Durante 125 años, desde su fundación, el diario The Arizona Republic nunca ha apoyado un candidato demócrata. Pero esta tradición se rompió a finales de septiembre debido a Donald Trump. El candidato republicano, que ha dividido a su propio partido, no consiguió el respaldo de una publicación conservadora. Al contrario, su rival Hillary Clinton fue la elegida para sorpresa de muchos.
"Están muertos. Vigilen su espalda. Van a arder": las amenazas contra un diario conservador por apoyar a Clinton
Desde que The Arizona Republic anunció el respaldo a Clinton -por primera vez a un demócrata en sus 126 años de historia- el diario ha recibido mensajes intimidatorios. Mi-Ai Parrish ha respondido con un texto emotivo mostrando el ejemplo de los empleados.

Desde el mismo día que se hizo público el editorial en el que mostraban el apoyo a Clinton, el diario no ha cejado las amenazas.
"ESTÁN MUERTOS. VIGILEN SU ESPALDA. VAN A ARDER. DEBERÍAN PONERSE FRENTE A UN PELOTÓN DE FUSILAMIENTO POR TRAIDORES", han sido algunos de los mensajes que han recibido.
Este domingo Mi-Ai Parrish, presidenta de The Arizona Republic y del Republic Media, decidió responder a los que han hecho las amenazas en una emotiva columna. Parrish explica en su texto cómo el diario comenzó hace más de un año a posicionarse contra el discurso y las acciones de Donald Trump. "Artículo tras artículo dejamos claro que sus principios no eran conservadores. Eran nocivos para el partido, nocivos para Arizona y peligrosos para Estados Unidos". El apoyo a Clinton lo realizaron antes de que saliera a la luz un video del magnate en el que habla abiertamente de manosear a las mujeres sin su permiso.
Por esa razón, "hicimos nuestra elección. Sabíamos que iba a ser impopular para mucha gente. Lo sabíamos (...) Elegimos patriotismo por encima del partido". Fue en ese momento que todo comenzó: "amenazas contra nuestro negocio, amenazas contra nuestra gente".
De manera organizada, la presidenta analiza una por una las intimidaciones de las que han sido objeto. Y les responde con un ejemplo, con las acciones que realizó un empleado dentro de la empresa ante estos mensajes intimidantes.
Parrish comienza explicando cómo reaccionó Kimberly, la joven que agarró el teléfono cuando una persona de manera anónima llamó al periódico para citar la muerte de Don Bolles, un reportero del periódico que murió asesinado en un carro-bomba hace 40 años. Tras escuchar la amenaza, fue a una iglesa a rezar por quien realizó dicha llamada. "Kimberly sabe que la libertad de expresión exige compasión".
Asimismo, continúa contraponiendo la profesionalidad de una editora frente a los que han deseado que el diario vaya a la bancarrota. Nicole fue junto con unos redactores a un mitin de Donald Trump en Arizona. En ese evento, el candidato animó a sus seguidores a que les gritaran y jalearan. Sin embargo, Nicole volvió con los periodistas a la redacción para asegurarse de que la cobertura era equilibrada e imparcial. "Nicole sabe que la libertad de expresión exige un debate libre".
Frente a los que han deseado que los que piensan de manera diferente deben ser castigados, Parrish destaca la labor de Phil, el editor de opinión, un "conservador y un patriota" que se convirtió en una "temprana voz de la razón" que de manera calmada avisó que "Donald Trump no representaba los valores del partido que él ama. Phil entiende que la libertad de expresión a veces requiere valentía".
Parrish continúa enfrentando a los detractores (a los que les han escupido, a los que les han llamado perdedores, a los que han dicho que Gene Pulliam, anterior editor, estará revolviéndose en su tumba, o los que le han deseado que se queme en el infierno) y ofreciéndoles ejemplos de empleados o personas cuyas acciones ponen en evidencia el comportamiento de los críticos.
La presidenta también revela que algunos de los mensajes que han recibido eran racistas y pedían que "fuera a vivir con los inmigrantes que tanto amamos" mientras que otros "amenazaron con atacar a la gente que luce o habla de manera diferente". En este caso, Parrish elogia la figura de Jobe Couch, un agregado cultural de la Armada y un profesor universitario que "patrocinó a mis tíos y a mi madre cuando llegaron a Estados Unidos desde Corea después de la Segunda Guerra Mundial".
Gracias a aquel gesto, explica, hoy viven en el país "ciudadanos con títulos universitarios, un dentista, abogados, ingenieros, pastores, profesores, empresarios, un marino, un editor y muchos más". En su opinión, Jobe "luchó por la fuerza de Estados Unidos como un crisol ("melting pot"). Él me enseñó cómo un hombre amable puede marcar una gran diferencia".
Finalmente, y tras agradecer los apoyos recibidos ante las amenazas, Parrish explica que precisamente todos los periodistas que menciona en su nota llegan todos los días a la redacción y pasan bajo una inscripción de 45 palabras que ocupa gran parte de un muro: la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de prensa.
Hasta ahora, numerosas publicaciones han mostrado su apoyo a Hillary Clinton, entre ellas, The New York Times', Foreign Policy o The Washington Post, que sostuvo que Donald Trump sería "un grave peligro para el país y el mundo".










