La senadora que, arrepentida por segunda vez, vuelve a apoyar a Donald Trump

El 'efecto Donald Trump' dentro del Partido Republicano sigue causando enfrentamientos, rebeliones, fugas y al menos un regreso de gente arrepentida.

Precisamente eso, arrepentirse, fue lo que le pasó a la senadora por Nebraska Deb Fischer. Y no una, sino dos veces en un lapso de cuatro días en los que pasó de pedirle al nominado republicano que dé un paso al costado para dejar la candidatura en manos de Mike Pence el pasado sábado, tras el escándalo por el video lascivo de 2005, a decir que votará por él en las elecciones presidenciales.

"Planeo votar por el señor Trump y el señor Pence el 8 de noviembre", dijo este martes en una entrevista en la emisora de su estado KLIN.

"Hice una declaración... con respecto a los comentarios del señor Trump. Sentí que eran asquerosos. Sentí que eran inaceptables", dijo la senadora en referencia a las grabaciones de 2005 difundidas la semana pasada por The Washington Post en las que se escuchan comentarios lascivos de Trump sobre las mujeres.

"...Y nunca dije que no estaba votando por nuestra fórmula republicana", justificó luego Fischer.

Lo que dijo realmente la senadora desde su cuenta de Twitter fue: "Los comentarios hechos por el Sr. Trump fueron repugnantes y totalmente inaceptables bajo cualquier circunstancia."

Y prosiguió: "Sería prudente que se haga a un lado y permita a Mike Pence ser el candidato de nuestro partido."

Al respecto, Fischer dijo en la entrevista radial que ya no está a favor de esa posición porque Trump ya había tomado una decisión: la de no abandonar la carrera presidencial.

"Él decidió que no iba a hacerse a un lado. Yo respeto su decisión... Yo respaldo la boleta republicana y esta boleta es Trump-Pence", agregó.

En mayo, cuando aún estaban en disputa las primarias, Fischer le había dado su apoyo a Trump.

El arrepentimiento de Fischer llega luego de que el gobernador de su estado Pete Ricketts, también reafirmara su apoyo al magnate.

Nebraska tiene en el Senado a Ben Sasse, uno de los republicanos anti-Trump más obstinados y que desde el principio se ha opuesto al magnate. La semana pasada, Sasse también pidió desde Twitter que Trump se retire:

"El carácter importa. @realDonaldTrump obviamente no va a ganar. Pero todavía puede hacer un movimiento honorable: un paso al costado y dejar que Mike Pence trate".

Es por eso que la llamada inicial del pasado sábado de Fischer a que Trump se retire pudo haber causado algún sobresalto en el partido en vistas de una reactivación del movimiento en contra del candidato.

Pero la senadora está arrepentida y está otra vez en las filas de Donald Trump.