Finaliza con el hallazgo de 29 cuerpos la búsqueda de víctimas en el hotel sepultado por un alud en Italia

Las operaciones comenzaron el 18 de enero. Sólo se pudieron salvar 11 personas. La mayoría murió por traumatismos iniciales del colapso del edificio, aunque algunos también mostraban signos de hipotermia y asfixia.

ARCHIVO - En esta imagen del jueves 19 de enero de 2017, bomberos italianos buscan sobrevivientes tras una avalancha que sepultó el hotel Rigopiano, cerca de Farindola, en el centro de Italia. (Bomberos italianos/ANSA via bomberos italianos, Archivo)
ARCHIVO - En esta imagen del jueves 19 de enero de 2017, bomberos italianos buscan sobrevivientes tras una avalancha que sepultó el hotel Rigopiano, cerca de Farindola, en el centro de Italia. (Bomberos italianos/ANSA via bomberos italianos, Archivo)
Imagen The Associated Press

Las operaciones de búsqueda en el hotel sepultado por una avalancha el 18 de enero en el centro de Italia finalizaron tras el hallazgo de los últimos cuerpos, que llevó a 29 muertos el balance definitivo, anunciaron este jueves las autoridades italianas.

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En total, los 200 socorristas que participaron en el dispositivo de rescate consiguieron salvar a 11 supervivientes y hallaron el cuerpo sin vida de 15 hombres y 14 mujeres.

Dos personas escaparon y pidieron ayuda, pero la oficina del prefecto de Pescara restó importancia a los avisos pensando que era una broma y el hotel estaba a salvo.

Según los medios italianos, la mayor parte de las víctimas fueron encontradas en un bloque de nieve, cemento y troncos de árboles en lo que era el bar del hotel antes de la catástrofe.

En el momento del drama, los clientes y el personal del hotel llevaban varias horas esperando la llegada de quitanieves para despejar la carretera de acceso.

Las autopsias de los primeros seis cuerpos examinados indicaron que la mayoría murió por los traumatismos iniciales del colapso del hotel, aunque algunos también mostraban signos de hipotermia y asfixia, explicó el miércoles en conferencia de prensa la fiscal de Pescara, Cristina Tedeschini.

El primer ministro, Paolo Gentiloni, admitió demoras y "fallos" en la operación inicial de rescate, después de que las autoridades locales restaran importancia a los primeros avisos sobre el alud. Sin embargo, Gentiloni dijo el miércoles al Parlamento que éste no era el momento de buscar un chivo expiatorio.

El alud arrojó unas 60,000 toneladas de nieve, rocas y árboles arrancados sobre el establecimiento, sepultando a las 40 personas que estaban dentro.

La operación de rescate no comenzó hasta una o dos horas más tarde y pasaron unas ocho horas hasta que los primeros rescatistas llegaron al lugar a pie porque las carreteras estaban impracticables.

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