Cuando tu viaje de Uber o Lyft incluye insultos racistas

Es una norma no escrita de Uber y Lyft: junta a dos extraños en un vehículo y casi seguro te toparás con una conversación extraña. Pero a veces los comentarios casuales cruzan la línea y se convierten en apreciaciones racistas. ¿Están haciendo lo suficiente para evitarlo las grandes empresas de transporte privado de Sillicon Valley?

Video Un conductor de Uber graba cómo los ataques racistas de una pasajera

Un domingo a finales de marzo, Maria Ocon, de 34 años, llamó a un Uber para que la llevara a su trabajo en 90 Grados, un restaurante mexicano-salvadoreño de Manassas, Virginia, donde trabaja como mesera. Después de cinco minutos , el conductor le hizo una pregunta que la dejó sorprendida.

"Me preguntó si lo iba a matar porque los salvadoreños son mafia", dice Ocon, que es nicaragüense. "Supongo que él asumió que yo era salvadoreña y supongo que pensó que era una broma. Pero no fue gracioso”.

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Ocon le dijo al conductor, al que describe como "también un inmigrante, que tenía acento", que ella no era de El Salvador, y que debería ser más cuidadoso con sus comentarios. No se disculpó. Ocon permaneció en silencio el resto del viaje. Pero se quedó pensando en el incidente, y se sintió mal de que el conductor la hubiera insultado por su nacionalidad: "Me sentí muy mal. Y si yo me sentía mal, ¿cómo se sentiría un salvadoreño?", dice. "No se puede generalizar sobre un país entero por las acciones de unos pocos". Unas horas más tarde, denunció el episodio a Uber a través de la aplicación.

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Uber se puso en contacto a través de un mensaje en la aplicación en el que le notificó que no la volverían a emparejar con el mismo conductor.

María Ocon en su auto
María Ocon en su auto

Es una norma no escrita de Uber y Lyft: junta a dos extraños en un vehículo y casi seguro te encontrarás con una conversación extraña. Un chofér y un pasajero (o pasajeros) pueden hablar idiomas diferentes, escuchar música diferente y tener opiniones contrarias, entre otras cosas. Sin embargo, los comentarios o las acciones a veces cruzan el límite y pueden convertirse en apreciaciones racistas o insultantes. ¿Están haciendo lo suficiente para evitarlo las grandes empresas de transporte privado afincadas en Sillicon Valley para evitar incidentes como el que sufrió Ocon?

El mes pasado, se viralizó un video de una pasajera que amenazó e insultó a un chofér de Uber en el Bronx, Nueva York. La pasajera dijo al chofer que lo iba a acusar de violación y que esperaba que Donald Trump lo deportara. Uber vetó de por vida a la usuaria de la aplicación.

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Según Susan Hendrick, portavoz de Uber, la compañía se toma las denuncias de discriminación de forma muy seria. Cada incidente que se reporta a través de la aplicación se comprueba y se rastrea a fondo. Si varios incidentes similares involucran a una misma persona, ya sea conductor o pasajero, estos pueden ser motivo de un castigo más severo, como ser expulsados de la plataforma, explica a Univision Noticias. "Cualquier caso confirmado puede resultar en la pérdida permanente del acceso a la aplicación", dice. "Se espera que todos los choferes y conductores se traten con respeto".

Tanto Uber como Lyft han hecho públicas en sus webs políticas que prohíben la discriminación de pasajeros o conductores por motivos de raza, nacionalidad, religión, sexo, discapacidad, condición médica o edad. Y ambas compañías emplean procesos de selección para sus conductores.

Sin embargo, la profesora Veena Dubal, profesora de leyes de discriminación laboral de la Universidad de California y experta en Uber y Lyft, dice que esas acciones están muy limitadas por la propia manera poco tradicional en que Uber y Lyft tratan a sus conductores. Y es que ambas empresas consideran a sus conductores como "contratistas", no empleados.

"Esa es su manera de evadir la responsabilidad o cualquier tipo de responsabilidad", dice. "Si los conductores fueran empleados, Uber estaría obligados a proporcionarles un ambiente de trabajo seguro y libre de hostilidades. Eso significaría que tendrían que hacer ciertas cosas que los empleadores hacen, como proveer talleres para evitar la discriminación".

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Esta profesora ha pasado por una serie de entrenamientos de Uber y dice que nunca les ha oído hablar de las políticas de no discriminación.

"Es raro porque enseñan a los conductores a hacer otras cosas, como abrirle la puerta a un pasajero", dice. "Pero, ¿por qué no se aseguran de que dicen insultos raciales? ¿Por qué no hay una ‘tolerancia cero’ hacia la discriminación racial?"

En octubre pasado, los resultados de un estudio realizado por investigadores de tres universidades concluyeron que los conductores de Uber y Lyft discriminan con regularidad a los pasajeros en función de su raza.

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de la Universidad de Stanford y de la Universidad de Washington enviaron a pasajeros a casi 1.500 recorridos por Seattle y Boston y descubrieron que los conductores habían cancelado desproporcionadamente a los pasajeros con nombres negros, a pesar de que la compañía penaliza a los conductores que cancelan viajes frecuentemente. En Seattle, se observaron tiempos de espera más largos para los pasajeros afroamericanos: hasta un aumento del 35%.

El estudio alentó a las compañías a que hicieran más anómina la información que el conductor y el pasajero reciben sobre el otro en la aplicación antes de que comience un viaje. Pero ninguna de las dos compañías lo hizo.

Según dijo la portavoz de Lyft Alexandra LaManna, el 66% de los choferes de la compañía se identifican con una minoría. Uber no proporcionó esa información.

Después de reportar lo que le sucedió a Uber, Ocon se puso en contacto a Univision Noticias a través del proyecto ' El reporte del odio', que está documentando los crímenes de odio desde las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre..

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Ocon dice que siente que la respuesta de Uber fue insuficiente: le habría gustado que la compañía prohibiera al conductor trabajar. "Esperaba algo más", dice. “Este hombre los representa. Es su cara. Está prestando un servicio”.

Hendrick, portavoz de Uber, dice que los pasajeros o los conductores pueden volver a ponerse en contacto con la compañía si sienten que la respuesta no fue adecuada.

En los últimos meses, Uber también ha sido criticado por su respuesta a las denuncias de agresiones sexual de conductores y pasajeros, así como acusaciones de sexismo y acoso sexual de empleados de la empresa: "Lo fascinante de Uber es que operan en un ambiente que ellos han intentado hacer menos seguro, contrario a las regulaciones existentes", dice Dubal. "Es una empresa basada en la idea de que nadie debería tener mucha responsabilidad".

Por su parte, Ocon ya no usa Uber para ir a trabajar. Su esposo y ella se han comprado un auto.

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