Los esfuerzos para poner fin a la guerra en Gaza vivieron este lunes un día clave con la consumación de algunos de los elementos más importantes de la llamada "primera fase del plan de paz" que acordaron Israel y Hamas con la mediación de Catar, Estados Unidos y Turquía; y la cumbre con líderes mundiales en Egipto.
Trump acapara el protagonismo en el día del intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos
Después del intercambio de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, los honores con que fue recibido en Tel Aviv el presidente Trump, la atención se traslada a la cumbre de paz en Egipto, clave para el futuro de la paz en Gaza.

El día comenzó con la compleja operación para la liberación de todos los rehenes que quedaban con vida en manos de Hamas a cambio de cientos de palestinos encarcelados en Israel, además de la llegada de los primeros camiones con ayuda humanitaria a Gaza. El acuerdo para el alto el fuego entre Israel y Hamas incluía el intercambio de todos los rehenes por unos 2,000 palestinos presos.
La liberación de los rehenes fue celebrada con júbilo y lágrimas de emoción en Tel Aviv, en la ahora llamada Plaza de los Rehenes, donde se habían congregado miles de personas. También hubo vítores en la Cisjordania ocupada cuando llegaron los primeros autobuses con los prisioneros palestinos excarcelados. En la Franja de Gaza se reunieron también multitudes para recibir a los detenidos canjeados.
Sin reportes de contratiempos en la operación, antes de dirigirse a Egipto para copresidir la cumbre que se supone dará una forma más concreta a la segunda fase del plan de paz en Gaza, el presidente Donald Trump buscó acaparar el protagonismo con su aparición ante el parlamento de Israel.
Trump acapara el protagonismo con su visita a Israel
En su discurso, antecedido por innumerables halagos de parte de las principales autoridades locales, Trump pidió a israelíes y palestinos que aprovechen la oportunidad que se les ha presentado con lo que el presidente llamó “un nuevo amanecer en Medio Oriente”. “En las próximas generaciones, este será un momento recordado como cuando todo empezó a cambiar”, dijo.
Afirmó también que los israelíes no tenían nada más que ganar en el campo de batalla y que debían trabajar para conseguir una paz duradera en la región. “Ustedes ganaron. Quiero decir, ya ganaron. Ahora es el momento de traducir estas victorias contra los terroristas en el gran premio de la paz y prosperidad”, dijo.
"La elección para los palestinos no puede ser más clara. Es su oportunidad de alejarse para siempre de la vía del terrorismo y la violencia", afirmó el republicano.
El discurso fue brevemente interrumpido por la protesta de dos diputados de la izquierda que lanzaron gritos para que reconociera el Estado palestino, algo que han hecho numerosos países como respuesta a lo que han denunciado como genocidio del pueblo palestino.
"Eso fue muy eficiente", dijo el presidente al ver la celeridad con que habían sido sacados de la sala y pudo continuar con su discurso. "Desde el 7 de octubre hasta esta semana, Israel ha sido una nación en guerra, soportando cargas que solo un pueblo orgulloso y fiel podría soportar", dijo. "Para tantas familias en este país, han pasado años desde que conocieron un solo día de verdadera paz", dijo.
"Pero ahora perdura, no solo para los israelíes, sino también para los palestinos y para muchos otros. La larga y dolorosa pesadilla finalmente ha terminado", proclamó, a pesar de las numerosas incógnitas que quedan por resolver.
El foco de atención pasa a la cumbre de Egipto
Aclarar algunas de esas cuestiones sin respuesta se supone que es la tarea de la cumbre de Egipto que, según la oficina del presidente Abdul Fatah el Sisi, debe servir para "poner fin a la guerra" en Gaza e "inaugurar una nueva página de paz y estabilidad regional" en línea con la visión de Trump.
Egipto consideraba crucial que Israel y Hamas implementaran completamente la primera fase del acuerdo para que las partes, con respaldo internacional, puedan comenzar negociaciones sobre la segunda fase.
Ahora El Sisi y Trump aparecen relativamente alineados pero en marzo Egipto había propuesto un plan de posguerra para permitir que los más de dos millones de gazatíes pudieran permanecer en su tierra, algo que contrastaba con las declaraciones de Trump hablando de despoblar el territorio para crear la Riviera del Medio Oriente.
El esquemático plan, al menos en lo que ha trascendido, deja numerosas cuestiones sobre el futuro de Gaza sin una respuesta clara más allá de que el gobierno de la Franja excluirá a Hamas y será confiado a "un comité palestino tecnocrático y apolítico" bajo "la supervisión y control de un nuevo organismo internacional de transición" dirigido por Trump y en el que se supone estará el británico Tony Blair.
Sobre la reconstrucción, tampoco ofrece muchos detalles ni queda claro quién asumirá los costes que algunos organismos estiman en $53,000 millones. Solo esboza que los socios regionales e internacionales deberán trabajar sobre la creación de una nueva fuerza de seguridad palestina.
Se espera que los mediadores del acuerdo entre Israel y Hamas (EEUU, Egipto, Catar y Turquía) se comprometan de alguna manera a ejercer de garantes de la ejecución de lo que se resuelva en la cumbre.
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