La unidad racial en manos de un supremacista

"La sola idea de que Miller esté pergeñando un texto sobre el tema que ha mantenido a las minorías raciales con una rodilla en el cuello desde prácticamente el nacimiento de este país debería alertar y alterar...".

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Por:
Maribel Hastings y David Torres
Protestas antiracistas en Minneapolis luego del asesinato de George Floyd.
Protestas antiracistas en Minneapolis luego del asesinato de George Floyd.
Imagen Joe Raedle/Getty Images

Solamente en la retorcida era presidencial de Donald Trump se le encarga al arquitecto de las políticas más racistas y antiinmigrantes de esta administración, el asesor Stephen Miller, que escriba un discurso sobre relaciones raciales, precisamente en medio del momento neurálgico que atraviesa esta nación.

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La sola idea de que Miller esté pergeñando un texto sobre el tema que ha mantenido a las minorías raciales con una rodilla en el cuello desde prácticamente el nacimiento de este país debería alertar y alterar a quienes han padecido todas y cada una de sus políticas en contra de la gente de color, incluidos los inmigrantes, documentados o indocumentados. Para un tipo como el asesor presidencial son lo mismo, especialmente si provienen de países de la región latinoamericana.

Y solamente en una era política tan retorcida, las aspiraciones políticas se anteponen a la familia, tal como evidenció George P. Bush, Comisionado de Tierras en Texas.

Sucede que el nieto del expresidente George Bush, sobrino del expresidente George W. Bush, hijo del exgobernador de Florida y exaspirante a la nominación presidencial republicana, Jeb Bush, e hijo de Columba Bush, una mexicana de León, Guanajuato, afirmó que votará por Trump este año.

Cómo el implacable enfoque antiinmigrante de Trump va de la mano con sus amenazas a la democracia
Vanessa Cárdenas.

"Si bien los inmigrantes ya están acostumbrados a ser la punta de lanza en el arsenal de ataques del Partido Republicano, ahora la amenaza va más allá de dañar a la comunidad inmigrante o atraer atención al tema de la frontera. Se trata de utilizar este tema como una herramienta para avanzar las ambiciones políticas de Trump, aunque ello suponga suprimir el derecho al voto, socavar nuestros resultados electorales, o avivar más violencia política".

"Ningún ser humano es ilegal"
Jorge Ramos

"El término 'ilegal' deshumaniza a los inmigrantes y promueve su maltrato. Y nos hace olvidar lo esenciales que son para la economía y la cultura de este país".

Trump deportaría a millones
Jorge Ramos

"A pesar de las declaraciones antiinmigrantes de Trump, que en otras ocasiones hubieran afectado negativamente a cualquier candidato ante los votantes latinos, el expresidente sigue fuerte en las encuestas".

Lo que está mal en Florida
Jorge Ramos

"Lo que está mal en la Florida es que, un estado que se ha creado y crecido con el trabajo de los inmigrantes, ahora les da la espalda. Lo más triste es cuando, en tu propia casa, un inmigrante le cierra la puerta al inmigrante que viene detrás. Este no es el mismo lugar que me abrazó a mí y a millones después de mí".

Cuando el extremismo republicano ya no se disimula
Maribel Hastings y David Torres.

"Bien dicen que nada hay más evidente que un racista siendo racista, no importa que su rechazo contra alguien por su color lo lleve a cabo en una tienda, un aeropuerto, una escuela o un recinto legislativo. Es algo intrínseco a su forma de ser y de pensar, a la cultura en que creció y a la educación familiar que recibió".

Woke: la nueva tiranía del pensamiento
Franklin Camargo.

"Si eres una minoría racial o étnica, el culpable de tus males son los blancos. Si eres mujer, los hombres. Si eres pobre, los ricos. Y así, muchos ejemplos más. Estas ideas generan una división y resentimiento entre los que se esfuerzan y consiguen algo importante, y los que aceptaron la falsa idea de que por sus condiciones no conseguirán nada".

'Wokeness' ¿Una estrategia correcta?
Adonias Arévalo.

"Si ser 'woke' es romper con las normativas que la sociedad nos ha impuesto, retar el sistema en el que vivimos para que sea mejor y más equitativo, y aspirar a vivir en una comunidad más tolerante, limpia, segura y con mejores recursos educativos".

Políticas migratorias nefastas son una bofetada vengan de quien vengan
Maribel Hastings y David Torres.

"Esta disyuntiva migratoria pone en riesgo no solo la esencia inmigrante de un país como Estados Unidos, sino que evidencia la hipocresía con la que se ha manejado el tema migratorio en los últimos tiempos, dejando en el aire otra paradoja: con amigos así no hacen falta enemigos".

¿Demasiada justicia?
Daniel Morcate

"Detrás del afán de prohibir 'woke' o el 'estar despierto' late el temor a llevar demasiado lejos la lucha cívica por la justicia. 'The fear of too much justice', le llamó alguna vez el magistrado de la Corte Suprema William Brennan. Es un temor infundado. La justicia es un ideal al que siempre aspirarán las personas decentes sin que en realidad logren alcanzarlo del todo. Precisamente en su búsqueda constante yace su mayor mérito y su mejor recompensa".

La antidemocracia del extremismo antiinmigrante
Maribel Hastings y David Torres.

"La cercanía de las próximas elecciones presidenciales de 2024 ha hecho que los republicanos aceleren el paso recurriendo a su gastada estrategia antiinmigrante y racista para ir ganando terreno entre su base, sin importar que su veneno político signifique que no quieren solucionar un problema, sino que prefieren seguir explotándolo para fines politiqueros".

Esto, a pesar de que el actual presidente hizo de su padre Jeb el centro de sus burlas y, a su familia, objetivo de constantes ataques; y a pesar de que Trump, al arrancar su campaña en 2016 tildó a los mexicanos de violadores y delincuentes.

Y, como en el caso de Miller, la sola idea de que un Bush se traicione a sí mismo y a su entorno familiar, además de sobajar con su declaración a toda una comunidad que ha sido vilipendiada hasta la saciedad por un mandatario que se siente en su contexto hablando bien de la supremacía blanca, también debe alertar y alterar.

Lo primero, porque su decisión política es a todas luces un intento por atraer el voto latino más conservador o aún indeciso; y lo segundo, porque avala con su apoyo las directrices del verdugo en turno de las minorías, entre las que se destaca la latina, especialmente la mexicana, cuya sagre también corre por las venas de George P. Bush.

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Es más, en 2016 Trump llegó a tuitear que Jeb Bush defendía “a los ilegales mexicanos por su esposa”. El tuit luego fue borrado, pero llegó a formar parte del cúmulo de ofensas que no se pueden olvidar, como al parecer le ha ocurrido a George P., a quien la sangre tal vez se le hizo atole en esta ocasión.

Pero él, con la mira puesta en futuros puestos públicos en Texas como gobernador o vicegobernador - y quien quita si la presidencia en algún momento -, sabe que entre los republicanos de Texas, Trump es rey; así que la ambición política es más fuerte que las ofensas a su propia sangre. Sólo debería recordar, ya que aún es joven e inexperto en la arena política, que todo lo que Trump toca lo destruye de una vez y para siempre. Si George P. no se ha visto aún en el espejo de antiguos aliados del presidente, que han pasado a formar parte del basurero de la historia, más le valdría darse una asomadita. Más que asqueante.

Como asqueante es que Miller, un reputado simpatizante de supremacistas blancos, sea el encargado de escribir un discurso de Trump sobre relaciones raciales y unidad racial como han reportado varios medios.

El resumé racista de Miller, al menos el conocido, data de sus días de escuela intermedia cuando incluso rompió su amistad con un compañero porque era latino. En la universidad trabajó con el nacionalista blanco Richard Spencer. Ya en el Senado, cuando trabajaba para otro antiinmigrante, el exsecretario de Justicia y exsenador republicano de Alabama, Jeff Sessions, Miller promovía las ideas de nacionalistas blancos para guiar las propuestas de política pública, según correos electrónicos de Miller publicados por el Southern Poverty Law Center.

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Y esa misma simpatía por los supremacistas blancos, que comparte con el presidente, es la que ha guiado las políticas de esta administración, desde la cancelación de DACA, el veto musulmán, la separación de familias en la frontera, así como su obsesión en reducir o incluso eliminar la migración documentada a Estados Unidos.

Y es aquí donde entra una comparación siniestramente generacional: Trump ve en Miller al hombre con poder político que quiso ser en su juventud, mientras que Miller ve en Trump al hombre con el poder absoluto que quiere llegar a ser en su etapa madura. Ambos han formado un círculo indisoluble, compacto, hermético, donde nada ni nadie cabe, más que su visión racista de la historia.

Un discurso sobre unidad y relaciones raciales a cargo de Miller es una burla a la seriedad del triste y urgente estado de emergencia de la interacción racial en esta nación. Es una bofetada y un acto de provocación, pues es decir que pase lo que pase y proteste quien proteste, la supremacía blanca prevalece.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.