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Joaquín Guzmán

‘El Chapo’ Guzmán se queja de revisiones constantes en su celda para evitar su fuga

El narcotraficante expresó una serie de quejas en primera persona en una declaración que se incluye en una querella que pide un mejor trato en la prisión ADMAX de Florence, en Colorado.
Publicado 23 May 2022 – 03:07 PM EDT | Actualizado 24 May 2022 – 07:09 AM EDT
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Poco queda del sanguinario líder del Cartel de Sinaloa que secuestraba, torturaba y pedía enterrar vivos a sus enemigos. “He sufrido mucho”, “El trato que recibo es cruel e injusto”, “Me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre”, dice ahora Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán sobre las condiciones en las que cumple una condena a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.

‘El Chapo’ se ha quejado en primera persona en una declaración jurada que se incluye en una nueva demanda civil que menciona al fiscal general Merrick Garland, al director del Buró de Prisiones (BOP) Michael Carvajal y a funcionarios del penal ADMAX Florence, al cual llegó Guzmán en julio de 2019.

Revisiones constantes dentro de su celda, cámaras de vigilancia hasta en el sitio donde conversa con sus defensores legales y un análisis minucioso de las cartas que ha escrito, son algunas de las medidas que toma el gobierno para evitar que se escape, según describe el propio Guzmán en el documento.

“Soy un mexicano de 64 años y fui extraditado de México a Estados Unidos en enero de 2017”, comienza el documento de siete páginas, escrito en inglés y que el capo firmó remarcando “Joaquín Guzmán L”.

“Debido al trato en ADMAX ahora yo padezco dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión”, aseguró ‘El Chapo’. “El trato que recibo es cruel e injusto, y me está causando que sufra problemas psicológicos y de salud. Yo rezo para que esta corte intervenga”, menciona refiriéndose al tribunal federal de Denver que recibió la demanda en octubre de 2021.

Hasta ahora, el Departamento de Justicia (DOJ) no ha respondido a la querella, ya que el juez Michael Hegarty aprobó el pasado 12 de mayo una moción para que lo haga hasta el 15 de junio y programó una audiencia para el 7 de julio.

Las denuncias de Guzmán han sido constantes desde que fue recluido en una prisión de Manhattan en espera de su juicio. De esta salió hasta que lo condenaron a pasar el resto de su vida tras las rejas.

Minutos antes de escuchar su sentencia, ‘El Chapo’ leyó una carta reclamando que estar en el Centro Metropolitano de Detención (MCC) de Nueva York “ha sido una tortura las 24 horas”. Pero no expresó arrepentimiento por ninguno de los crímenes que cometió.

Un régimen para terroristas

En la prisión ADMAX de Florence, describió Guzmán, pasa casi todo el día en una celda de 7 por 12 pies y con una pequeña ventana por donde le entregan una charola con alimentos. La celda está en la ‘Unidad H’, una zona de alta seguridad donde lo acompañan convictos por terrorismo.

Al llegar a ese penal, contó, le permitían salir a una jaula en el patio de 9 a 10 horas por semana, pero desde diciembre de 2019 ese tiempo se redujo a 3 horas o nada. Esa jaula de 10 por 10 pies es el único lugar donde puede ejercitarse.

El gobierno tampoco le permite tener contacto con otros reos, limita sus llamadas telefónicas a cuatro familiares (su madre, su hermana y sus hijas gemelas), impide que los guardias hablen con él y acude esposado de pies y manos a un salón donde lo visita su abogada Mariel Colón Miró.

Son las estrictas reglas conocidas como Medidas Administrativas Especiales o SAMs, que imponen a reos peligrosos para evitar que hagan más daños a la sociedad. Las normas SAMs, que limitan casi por completo las comunicaciones con el mundo exterior, se aplican principalmente a terroristas.

“Estoy descartado de tener cualquier contacto verbal o comunicación con otros presos”, reclamó Guzmán. “No tengo contacto humano, más que cuando los guardias ponen y remueven mis grilletes”.

Ninguna de las solicitudes de sus abogados tratando de estas medidas ha sido aprobada. Y es que Guzmán, además de haber sido el narcotraficante más peligroso de su época, se escapó en dos ocasiones de prisiones mexicanas y preparaba una tercera fuga antes de su extradición.

Por ayudarle, ahora su esposa Emma Coronel purga una condena a tres años de prisión en un penal de mínima seguridad en Texas. Su liberación está programada para el 13 de septiembre de 2023.

Guzmán pedía que le permitieran conversar con ella el 21 de septiembre de 2021, cuando un notario público de Colorado certificó su declaración. Eso fue tres meses antes de la audiencia condenatoria de Coronel en un tribunal de Washington DC. “Desde mi llegada a Estados Unidos no se me ha permitido hablar con mi esposa”, reclamó él.

Abogada:

'El Chapo' quiere dar entrevistas

En una entrevista con la periodista María Antonieta Collins para el programa Despierta América en Domingo de Univision, la abogada de ‘El Chapo’, Mariel Colón Miró dijo que si bien a su cliente no lo sentenciaron por actos de terrorismo le impusieron las reglas SAMs porque la Fiscalía “alegaba que él era una persona tan peligrosa que si no tenía esas medidas impuestas podía mandar a matar a otras personas como, por ejemplo, a los que testificaron en su contra en el juicio”.

Colón Miró dijo que Guzmán está dispuesto a dar entrevistas a reporteros, “pero no puede” por la norma SAMs. En relación con eso, un video en el que este capo responde a una serie de preguntas enviadas por el actor Sean Pean fue mostrado en su juicio como evidencia de autoincriminación.

‘El Chapo’ también tiene el deseo de aprender inglés para poder comunicarse con guardias, consejeros y personal de salud, pero no le han entregado material didáctico adecuado y negaron que un profesor le dé clases en persona.

Ni siquiera entiende lo que ve en la televisión, pues todos los canales transmiten contenido en inglés. Una vez que sometió sus quejas, le respondieron en inglés en una carta enviada a su celda y hasta que habló con Colón Miró supo que las habían rechazado.

Tampoco respondieron cuando pidió una escoba y un trapeador para limpiar una celda, “por lo que yo he sido forzado a vivir y constantemente respirar polvo excesivo”, dijo el capo.

Las enfermedades de ‘El Chapo’

En su declaración jurada, Guzmán alega que ni siquiera le hacen caso cuando pide atención médica. Él narra un incidente sucedido en julio de 2021, cuando estaba tosiendo “incontroladamente” y tenía el pecho congestionado, pero “nunca recibí tratamiento médico”.

Lo mismo habría ocurrido cuando pidió que le dieran medicamentos para curarse el dedo de un pie que contrajo hongos, según él, porque comparte el mismo cortaúñas con otros reos. El hongo se le fue cuando se le cayó la uña, afirmó Colón Miró en la entrevista.

“El cuidado médico en ADMAX es escaso”, señaló ‘El Chapo’, aunque reconoció que ya lo vacunaron contra el coronavirus y que lo han tratado varias veces de la presión arterial.

“He sufrido mucho estando en confinamiento solitario. Mi presión arterial se ha elevado, llevando a dolores de cabeza y ansiedad. A veces olvido cosas”, aseguró el traficante.

“Me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre”, dijo ‘El Chapo’, quien asegura tener un trastorno de sueño porque lo despierta después de la medianoche el aire “extremadamente caliente” que sale por la ventilación durante quince minutos entre cuatro y cinco veces.

“Cada noche esto causa que mi corazón comience a latir rápidamente, elevando mi presión arterial. He presentado este problema al personal, pero nadie ha hecho algo”.

Al exlíder del Cartel de Sinaloa le incomoda que entren a su espacio para registrar sus cosas, una de tantas acciones que realizan en ADMAX para evitar que se escape por tercera vez. Pero él dice que su temor es que los guardias lo contagien de coronavirus.

“Aunque yo no comparto una celda y estoy dentro de mi celda 24 horas al día, funcionarios de la prisión entran a mi celda varias veces por semana para hacer registros de rutina, cuando ellos mueven y tocan todas mis pertenencias”.

Otra preocupación de Guzmán es que solo le dejan hacer hasta dos llamadas de 15 minutos a sus familiares y que escribió una carta a sus seres queridos en octubre de 2019 y recibió otra de respuesta hasta agosto de 2020. Fue porque el Buró de Prisiones lee la correspondencia para evitar que lleve mensajes ocultos.

De acuerdo con la DEA, ‘El Chapo’ heredó su reino de drogas a sus cuatro hijos: Jesús Alfredo, Iván Archivaldo, Ovidio y Joaquín. Estos jóvenes lideran una facción del Cartel de Sinaloa y su poder ha crecido, convirtiéndose en importantes traficantes de fentanilo, cocaína, metanfetamina, heroína y otras drogas. Por la captura de cada uno de ellos ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares.

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