El triunfo del "elefante" Trump frente a Dulce Candy

Suena a cartel de pelea de lucha libre, pero es el resumen de lo que pasó en el debate republicano en Des Moines y su efecto en el caucus del estado

Simpatizante de Donald Trump en Iowa
Simpatizante de Donald Trump en Iowa
Imagen Getty Images

Carlos Chirinos @carl_chirinos desde Des Moines, Iowa

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Dulce Candy, improbable nombre para una persona y más aún para una trampa a pocos días del caucus de Iowa.

Cuando Dulce Candy Ruiz apareció en un video de YouTube durante el séptimo debate republicano realizado en Iowa, algunos conservadores creyeron descubrir la celada que Fox News le había preparado a Donald Trump.

Y le dieron la razón por tomar la polémica decisión de no asistir al careo.

Dulce Candy explicó en un video de YouTube su historia de inmigrante mexicana indocumentada, veterana de la guerra de Irak y aspirante a diseñadora de modas. Son características que no calzan con la idea amenazante de los inmigrantes que promociona Trump.

Habría sido bueno verlo explicar si Dulce, con todo y sus servicios militares al país, debía correr la misma suerte de los otros 11 millones que quiere poner detrás del muro con México.

No hubo oportunidad.

Siete y un elefante

Trump montó tienda aparte, no muy lejos del Centro de Eventos de Iowa, para hacerles un homenaje a los veteranos de guerra, ese grupo al que Candy Ruiz pertenece.

Quizá Trump esquivó la “trampa” y de paso ganó el debate en la opinión pública.

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De hecho, proclamó su victoria ante Fox News: "¿No es esto mejor que el debate que está ocurriendo?", dijo para complacencia de sus seguidores.

Y alguna razón tuvo, porque su nombre fue el más buscado en Google, el más tuiteado, y el más comentado en redes y en medios.

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Además, con su evento-boicot paralelo, Trump dividió la atención de los medios, que de otro modo habrían estado concentrados en el debate.

En el podio había siete candidatos y el “elefante del salón”, como describió a Trump desde las primeras de cambio la moderadora Megyn Kelly.

Todos hicieron lo posible por manejar con naturalidad de que el líder en las encuestas no estuviera presente a pocos días del arranque del proceso de primarias.

Debate sustancioso

Este séptimo debate fue el más sustancioso de cuantos se han realizado hasta ahora.

No es posible vincularlo directamente a la ausencia del díscolo Trump.

Esta vez hubo pocos choques, y los que se dieron entre Ted Cruz y Marco Rubio, y en menor medida entre Rubio y Jeb Bush, fueron de argumentos centrados en política.

En un momento, Cruz amenazó con seguir los pasos de Trump y bajarse del podio si seguía la estrategia de promover el enfrentamiento entre los aspirantes.

Pero pareció una pataleta para apropiarse al menos por un día del estilo del magnate-candidato.

No da la impresión de que lo que haya pasado en este encuentro vaya a cambiar lo que indican las encuestas.

El lunes que viene, si se cumplen los vaticinios, el “elefante” ausente debería ganar el caucus de Iowa.

Y si cuando lleguen los números se ve que el encendido de este debate estuvo por debajo del promedio de encuentros previos, el empresario podrá cantar otra victoria.

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