El presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva que facilitará a las iglesias y grupos religiosos participar en la actividad política sin riesgo de perder las exenciones de impuestos de las que se benefician actualmente, según adelantó un alto funcionario de la Casa Blanca.
El presidente Trump firma una orden ejecutiva para aliviar las restricciones de participación política a grupos religiosos
La orden también permitirá además que no sea obligatorio para los empresarios que declaren objeciones religiosas dar servicios de anticoncepción como parte de los planes de salud.

La orden tiene como objetivo evitar las barreras que impone una disposición del código fiscal federal conocido como la ‘Enmienda Johnson’ establecida en 1954, que prohíbe a las organizaciones religiosas de oponerse directamente o apoyar a los candidatos políticos desde su púlpito.
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La disposición está incluida en el código fiscal y para anularla por completo debería pasar por el Congreso, según explica el Washington Post. De momento, lo que hará Trump es pedir a los funcionarios del Servicio de Impuestos Interno (IRS por su sigla en inglés) "ejercer la máxima discrecionalidad de la prohibición".
Con esta medida el gobierno de Trump busca reforzar su compromiso para "proteger y promover vigorosamente la libertad religiosa", defendió el funcionario que habló en condición de anonimato antes de la firma, que se produjo coincidiendo con la conmemoración del Día Nacional de Oración.
El mandatario se comprometió durante la Convención Republicana a acabar con esta enmienda, una promesa que reiteró el pasado febrero ante líderes religiosos a los que aseguró que considera restringe su libertad.
Quienes defienden esta enmienda advierten de que si se retira los púlpitos se pueden convertir en un centro de proselitismo electoral y los expertos advierten que facilitaría la entrada de más dinero de procedencia incierta a las campañas.
La orden ejecutiva también ofrece un "alivio reglamentario" (no especificado) a los empresarios que aleguen objeción religiosa a un mandato de la administración de Barack Obama que exigía que los planes de salud ofrecidos por los empleadores a sus trabajadores incluyeran servicios de anticoncepción, según la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.
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En 2014, el Tribunal Supremo dictaminó que las empresas con fines de lucro, de propiedad privada, en las que el 50 por ciento de las acciones esté en manos de cinco o menos personas y sus propietarios apelen a sus creencias religiosas, no se les puede exigir que los planes de salud que ofrecen a sus empleados incluyan anticonceptivos.
El fallo se produjo después del caso de la cadena de suministros de manualidades Hobby Lobby, cuyos dueños demandaron al Gobierno de Obama por la norma de la reforma de salud que obliga a la mayoría de los empleadores, con excepción de las iglesias y de organizaciones religiosas no lucrativas, a ofrecer anticonceptivos en los planes de salud para sus trabajadoras.
La orden ejecutiva de Trump buscaría extender el fallo del Tribunal Supremo. "Tenemos que proporcionar alivio regulatorio para hacer frente a esas cuestiones pendientes para más que sólo empresas como Hobby Lobby", indicó el funcionario de la Casa Blanca, en declaraciones a la AFP.
La medida ha generado inquietud entre los grupos defensores de derechos civiles, que temen que la administración Trump extienda medidas discriminatorias contra las personas LGBT y otras minorías.







































