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Elecciones 2016

Estos son los ultras europeos que inspiran a Trump

Líderes como Farage, Le Pen o Wilders ganan terreno con un discurso similar al del magnate sobre el terrorismo o la inmigración.
18 Ago 2016 – 05:11 PM EDT
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Donald Trump durante su visita en Escocia Crédito: Jeff J Mitchell/Getty Images

Muchos han comparado el ascenso de Donald Trump con los triunfos electorales del millonario italiano Silvio Berlusconi o con el liderazgo bolivariano de Hugo Chávez. Pero muchas de sus propuestas se parecen a las de la derecha populista que ha florecido en países europeos como Francia, Holanda o el Reino Unido durante de la Gran Recesión.

Son partidos como el Fidesz húngaro, el UKIP británico o el Frente Nacional francés cuyos líderes admiran al candidato republicano y comparten sus soflamas contra los refugiados, el libre comercio o la inmigración ilegal.

Alguno de esos líderes viajó como invitado a la convención de Cleveland y otros respaldaron desde Europa la campaña del candidato republicano, al que consideran un aliado en su batalla contra la corrección política y contra la influencia del islam radical.

“Lo que atrae a los estadounidenses de Trump es que es un hombre libre de la influencia de los mercados y de los grupos de presión de Wall Street”, dijo en junio la francesa Marine Le Pen, que se perfila como una de las favoritas en las elecciones presidenciales del año que viene. Su partido, el Frente Nacional, sacó un 27% de los votos en las elecciones regionales de 2015 unos días después de los atentados de París.

Otro de los admiradores de Trump es el británico Nigel Farage, que hasta este verano era el líder del UKIP.

El partido cumplió en junio su objetivo de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, la institución que agrupa a 27 estados en torno a unos valores comunes y a la libre circulación de personas, bienes y servicios.
Este jueves el candidato republicano recordó el referéndum en este tuit.

“Trump se atreve a hablar sobre cosas que otras personas quieren barrer debajo de la alfombra”, dijo Farage, cuyo mensaje contra los inmigrantes suscitó muchas críticas durante la campaña del Brexit.

Farage coincidió en la convención republicana con el holandés Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV según sus siglas en holandés). A Wilders lo había invitado un senador estatal de Tennessee y estuvo disfrutando de una fiesta de republicanos gays.

“No es algo que tenga que ver con izquierda o derecha sino con los asuntos que le importan a la gente corriente”, dijo sobre el enfado de algunos votantes en Holanda y en Estados Unidos, donde el ascenso de Trump se ha asociado al estancamiento de los salarios o al malestar con la inmigración ilegal.

Un discurso similar

Trump nunca ha mostrado interés por la política europea. Pero el tono y los asuntos centrales de su campaña se parecen a los que han centrado la actividad de políticos como Wilders, Farage o Le Pen.

Sus propuestas sobre la inmigración son similares a las del premier húngaro Viktor Orbán, que en 2015 construyó una valla de casi 200 kilómetros en la frontera con los países balcánicos para frenar la entrada de los refugiados sirios en su país.

Su lenguaje sobre los musulmanes lo asemeja a algunos de los pronunciamientos de partidos europeos como Fidesz o Alternativa para Alemania, que cuestionan la acogida a quienes vienen de Siria y la vinculan al ascenso del terrorismo global.

Los vínculos del entorno de Trump con estos partidos no son nuevos pero han vuelto a la actualidad con la llegada al equipo de Steve Bannon, cuyo medio Breibart ha seguido en detalle asuntos como el referéndum del Brexit o el ascenso de Marine Le Pen.

Partidos diferentes

No todos los partidos de la derecha populista europea son iguales. Algunos como el griego Amanecer Dorado se declaran neonazis y otros como el polaco Ley y Justicia se asientan sobre principios religiosos muy rígidos. La mayoría comparte un discurso muy duro contra los inmigrantes y una llamada a frenar la llegada de musulmanes a cada país.

Tampoco tienen la misma percepción de Estados Unidos. “Los partidos ultranacionalistas de países como Suecia, Finlandia y la mayoría de Europa Oriental están a favor de Estados Unidos ya sea por su concepción occidental o por sus relaciones con Rusia”, me dice el español Álvaro Imbernón, investigador del centro de pensamiento ESADEgeo y asociado al European Council on Foreign Relations (ECFR). “Hay otros que están muy en contra de Estados Unidos. Por ejemplo, el Frente Nacional francés, el FPÖ austriaco o el Jobbik húngaro”.

Imbernón ayudó a elaborar este informe que publicó en junio el ECFR sobre 45 partidos europeos emergentes. Al menos 26 pertenecen a la derecha populista que inspira a Trump.

La lista incluye grupos de izquierda radical como el español Podemos o el griego Syriza. Pero el informe aporta muchas claves sobre el auge de los líderes que han expresado su admiración por el candidato republicano y desean que gane la carrera presidencial.

Algunos de estos partidos participan como socios minoritarios en los gobiernos de sus países y otros gobiernan estados importantes para el equilibrio europeo como Polonia o Hungría. Muchos aspiran a convocar consultas populares sobre los recortes del gasto público, la moneda única o la inmigración.

El premier húngaro Orbán ha convocado por ejemplo para este mes de octubre un referéndum sobre la cuota de refugiados que debe acoger el país según la Unión Europea. Líderes como Wilders o Le Pen quieren emular al Reino Unido y someter a votación la pertenencia a la institución.

Imbernón explica que Europa se encuentra en un momento propicio para que prenda un discurso como el de Trump. La crisis económica, la llegada masiva de refugiados y el incremento de la amenaza terrorista han generado un creciente descrédito de las instituciones, han potenciado la sensación de decadencia y han empujado a líderes antiamericanos como el ultra serbio Seselj a elogiar al candidato republicano como “una alternativa a la globalización”.

“La derecha nacionalista en Europa suele mirar con fascinación a hombres fuertes como Vladimir Putin o los dictadores árabes”, recuerda el investigador español, que asegura que la elección de Trump sería una mala noticia para las relaciones entre Estados Unidos y los países europeos: “Su oposición a proseguir las negociaciones del tratado de libre comercio (TTIP), su falta de compromiso con los aliados de la OTAN y el nulo apoyo a las instituciones internacionales potenciarían a la derecha nacionalista en todos los países europeos salvo en aquéllos que se sienten amenazados por Rusia”.

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