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11 de Septiembre

El FBI difunde documentos desclasificados del 11 de septiembre

Aunque la investigación final del FBI no encontró evidencia suficiente para acusar a tres ciudadanos sauditas en EEUU de tener conocimiento previo de los ataques y apoyar a los terroristas, familiares de las víctimas que demandaron la desclasificación de documentos califican la información publicada como "incriminatoria" sobre el papel del gobierno saudita.
4 Nov 2021 – 06:44 AM EDT
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El FBI publicó este miércoles cientos de páginas de documentos desclasificados recientemente sobre su prolongada labor para explorar conexiones entre el gobierno saudita y los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, revelando el alcance de una ardua e infructuosa investigación cuyo resultado muchos cuestionan hasta el día de hoy.

Durante más de una década, los agentes investigaron el apoyo que recibieron varios de los secuestradores a su llegada a Estados Unidos, enfocándose en particular en si tres ciudadanos saudíes, entre ellos un funcionario de la embajada de Arabia Saudita en Washington, tenían conocimiento por anticipado de los atentados.

Finalmente, los investigadores no encontraron evidencia suficiente para acusar a alguno de los tres por apoyar ilegalmente a los secuestradores, según un memo del FBI con fecha de mayo con el que se puso fin a la pesquisa y que se encontraba entre las más de 700 páginas dadas a conocer este miércoles.


El FBI destacó en el memo que Al Qaeda dividió las funciones de sus principales ataques y “no reveló con anticipación los planes de sus atentados a los demás" por temor a que se filtrara la noticia, reportó la AP.

“En específico, en relación con los ataques del 11 de septiembre, los secuestradores sabían que era una operación de martirio, pero no supieron de la naturaleza de la operación hasta poco antes del ataque, por motivos de seguridad de la operación", asegura el memo del FBI. Se desconoce cómo es que el FBI llegó a esta conclusión, considerando que todos los secuestradores murieron en el atentado.

Los documentos son el material más reciente en hacerse público en virtud de una orden ejecutiva del presidente Biden para difundir reportes investigativos relacionados con los ataques, los cuales eran confidenciales. Otro documento de investigación se dio a conocer en el 20 aniversario de los atentados.

Los familiares de las víctimas buscaban tener acceso a los registros, ya que han demandado en un tribunal federal de Nueva York para intentar demostrar que el gobierno saudí fue cómplice de los atentados, algo que las autoridades de Riad rechazan vehementemente.

La embajada de Arabia Saudí en Washington no ha hecho comentarios al respecto, pero en septiembre pasado emitió un comunicado en el que señaló que las acusaciones eran infundadas y categóricamente falsas.

Qué revelan los nuevos documentos desclasificados por el FBI

Durante las últimas dos décadas los investigadores estadounidenses han documentado el apoyo brindado por los funcionarios del gobierno saudita varios de los secuestradores a su llegada a los EEUU pero no han producido evidencia clara de que los líderes gubernamentales de alto nivel de ese país ayudaron a planear los ataques.

El memorando del FBI que cierra la investigación dice que la oficina "no ha identificado grupos o personas adicionales responsables del ataque además de los acusados actualmente".

Pero a pesar de eso, los documentos revelan nuevos detalles sobre los esfuerzos que ha hecho el FBI durante años para buscar una posible participación del gobierno saudí y analizar el apoyo brindado por ciudadanos saudíes en EEUU a los dos primeros secuestradores que llegaron al país, Nawaf al-Hazmi y Khalid al-Mihdhar.

Andrew Maloney, abogado principal de las familias de las víctimas, dijo a raíz de la desclasificación que el FBI "ha publicado una cantidad sustancial de documentos muy incriminatorios sobre el papel del gobierno saudí en ayudar a Al Qaeda y a estos dos secuestradores en particular".

Brett Eagleson, cuyo padre, Bruce, murió en el ataque al World Trade Center, dijo en un comunicado que los detalles de los documentos "ayudan a reforzar los argumentos de que funcionarios saudíes de alto nivel ayudaron y apoyaron a los secuestradores del 11 de septiembre".

Los posibles vínculos de dos secuestradores con Arabia Saudita

Entre los episodios examinados por el FBI y relatados en los registros se encuentra una reunión en febrero de 2000 en un restaurante halal del sur de California entre Al-Hazmi y Al-Mihdhar y un ciudadano saudita llamado Omar al-Bayoumi, quien posteriormente les ayudó a alquilar un apartamento en San Diego. Anteriormente había atraído el escrutinio del FBI, pero nunca fue acusado por sus conexiones con los futuros secuestradores.

Según los registros publicados este miércoles, el FBI también investigó los vínculos entre Al-Hazmi y Al-Mihdhar y personas vinculadas al Ministerio de Asuntos Islámicos de Arabia Saudita, una entidad que financia mezquitas y esfuerzos para promover el Islam en todo el mundo.

Según uno de los documentos, el FBI estudió si los operativos de Al Qaeda se habían "infiltrado" en el ministerio sin que el gobierno saudita lo supiera o si había una "colaboración de los operativos de AQ y ciertos elementos radicales dentro del Ministerio de Asuntos Islámicos para objetivos mutuamente beneficiosos".

El FBI examinó si los sauditas que habían brindado apoyo financiero a Al-Hazmi y Al-Mihdhar tenían vínculos con los conspiradores del ataque.

Según los documentos, Al-Bayoumi estaba en contacto con Musaed al-Jarrah, quien se desempeñó como director de asuntos islámicos en la embajada de Arabia Saudita en Washington y de quien el FBI sospechaba que "podría haber estado tratando" de traer extremistas a Estados Unidos utilizando su cargo en la embajada. En el resumen final de la investigación, el FBI describió a Al-Jarrah como una "influencia controladora, orientadora y directriz en todos los aspectos de la actividad extremista sunita en el sur de California".

Maloney, el abogado de los demandantes, dijo que esas acusaciones son significativas.

"Aquí tenemos por primera vez al FBI diciéndole al mundo que Jarrah era un extremista, y que estaba trayendo a imanes extremistas sunitas a Estados Unidos y luego supervisándolos", dijo.

Pero las autoridades no tenían pruebas suficientes de que Al-Jarrah, Al-Bayoumi y un tercer hombre, Fahad al-Thumairy, que era un diplomático acreditado en el Consulado de Arabia Saudita en Los Ángeles y que, según los investigadores, dirigía una facción extremista en su mezquita, habían conspirado para ayudar a los secuestradores.

Ninguno de los tres fue acusado y desde entonces todos abandonaron el país, dijo el FBI.

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