A media noche del viernes, un atribulado Donald Trump se presentó en video para ofrecer una suerte de “disculpa” por unos viejos comentarios lascivos sobre una mujer revelados horas antes que han causado la peor crisis de su candidatura presidencial.
La desafiante disculpa con la que Donald Trump busca salir de la peor crisis de su campaña
El magnate dijo lo siento, pero no se detuvo mucho en explicaciones sobre sus viejos comentarios despectivos hacia mujeres. De hecho lució como un adolescente que desafía al mundo.

El ceño fruncido, la cabeza ligeramente ladeada hacia la izquierda, la mirada penetrante. Recortado contra un fondo urbano, Trump no parecía ser alguien demasiado apenado por haber sido pillado en una imprudencia. De hecho, hubo algo de desafío adolescente en su mensaje.
Con un “he hecho y dicho cosas que lamento” y la promesa de “ser un mejor hombre mañana”, Trump trató de capear el temporal que se abrió la tarde con el video presentado en The Washington Post, en el que se escucha al republicano fanfarroneando sobre su tratamiento a las mujeres.
Fue un video de pobre calidad, aparentemente improvisado, hecho sobre la marcha debido a la emergencia en la que se vio arrastrada la campaña republicana. Una emergencia tan grande, que para la madrugada del sábado se sentía como el inicio una crisis terminal.
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Ataca, que algo queda
Del minuto y medio que duró el video, la mayor parte la dedicó Trump a hacer un repetitivo resumen de su propuesta política para criticar a los Clinton, usando la máxima aquella de que la mejor defensa es el ataque.
“Bill Clinton ha abusado mujeres y Hillary ha atropellado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas”.
Es difícil exagerar el daño que el video le causa a la campaña de Trump, una candidatura que no ha logrado convencer del todo a algunos sectores del Partido Republicano.
La cascada de reacciones adversas, de retiros de apoyo y hasta llamados a sustituir al nominado da idea de cómo, tras meses de comentarios incendiarios, ofensivos y hasta absurdos, Trump cruzó una línea que muchos no están dispuestos a tolerarle.
Viejas palabras
Bien que esos comentarios son de 2005, pero son la certificación para muchos de la catadura moral del hombre que aspira ser presidente de EEUU. Habrá quien diga que no hacía falta tener el video para saber de qué manera se relaciona con el sexo opuesto.
Aunque hay que considerar que las cosas que ha dicho el republicano contra mujeres ha sido registrado en audio y video sin que llegara a causar tanto revuelo.
La diferencia en este caso es la crudeza del lenguaje usado por el magnate.
Sus incondicionales, ellas y ellos, lo perdonarán porque se trata de "cosas de hombres", pero con seguridad su posición entre el electorado femenino sufrirá todavía un poco más.
Para muchos republicanos que renuentemente había aceptado a un candidato que habrían preferido no tener –como el presidente del Congreso, Paul Ryan- el episodio presenta la mejor oportunidad para salvar su cara ante el partido y ante la historia.
El video lascivo de Trump puede haberle costado ya importante apoyos en el conservador Utah, donde tres de sus principales políticos republicanos le retiraron inmediatamente el apoyo.
El otro video, el de su disculpa a medianoche, bien puede tener un efecto contrario y empeorar las cosas para el candidato si partes importantes de los electores juzgan que no fue sincero, que se trató sólo de una maniobra de control de daños y que quien lo dice no resulta ser más que un hombre poderoso con mente adolescente.










