El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, declaró Estado de prevención en diversos lugares del país y emitió órdenes a las autoridades para detener a los inmigrantes hondureños que forman parte de una caravana que busca cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
Presidente de Guatemala ordena detener a integrantes de la caravana de migrantes hondureños que ingresaron al país
Alrededor de 2,000 migrantes hondureños que esperan llegar a Estados Unidos entraron a pie a Guatemala el jueves por la mañana, poniendo a prueba la reciente reapertura de la frontera, que había estado cerrada por la pandemia de coronavirus.

“Les pedimos a todos los que entraron ilegalmente, que por favor p rocedan a regresar porque en este momento se ha dado la orden de que sean detenidos en el territorio guatemalteco todos aquellos que hayan ingresado ilegalmente y sean retornados a la frontera de su país y puestos bajo la vigilancia de las autoridades de Honduras”, dijo en un mensaje a la población la noche del jueves.
El Estado de prevención tendrá vigencia por 15 días, según lo aprobado en consejo de ministros este jueves y los departamentos que se regirán por la medida de excepción son: Izabal, Petén, Zacapa, Chiquimula, Jutiapa y El Progreso.
Alrededor de 2,000 migrantes hondureños que esperan llegar a Estados Unidos entraron a pie a Guatemala el jueves por la mañana, poniendo a prueba la reciente reapertura de la frontera, que había estado cerrada por la pandemia de coronavirus.
Las autoridades habían planeado registrar a los migrantes mientras cruzaban la frontera y ofrecer asistencia a aquellos dispuestos a regresar a su país de origen, pero el grupo pasó por el cruce fronterizo oficial de Corinto sin registrarse, abriéndose paso al superar en número a policías y soldados guatemaltecos, que no pudieron retenerlos.
Notas Relacionadas
Los migrantes centroamericanos comenzaron a viajar en grandes grupos en los últimos años, buscando seguridad en los números y en algunos casos evitando pagar a los traficantes. Los llamados para formar una nueva caravana de migrantes que partiera del territorio el 1 de octubre habían circulado durante semanas en las redes sociales.
Las probabilidades de que una gran caravana migrante llegue a la frontera de Estados Unidos, que ya eran bajas, se han reducido todavía más en el último año. Bajo la presión de Estados Unidos, México desplegó a su Guardia Nacional y a más agentes de inmigración para desmantelar las caravanas el año pasado. Dispersaron a grandes contingentes que trataban de viajar juntos por el sur de México. Y cruzar a Estados Unidos de manera legal es prácticamente imposible en este momento con la pandemia, e ingresar de manera ilegal es tan difícil como lo ha sido siempre.
La partida del nuevo grupo evocó recuerdos de una caravana de migrantes que se formó hace dos años, poco antes de que se celebraran las elecciones legislativas en Estados Unidos. Se volvió un tema conflictivo en la campaña, que avivó la retórica antimigratoria. Aunque las caravanas atraen la atención, realmente sólo representan una pequeña fracción del flujo migratorio diario de pequeños grupos que pasan desapercibidos por Centroamérica y México.
Mira también:







