Ahora son 13: otra mujer acusa a Trump de acoso sexual

Hace 20 años, Cathy Heller estaba con su familia celebrando el Día de las Madres en el resort de Mar-a-Lago en Florida. Donald Trump, el dueño, paseaba por el salón y se presentaba con los visitantes. Cuando llegó su turno, Heller se paró y le dio la mano y Trump la agarró fuertemente e intento besarla, según le cuenta la mujer al periódico The Guardian.
Heller dijo que intentó evadir el beso no deseado y Trump respondió: "Ay, por favor". Reforzó su apretón y de todas maneras la besó. "Me sostuvo por un rato demasiado largo. Después simplemente se fue", le dijo Heller a The Guardian.
Heller, de 63 años, es la última mujer en añadir su historia a la avalancha de acusaciones contra el candidato republicano a la Casa Blanca que salieron después de la publicación de un video donde se lo escucha alardeando de besar y tocar a las mujeres sin permiso. La grabación salió a la luz por primera vez hace una semana y desde entonces 13 mujeres han dicho que Trump las manoseó, besó o las vio desnudas sin su consentimiento.
El incidente tuvo lugar en 1997 y dejó a Heller perturbada. Según sus declaraciones, Trump se mostró enojado cuando ella se resistió: "No podía creer que una mujer dejaría pasar la oportunidad", afirma la mujer que recuerda la actitud del magnate como si se sintiera con derecho a besarla.
Desde ese encuentro, Heller le contó su historia a varias personas, incluyendo una amiga que fue quien le mandó el video del magnate con un mensaje que decía: "No puedo parar de pensar en como te trató. Claramente no fue un incidente aislado". Un pariente de Heller que dice haber presenciado el incidente corroboró su relato a The Guardian. Aunque no vió la interacción completa, lo vio acercarse mucho y ser "bastante agresivo".
Trump, quien ha negado rotundamente las acusaciones anteriores, se refirió a sus comentarios en el video como "charlas de vestuario". En la grabación, Trump presumía de que podía hacer cualquier cosa con las mujeres sin su consentimiento por ser una "estrella". Después dijo que aunque no estaba orgulloso de haberlo dicho, nunca actuó de esa manera.
Respecto a las acusaciones de las mujeres que decían que el magnate había abusado de ellas, Trump se refirió a ellas como una farsa inventada por los medios de comunicación y la campaña de Hillary Clinton para ganar las elecciones.
Además, en su defensa ha dicho cosas como que algunas de las mujeres que lo acusan no son lo suficientemente lindas como para que él las quisiese acosar y publicó un comunicado donde un primo de una de las mujeres dice creer que ella solo busca llamar la atención.
Tras esta nueva acusación, la campaña de Trump publicó un comunicado donde dicen que "los medios han llegado demasiado lejos con esta acusación falsa. No hay manera de que algo así hubiese ocurrido en un lugar público en el Día de las Madres en el resort público del señor Trump".
Estas reacciones son las que inspiraron a Heller a contar públicamente su historia. La mujer ya le había contado a varios familiares y amigos el incidente, algunos de los cuales le dijeron a The Guardian que se lo contó mucho antes de que surgiera el video y las primeras acusaciones: "Él dijo que solamente fueron palabras, pero no lo son. Así es como él es", dijo Heller.
La mujer asegura apoyar a la demócrata Clinton, hasta tal punto que donó a su campaña la cantidad máxima permitida a individuos, $2,700 doláres, pero asegura que la hubiese apoyado aunque no hubiese tenido ese encuentro con Trump.