Alrededor de 500 personas mueren cada año, en promedio, en las carreteras de Estados Unidos en accidentes provocados por conductores que circulaban en sentido contrario, de acuerdo con un estudio de la Asociación de Automovilistas de América (AAA, en inglés), que tiene más de 60 millones de miembros en EEUU y Canadá.
Unas 500 personas mueren al año en EEUU en choques provocados por conductores que van en sentido contrario
Un estudio de la Asociación de Automovilistas de América (AAA, en inglés), señala un aumento de un 34% en este tipo de accidentes, en comparación con los registrados en sus reportes anteriores.

De acuerdo con el informe, que puede consultarse en esta página (en inglés), la mayoría de los accidentes son causados por conductores que manejan bajo la influencia de alcohol o drogas.
“Hubo 2,008 muertes por choques producidos por personas que conducen en sentido contrario entre 2015 y 2018, de acuerdo con los datos de la Fundación para la Seguridad en el Tráfico de la AAA”, dice el comunicado de la organización, difundido el martes 23 de marzo de este año.
“Esta cifra supone un aumento de un 34% del promedio de 372 muertes [registradas por esta causa] que se contó entre 2010 y 2014”, sostiene el texto. “Los investigadores dijeron que entre las posibilidades de que una persona conduzca en sentido contrario se incrementan si lo hace bajo la influencia de alcohol, por ser de mayor edad o por manejar sin un pasajero”.
Solo un 4% del total de accidentes en Estados Unidos se producen debido a que un conductor vaya en sentido contrario, pero la mortalidad se incrementa considerablemente puesto que la colisión es de frente a frente, apunta el estudio.
“Los choques causados por un conductor que va en sentido contrario son frecuentemente mortales”, señaló el doctor David Yang, director ejecutivo de la Fundación para la Seguridad en el Tráfico de la AAA. “Y, desgraciadamente, estos choques van en aumento, como lo indica el reporte”.
Un conductor en sentido contrario provocó el accidente que dejó al menos 13 muertos en el condado Imperial, en California, cerca de la frontera con México, hace unas semanas, el 2 de marzo.












