El policía que traicionó a la DEA: el capitán de una fuerza de élite en Colombia vendió información a un narco

Juan Pablo Mosquera Oviedo estaba al frente de una unidad especial de la Policía de ese país que trabajaba de cerca con agentes antinarcóticos estadounidenses. Este miércoles él reconoció que le vendió información clasificada a un capo de la droga que estaba en su lista de fugitivos.

Video El pasado del exgeneral mexicano que fue acusado de narcotráfico en Estados Unidos

El 15 de marzo de 2018, agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y de la unidad de investigaciones especiales de la Policía Nacional de Colombia participaron en un operativo que concluyó con la incautación de 49 kilos de cocaína ocultos en un velero a punto de zarpar.

Al frente de los policías colombianos estaba el capitán Juan Pablo Mosquera Oviedo, entonces un oficial elogiado por sus superiores. Pero unos meses después fue tachado de traidor por vender información secreta a narcos de alto perfil. Era un “doble agente”, como se dice en el argot policial.

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La voz de Mosquera Oviedo, de 37 años, terminaría en audios que fueron grabados por la DEA. También le tomaron fotos reunido con un capo que buscaba enterarse sobre una acusación pendiente en Estados Unidos.

Ese mismo año este capitán fue detenido en su país y extraditado. Insistió en su inocencia en dos cargos por obstrucción de la justicia hasta poco antes de iniciar su juicio en una corte federal de Miami, Florida.

Este miércoles firmó una declaración en la cual acepta su culpabilidad en ambos delitos. El documento revela algunos detalles de la investigación, como una reunión que sostuvo el 30 de agosto de 2018 en Palmira, Colombia, con Juan Carlos Dávila Bonilla, un narcotraficante condenado por distribuir cocaína en Alemania e Italia en 2000 y 2006, respectivamente.

Un familiar de Mosquera Oviedo se encargó de coordinar ese encuentro, según la declaración. La Fiscalía federal asegura tener en su poder grabaciones de las conversaciones telefónicas previas al encuentro entre Dávila Bonilla y un informante del gobierno, posiblemente el pariente del policía.

La reunión fue espiada por agentes de la DEA, quienes los fotografiaron. Charlaron, entre otras cosas, sobre un “objetivo de una investigación en curso de la DEA” y contra quien pesaba una orden de captura por un encausamiento presentado en el Distrito Este de Arkansas de la Fiscalía federal. Esa persona ha sido identificada con las iniciales P.L. Coincide con el nombre de Kylan Patrick Liljebeck, detenido tras la operación policial del 15 de marzo de 2018.

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Fue un informante de la DEA quien ya le había enviado al capo mensajes de texto con información de inteligencia de la agencia estadounidense sobre los alias de P.L. y “ubicaciones de vigilancia”. En su defensa, la declaratoria de culpabilidad de Mosquera Oviedo afirma que este “no proporcionó información sobre la identidad de ninguna fuente confidencial de la DEA”.


Tras esa reunión en Palmita, los agentes antinarcóticos le tendieron una trampa al capitán: le dijeron falsamente que el proceso penal contra P.L. había sido trasladado a Miami.

“Poco después de conocer esta información, Mosquera le informó a Dávila Bonilla que P.L. estaba ‘caliente’”, detalla el documento judicial.

Para el 6 de septiembre de 2018, este jefe policial habló por teléfono con el narcotraficante y el espía de la DEA para advertirles que era inminente se presentara una “solicitud” de arresto y extradición en una corte de Florida y que por ello P.L. “debería salir de Colombia”.

Eso ocurrió el 21 de diciembre de ese año, cuando un gran jurado emitió una acusación formal contra Kylan Patrick Liljebeck, Iván Edgardo Ramirez Gonzalez y Jamin Córdoba Rengifo por una presunta conspiración para importar más de cinco kilos de cocaína a EEUU.

Pero los abogados defensores de Mosquera Oviedo señalan que Liljebeck no es la persona identificada como PL, quien fue arrestada por la policía española en octubre de 2018. No se aclaró si huyó de Colombia por la recomendación del capitán.

Mosquera Oviedo será sentenciado en enero de 2022 y enfrenta hasta 20 años de prisión. En ese proceso penal también se menciona al traficante Juan Carlos Dávila Bonilla.