Con un tuit, Trump revive rumores cada vez más fuertes de que quiere despedir al fiscal Sessions
El presidente Donald Trump dedicó su mañana de furia en Twitter este jueves a varios medios de comunicación y cuestionó los informes que indican que el abogado saliente de la Casa Blanca, Don McGahn, le había impedido hasta ahora despedir al fiscal general Jeff Sessions y al fiscal especial que investiga el 'Rusiagate', Robert Mueller.
En una serie de tuits el presidente atacó sin prueba alguna al periodista Lester Holt por haber supuestamente tergiversado una entrevista televisada con él. Atacó al jefe de la CNN, Jeff Zucker, y al presidente de NBC News, Andy Lack, diciendo que sería "bueno" si lo despedían.
Y entre esos tuits, uno en particular se destaca: el del ataque por los reportes sobre la salida (anunciada este miércoles por Trump) de Don McGhan, abogado de la Casa Blanca considerado testigo 'clave' en la investigación de Mueller.
"¡Estoy muy entusiasmado con la persona que tomará el lugar de Don McGahn como consejero de la Casa Blanca! Me gustaba Don, pero él NO fue responsable de que yo no despidiera a Bob Mueller o Jeff Sessions. ¡Tantos informes falsos y noticias falsas!", indicó el mandatario desde Twitter este jueves, dejando entrever que aparentemente ya tiene un reemplazo para el saliente consejero.
El mensaje, según observadores, llama la atención porque el presidente no está negando que él haya tenido ganas de despedir efectivamente a Mueller o a Sessions, sino que solo rechaza que McGahn fuera quien intercedió para que eso no suceda.
El despido que más resuena
Entonces, ¿el presidente admitió sin querer en ese tuit que sí barajó despedir a Sessions y Mueller? No está claro.
The Washington Post publicó esta semana un reporte de que Trump está reavivando la idea de despedir a Sessions, pero tal informe no menciona a McGahn. El presidente tampoco dijo si alguien más le impidió despedir a ambos funcionarios pero el tuit parece dar a entender que despedir a ambos hombres efectivamente se habría discutido en la Casa Blanca, como han informado por varios medios.
Un informe del periódico The New York Times en enero decía que Trump intentó despedir a Mueller por supuestos conflictos de interés y que se abstuvo de echarlo por presión de McGahn , que lo amenazó con su propia renuncia si sacaba al fiscal especial.
La Casa Blanca ha negado repetidamente durante meses que Trump haya discutido el despido de Mueller.
Mientras que por el lado de Sessions, es vox populi que el presidente no tiene buena relación con él desde que se recusó de cualquier investigación vinculada al 'Rusiagate' en marzo de 2017.
Trump mismo ha dicho públicamente que hubiera nombrado a otra persona para manejar el Departamento de Justicia si hubiera sabido que Sessions no estaría a cargo de la investigación sobre la interferencia rusa y posible colusión con su campaña en 2016.
El presidente también atacó varias veces el trabajo de Sessions y lo criticó porque no investiga a los demócratas. El diario dice que la relación de Trump con McGahn se deterioró después de el abogado no pudiera evitar que Sessions se recusara.
Lo cierto es que el despido del fiscal general suena cada vez más, incluso en el Capitolio. Ya son varios republicanos en el Congreso, como Lindsay Graham, que murmuran que no verían tan mal el despido. Pero medios reportan que esperan que sea después de noviembre, tras las elecciones de medio término.
Politico reportó que Trump mismo está haciendo lobby con senadores republicanos para que avalen un eventual despido.
Un despido problemático
Los intentos de despidos de personas vinculadas a investigaciones que tocan el círculo del presidente son elementos importantes para la investigación de Mueller respecto a posible obstrucción a la justicia por parte de Trump.
Un resumen: Sessions era quien debía supervisar la investigación del 'Rusiagate', pero se recusó en marzo de 2017 debido a que salió a la luz que había tenido reuniones con el embajador ruso en Washington que no informó al Senado cuando fue confirmado. Trump desde entonces no le 'perdona' esto.
James Comey, a cargo del FBI y de los investiadores del 'Rusiagate', fue despedido por Trump en mayo de 2017. Con Sessions recusado y Comey despedido, quien quedó a cargo de la supervisión de la investigación es Rod Rosenstein, el segundo de Sessions. Fue él quien convocó al respetado Robert Mueller para que continúe con las pesquisas.
Trump también ha atacado y presionado públicamente a Rosenstein por su trabajo.
Las pesquisas sobre el 'Rusiagate' tienen varias vertientes: la intervención del Kremlin en sí misma; también la posible colusión para afectar las elecciones entre la campaña de Trump y los rusos; y si, posteriormente, Trump ha tratado de entorpecer la investigación con despidos como el de James Comey.
La salida de Comey ya es parte de la investigación de Mueller de posible obstrucción a la justicia. Por eso mismo, despedir a Sessions y traer un nuevo fiscal general que retome la investigación sería seguramente otro elemento de peso.
En ese caso hipotético, Trump podría elegir un fiscal general interino o podría nominar un reemplazo (que estaría sujeto a confirmación del Senado). Los dos podrían potencialmente supervisar la investigación de Mueller sin Rosenstein o, incluso, cerrarla algo que Trump clama a los gritos que se haga.
Llegar a ese punto, sin embargo, no es tan sencillo, debido a que podría haber una batalla legal sobre la autoridad de Trump para tal decisión. Una eventual mayoría demócrata en el Senado tras las elecciones de noviembre también podría entorpecer tales movimiento.
Los republicanos y los demócratas han advertido a Trump sobre el despido de Sessions y de Mueller
Analistas indican que un despido de Sessions levantaría demasiadas suspicacias debido a que Trump ya ha manifestado claramente su interés en que un fiscal general supervise las pesquisas en curso que tocan su entorno.
The New York Times informó días atrás que McGahn "ha cooperado ampliamente en la investigación" compartiendo detalles sobre episodios en el corazón de la pesquisa sobre si el presidente Trump obstruyó la justicia, incluso detalles que los investigadores no habrían obtenido otra manera.
Por eso, la partida del abogado que se rumoreaba desde hace meses pero ahora ya es efectiva, despierta más suspicias sobre cuáles serán los próximos movimientos del presidente en torno a la investigación de Mueller y posible despido de Sessions.