En una campaña que se ha caracterizado por declaraciones altisonantes, ilógicas y hasta simplemente absurdas, el candidato republicano Donald Trump, sigue superándose a sí mismo.
El último absurdo de Trump: el gobierno está dejando entrar indocumentados "para que voten"
Sin pruebas ni lógica alguna, como suele ser el estilo de la campaña del magnate, durante una reunión con agentes de la Patrulla Fronteriza se afirmó que tienen órdenes de no deportar a quienes capturen entrando ilegalmente al país.


Este viernes aseguró que el gobierno de Estados Unidos está permitiendo que inmigrantes ilegales entren al país, en lo que parece ser la profundización de sus denuncias no argumentadas sobre la supuesta construcción de un fraude en las elecciones del 8 noviembre.
En una conversación la mañana del viernes en la Torre Trump en Nueva York con representantes del sindicato de la Patrulla Fronteriza se aseguró que la agencia ha recibido la sugerencia de no deportar a los indocumentados, incluso aquellos con antecedentes criminales.
¿Por qué? preguntó Trump.
“Están dejando gente que entre a este país para que vayan y voten”, aseguró en la reunión Art Del Cueto, vicepresidente del sindicato del Consejo de la Patrulla Fronteriza Nacional, según informes del equipo de prensa que sigue la campaña de Trump.
“Esto es grande. Pero ellos están dejando que la gente entre al país para que voten”, dijo repitiendo lo que dijo Del Cueto”, mirando a los reporteros del equipo de prensa.
El candidato no reparó en el hecho de que es imposible para un indocumentado registrarse como votante; que el gobierno federal no administra el sistema electoral sino los estados, y que la Patrulla Fronteriza no es la encargada de hacer las deportaciones.
Denuncias sin sustancia
Desde tiempos de las primarias republicanas Trump ha asegurado que "el sistema" está diseñado para afectar sus posibilidades de triunfo. En el caso de la nominación republicana semejante afirmación no tuvo ningún asidero, considerando que él logro con relativa facilidad la candidatura.
Ya en la campaña presidencial frente a Hillary Clinton aseguró que si llegara a perder el estado clave de Pennsylvania sería evidencia de que hubo un fraude para robarle la elección.
En ninguna de esas ocasiones Trump ha presentado algún argumento o alguna prueba para certificar sus denuncias, que de ser ciertas, deberían ser hechas ante los gobiernos estatales que son los encargados de administrar los procesos electorales.









