TALLAHASSEE, Florida. Los viajes en helicóptero y avión privado sobrevolando Florida parecen haber despertado la sensibilidad ecológica de Donald Trump.
Por qué Trump se pone el gorro ecologista en Florida
El republicano, que niega la sequía en California y el cambio climático, descubre de repente los problemas ecológicos que preocupan a los floridanos, a quienes necesita para seguir aspirando a la presidencia.


En su gira esta semana por un estado imprescindible para una victoria que cada vez parece más improbable, Trump ha insertado en sus discursos promesas de protección del amenazado ecosistema regional.
"Una administración Trump también trabajará junto a ustedes para restaurar y proteger los bellos Everglades de Florida", dijo Trump en Naples el domingo. "Nuestro plan también contribuirá a mejorar el agua y el agua residual, para que los acuíferos de Florida sean puros y estén a salvo de la polución. También repararemos la presa Herbert Hoover en el Lago Okeechoobee".
A pesar de esto, Trump no se ha transformado de la noche a la mañana en Mr. Verde. Sus promesas se limitan a esas menciones en discursos de casi una hora centrados casi por completo en ataques a Hillary Clinton y el republicano sigue queriendo acabar con el acuerdo del clima de París y aún cree que el cambio climático es una invención de los chinos. En California, durante la primaria de junio en la que competía sin oposición, Trump llegó a afirmar contra la evidencia, que el estado no padecía sequía.
Pero con estos guiños de última hora a las preocupaciones locales de los floridanos, Trump aspira a arañar algún voto indeciso. El medio ambiente es el segundo asunto más importante para los residentes en el estado, solo por detrás de la economía, según un sondeo publicado a principios de este mes por la Universidad del Sur de la Florida (USF).
Muchos se mudan a Florida en busca de los valiosos activos medioambientales del estado como sus playas, ríos y fauna, explica Susan MacManus, politóloga en USF.
La profesora explica que esos votantes no vinculan necesariamente las causas ecológicas locales al cambio climático.
"Estas son preocupaciones desde hace mucho tiempo de una gran variedad de grupos de personas, mientras que el cambio climático es un asunto que moviliza más a los millennials", explica MacManus.
No es la primera vez que el republicano muestra interés por un asunto medioambiental local en un estado en disputa. Trump visitó el mes pasado Flint, la ciudad de Michigan víctima de contaminación por agua.
Trump, por supuesto, esperará que los votantes locales en ambos estados perciban como genuino su repentino descubrimiento de la naturaleza.
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