Completó su aplicación de asilo con el traductor de Google, el juez la rechazó y lo devolvió a donde lo habían secuestrado

Con la nueva fecha de audiencia fijada, el hombre pidió poder enviar la aplicación por correo sobre todo porque temía por su vida. "Los solicitantes de asilo son devueltos para sufrir condiciones terribles, con frecuencia sin acceso a refugios seguros", dice Human Rights First.

Un grupo de migrantes el pasado 17 de septiembre de 2019 en la zona de espera de la tienda de campaña en Laredo, Texas, convertida en sala de corte para atender a quienes están bajo los Protocolos de Protección de Migrantes.
Un grupo de migrantes el pasado 17 de septiembre de 2019 en la zona de espera de la tienda de campaña en Laredo, Texas, convertida en sala de corte para atender a quienes están bajo los Protocolos de Protección de Migrantes.
Imagen Eric Gay/AP

Sin abogado y sin hablar o entender inglés, un hondureño se presentó el jueves en la corte improvisada en una tienda de campaña en Laredo, Texas, para presentar su aplicación de asilo. La había preparado él mismo y para traducir la planilla y poder llenarla se valió de Google.

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"La aplicación de asilo fue rechazada y el juez fijó otra fecha de audiencia en su calendario de corte para que presente una nueva (aplicación)", contó en su cuenta de Twitter Rebecca Gendelman, miembro de la organización Human Rights First (HRF), que ha monitoreado de cerca el avance de los Protocolos de Protección de Migrantes (PPM) y ha compilado en un informe casos de violencia y el aumento en el número de migrantes centroamericanos forzados a esperar en México —y no en Estados Unidos— la solución de sus casos de asilo. Una nueva fecha podría tomar meses en muchos casos. En su caso fue fijada para unas semanas después.


"El juez le preguntó si la aplicación había sido llenada en inglés y le preguntó al oficial que verificara, como lo hace con cada aplicación. El oficial le dijo que parecía que había palabras en inglés y otras en español", cuenta la abogada a Univision Noticias al teléfono. "Le preguntó si la había llenado él mismo o si alguien lo había ayudado. El inmigrante le explicó que la había llenado él mismo y el juez le dijo: '¿Hablas inglés?'. Él le respondió que no", relata.

Con la nueva fecha de audiencia fijada, el hombre pidió poder enviar la aplicación por correo sobre todo porque temía por su vida. "Explicó que estaba aterrado de viajar desde Monterrey (donde vive) a Nuevo Laredo, porque allí había sido secuestrado", narra la abogada.

En esa frontera, el grupo de hombres que lo raptó además lo amenazó: "Le dijeron que no querían volver a verlo". El juez no aceptó la petición del migrante, le exigió volver en la fecha pautada y repetir un viaje que, de nuevo, podía poner en peligro su vida.

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La tarde del jueves, los abogados escucharon unos 33 casos de migrantes que se presentaron en esta carpa de Nuevo Laredo.

Una política que promueve el delito

Desde hace un año el gobierno estadounidense ha estado aplicando los PPM en la frontera con México. Más de 59,000 migrantes —no solo provenientes de Centroamérica, sino también venezolanos, cubanos, brasileros, nicaragüenses, entre otros— han sido retornados a ese lado de la frontera a esperar la solución de sus casos de asilo. En el reporte de HRF describen los cambios que ha sufrido el programa y cómo ha sido expandido hacia ciudades de las más peligrosas de México.

"Mientras el gobierno de Trump y el Departamento de Seguridad Nacional lo promocionan como la 'iniciativa más exitosa' al resaltar que ha reducido el número de solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur, la política ha sido de hecho 'exitosa' en enviarlos a secuestros y agresiones y en aterrorizar a solicitantes de refugio legítimos para que abandonen sus pedidos de protección", concluye la organización en su análisis.

Hasta el 21 de enero de 2020, Human Rights First había identificado 816 reportes de asesinatos, torturas, violaciones sexuales, secuestros y ataques contra los migrantes retornados. Consideran que la cifra de seguro es superior.

Otro estudio publicado en octubre por el Centro de Políticas de Migración documentó casos como el de un padre que fue secuestrado y torturado por delincuentes en frente de su hijo de 3 años en Reynosa o el de una cubana violada en Matamoros luego de que la regresaran.

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HRF asegura que los ubican y agreden aunque estén dentro de refugios, en taxis o en buses, en medio de la calle mientras caminan a comprar comida, buscar trabajo, refugio o de camino a la frontera con Estados Unidos para cruzar a sus citas de migración.

Video "No dejan que uno opine mucho": migrante narra su audiencia por videoconferencia en la frontera

"Solicitantes de asilo que se han mudado a otras partes de México en un intento por estar más seguros mientras esperan sus audiencias de los PPM han sido interceptados por secuestradores mientras están en tránsito, en estaciones de autobuses, en aeropuertos o cuando vuelven a las ciudades fronterizas por sus audiencias", dicen. Y el caso del hondureño que pidió a un juez enviar su aplicación de asilo por correo es uno de ellos.

"Los solicitantes de asilo son devueltos para sufrir condiciones terribles, con frecuencia sin acceso a refugios seguros, comida suficiente, condiciones de salubridad o atención médica adecuada, condiciones que están empeorando a medida que pasan los meses", concluye HRF.

En sus observaciones en estas carpas, Gendelman asegura no recordar un solo juez que pregunte a los inmigrantes si tienen miedo de regresar a México, eso aún cuando las cifras de incidentes violentos de las que son víctimas los inmigrantes están ampliamente documentadas.