Nuestro gobierno debe aceptar y proteger a los soñadores, en vez de demonizarlos

"La realidad es clara: la mayoría de los beneficiarios de DACA tienen empleos, son emprendedores que crean empleos e inclusive muchos están dispuestos a servir en el ejército para defender nuestras libertades. Un cuarto de los beneficiarios del programa por encima de los 25 años ya ha comprado su casa".

Los dreamers Jovan Rodrigo y Gloria Mendoza formaron parte de una protesta contra la decisión del gobierno de finalizar DACA.
Los dreamers Jovan Rodrigo y Gloria Mendoza formaron parte de una protesta contra la decisión del gobierno de finalizar DACA.
Imagen John Moore/Getty Images

El martes 12 de noviembre, la Corte Suprema de Justicia escuchará los argumentos para decidir el futuro del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y tendré la oportunidad de estar ahí para escuchar de primera mano.

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En ese momento, pensaré en cada uno de los soñadores que he conocido y en todos los que estarán afuera de la Corte en Washington mientras nueve magistrados consideran el caso que decidirá su futuro. Mi corazón estará con soñadores de Nueva Jersey como Manny Sánchez, quien ha vivido en el país desde que tenía un mes y su sueño es servir en el ejército; como Adriana Medina quien llegó a los cuatro años y hoy es madre de tres ciudadanos estadounidenses, y en Deisy Pérez, quien, a sus 22 años, es la principal proveedora, traductora y conductora para toda su familia.

La historia de DACA es una historia que comparto con mucho orgullo y sentido de patriotismo. Luego de años de lucha, el gobierno les pidió a estos jóvenes inmigrantes que les dieran su confianza y fe. Cerca de 700,000 soñadores, incluyendo 17,000 en Nueva Jersey, salieron de las sombras, pasaron un chequeo de antecedentes criminales y pagaron sus aplicaciones.

A pesar de su instinto de protección, ellos decidieron voluntariamente dar su información y la de sus familiares a autoridades de las que se habían visto forzados a esconderse, tal como otros indocumentados.

El presidente Biden es un defensor de los dreamers: debemos reelegirlo en noviembre
Cindy Nava.

"Este noviembre, la elección es clara. Como exbeneficiaria de DACA, inmigrante, nuevomexicana y ciudadana estadounidense desde hace tres años, creo en la importancia de elegir a personas que entiendan que la atención médica es un derecho, no un privilegio".

Hasta que alguien me escuche
Jorge Ramos

"¿Por qué no se ha podido aprobar una nueva ley migratoria en Estados Unidos desde 1986? La respuesta más obvia es que los dos partidos no se han podido poner de acuerdo: los demócratas quieren legalizar a millones y los republicanos quieren ver una frontera más segura. Pero hay más".

Del simbolismo y las promesas hay que pasar a la acción en el tema migratorio
Maribel Hastings y David Torres.

"Biden está entre la espada y la pared. Por un lado, la mayor parte de los asuntos que intenta resolver mediante acciones administrativas y ejecutivas está trabada en los tribunales, como el caso del Título 42. Entretanto, las políticas que ha implementado no han caído bien entre muchos sectores pro inmigrantes por considerar que son una extensión de las nefastas políticas de su antiinmigrante antecesor, Donald Trump".

Última oportunidad para cumplir la promesa de legalizar a los dreamers
Maribel Hastings y David Torres.

"Es de anticiparse que en lo que resta de sesión es probable que los demócratas intenten avanzar lo que no hicieron en los pasados dos años; y es seguro que los republicanos bloqueen los intentos. Lo novedoso sería que nos sorprendieran e hicieran lo correcto y, al menos, avanzaran la legalización de los dreamers como un “enganche” a la esquiva reforma migratoria".

Solo un acuerdo bipartidista este año puede salvar a los dreamers
Astrid Silva y Erika Andiola.

"El presidente Biden probablemente evitará la deportación en masa de los beneficiarios de DACA y los dreamers, o eso esperamos. Pero incluso si estas se evitaran en los próximos años, el presidente Biden deberá volver un proyecto en ley en vez de intentar establecer otro programa temporero que probablemente será detenido por los tribunales, tal y como parece ser su actualización de DACA".

Aun en el limbo, DACA sigue en la pelea
Maribel Hastings y David Torres.

&quot;Hay que dejar en claro que las actuales tendencias de las migraciones no están recibiendo el análisis adecuado, sobre todo por parte de los países más desarrollados, que solo responden con simples políticas para regular el flujo migratorio o de plano obstruir el paso de migrantes por sus fronteras, sin tomar en cuenta la desigualdad económica, los conflictos internos o el cambio climático&quot;.<br/>

Los jóvenes inmigrantes como yo pagan el precio de un sistema de inmigración roto
Evelyn Osorio

&quot;Es hora de que el Congreso cumpla su promesa (...) DACA no certifica lo que le pueda pasar al futuro de los jóvenes indocumentados que no recuerdan ni reconocen su país de nacimiento. Un camino hacia la ciudadanía permitiría a los DREAMers mantener su presencia legal en el país que les ha dado todo lo que saben y al cual aman con cariño&quot;.

Los inmigrantes siempre tienen listo su Plan B
Maribel Hastings y David Torres

&quot;¿Cómo se le explica a los votantes - que entre otras cosas respaldan en su mayoría la vía a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados - que su opinión no cuenta frente al “criterio legal” de una sola asesora del Senado?&quot;.

Los inmigrantes de Texas son la columna vertebral de la nación: es hora de que los tratemos como tales
Sylvia García

&quot;Más allá de la fuerza laboral esencial, los inmigrantes son fundamentales para reconstruir nuestra economía de las devastadoras pérdidas financieras provocadas por la pandemia. Hoy, los inmigrantes en el área de Houston son responsables de más de una cuarta parte del PIB de Houston&quot;.

 El 'casi se pudo' no es opción esta vez en la reforma migratoria
Maribel Hastings

&quot;Quienes dieron a los demócratas el privilegio de recuperar la Casa Blanca y de controlar el Congreso -los votantes- están hartos de excusas y retrasos y esperan que finalmente se hagan realidad las promesas que llevan años formulando. Las próximas semanas y meses determinarán si hay progreso o si volvemos al mismo cansado libreto electoral de que <i>casi se pudo,</i> pero se logrará<i> si vuelves a elegirme</i>&quot;.

Hemos llegado a este momento crítico en la historia de nuestro país por la decisión descorazonada del Presidente Trump de terminar de forma unilateral con el programa en el año 2017. La justificación de la Administración de que el programa es ilegal es una falsedad.

Como alguien que luchó por años para convencer a la Administración Obama de que creara el programa, sé que el poder discrecional es fundamental para las agencias del gobierno en cualquier nivel, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional. Con los recursos limitados de las autoridades, deben ser capaces de priorizar los casos que seguirán.

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El Presidente Trump hablaba de la protección de los Dreamers e incluso llegó a decir que “sentía amor por ellos”. Sin embargo, no tardó en hacerse claro que el Presidente, su asesor Stephen Miller, y sus aliados extremistas no vieron en estos jóvenes más que unas piezas de cambio para imponer su agenda anti-inmigrante.

Hasta el día de hoy, los republicanos del Senado se han negado a votar por el proyecto de ley aprobado en la Cámara de Representantes, el Dream and Promise Act (H.R. 6). En lugar de eso, han ofrecido soluciones temporales para los soñadores a cambio del dinero para el muro de odio en la frontera, o de modificaciones al sistema de inmigración que dificultarían la reunificación familiar y que solicitantes de asilo sean admitidos en el país.

Incluso antes de la existencia del programa DACA, los Dreamers ya eran parte integral de nuestro país ya que la mayoría de ellos ha vivido la mayor parte de sus vidas y sólo han declarado lealtad a nuestra bandera. La realidad es clara: la mayoría de los beneficiarios de DACA tienen empleos, son emprendedores que crean empleos e inclusive muchos están dispuestos a servir en el ejército para defender nuestras libertades. Un cuarto de los beneficiarios del programa por encima de los 25 años ya ha comprado su casa y su contribución económica alcanza los $3.4 mil millones al Tesoro Nacional y $42 mil millones al PBI.

Es tan claro que las vidas de los Dreamers están entrelazadas con las nuestras que incluso en estos tiempos de una alta polarización política, la gran mayoría del pueblo estadounidense apoyan darle un camino a la ciudadanía. Nuestro gobierno debe aceptar y proteger a los soñadores, en vez de demonizarlos y forzarlos a vivir nuevamente en las sombras.

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A pesar de que no tendremos una respuesta por parte de la Corte Suprema inmediatamente, mantendré la fe y esperanza de que los Dreamers no serán obligados a separarse de sus familias y comunidades. Porque a pesar de la incertidumbre y el miedo que Trump ha infringido en sus vidas, el coraje y la determinación que han mostrado para mantener sus sueños con vida han sido una inspiración para todos inmigrantes.

Su lucha por conseguir el reconocimiento que merecen ha hecho de nuestro país un mejor lugar y ha mostrado el camino a generaciones futuras de lo que significa el amor por los Estados Unidos.

Sin importar la cantidad de retórica de odio en contra, estos jóvenes seguirán alimentando la luz de sus esperanzas y sueños, porque ser estadounidense es mucho más que un papel que lo compruebe. Es acerca de nuestros valores, ideales, trabajo para construir un futuro y dejar una marca en la historia.

Y no puedo pensar en un grupo de personas que personifique mejor lo que significa ser estadounidense que los Dreamers. Y ya es hora de que tengan el reconocimiento legal que refleje su identidad con el país que aman y reconocen como su hogar.

Nota : La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.