción de las vacunas.
Moderna anunció en febrero que había acelerado su producción y podría entregar 200 millones de dosis a fines de mayo, un mes antes de la fecha prevista.
Esa mayor producción de Moderna permitió a Biden anunciar que a fines de mayo tendrá dosis suficientes para los 257 millones de adultos estadounidenses, dos meses antes de la fecha a la que se había comprometido semanas atrás, reportó el diario The New York Times.
Eso le ha dado a Biden la oportunidad de mantener una estrategia comunicacional exitosa, en la que se compromete públicamente a alcanzar metas que son rebasadas poco tiempo después.
El manejo que Biden ha dado a la pandemia le ha generado rédito político. Un 54 % de los estadounidenses apoyan su gestión frente a un 40 % que la desaprueba, según un promedio de encuestas actualizado por la página web FiveThirtyEight.
Tanto Trump como Biden merecen crédito por el éxito de la campaña de vacunación. Pero la polarización que lamentablemente paraliza a la sociedad estadounidense impide que ambos bandos intercambien esos créditos.