“Me sentí explotado”: habla un inmigrante que trabajó en marisquerías de California investigadas

Univision Noticias entrevistó a un exempleado de la cadena de restaurantes de mariscos ‘Colima’ en California, que está en el ojo del huracán desde que la Fiscalía federal reveló que su dueño aceptó que les pagaba una miseria a sus empleados y que trató de obstruir una investigación del gobierno.

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José recuerda perfectamente aquel domingo de 2014 cuando no pudo más y renunció en medio de una caótica jornada laboral en el restaurante ‘Ostionería Colima’ de La Puente, California. Había tantos clientes y eran tan pocos empleados, que esa tarde comió después de varias horas de trabajo.

“Me rindo, no doy más. Es mucho trabajo para la miseria que me estás pagando”, le reclamó enfadado al encargado de la marisquería mientras se quitaba el mandil y el gorro para dárselos. Este trató de retenerlo, pero José ya había tocado fondo. “Gracias por el trabajo”, dijo al marcharse.

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Este inmigrante originario de Puebla asegura que en los 19 años que lleva en este país no ha tenido otro trabajo “tan malo” como el de preparador de platillos y lavaplatos en la ‘Ostionería Colima’. Ese local es parte de una popular cadena de marisquerías entre los inmigrantes hispanos en el sur de California.

Su relato coincide con el reporte del Departamento federal de Trabajo (DOL) que puso bajo la lupa al dueño del negocio, Víctor Hugo Guzmán, quien hace unos días se declaró culpable de obstruir una investigación que descubrió que a varios empleados ni siquiera les pagaba el salario mínimo.

Este empresario ahora enfrenta una condena de hasta ocho años de prisión y una multa de $500,000, que es lo doble de lo que supuestamente les robó en sueldos y prestaciones a sus trabajadores.

Documentos judiciales señalan que entre 2011 y 2014 le exigió a su personal que entrara a las 9 am y saliera hasta las 9 pm, seis días a la semana. Por 72 horas les daba un sueldo fijo de $320, que equivale a un pago de $4.4 por hora, aunque en ese entonces el salario mínimo en California era de $8 por hora.

José dice que trabajó en la ‘Ostionería Colima’ de La Puente mientras investigadores del Departamento del Trabajo trataban de confirmar los señalamientos de robo salarial. Tal como lo señala la acusación, dice que un día les dijeron que mintieran si los cuestionaban los oficiales federales.

“Tengan cuidado, si viene alguien a preguntarles cuántas horas trabajan cada semana, ustedes digan que solo 40 horas, nada más”, relata este mexicano en una entrevista con Univision Noticias.

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José dice que ningún investigador se le acercó en ese tiempo y no supo si alguno de sus compañeros denunció lo que pasaba en el establecimiento. Pero un informe del DOL, que es parte de la evidencia de la Fiscalía, identifica como presuntas víctimas a cuatro exempleados de la sucursal de La Puente.

“Nos estaban robando”

Para este mexicano no hay duda de que le pagaron menos de lo debido, así como a otros ocho empleados, todos inmigrantes hispanos, algunos de ellos sin papeles migratorios.

Dice que recibía un sueldo fijo de 450 dólares por 72 horas semanales. Solo descansaba los miércoles. En su caso le habrían pagado 6.25 dólares por hora. Por los tres meses que trabajó allí, calculando las horas extras que deben pagarse a sueldo y medio, le deberían más de $4,600 por 384 horas robadas.

“Me sentí explotado”, señala José y afirma que, por si fuera poco, las jornadas eran extenuantes y solo les daban media hora para comer. La ley marca que los empleadores deben además conceder dos períodos de 15 minutos de descanso durante ocho horas, y tiempos adicionales para las horas extras.

“Era demasiado trabajo. Nos traían para allá y para acá”, describe este inmigrante. “Nos estaban robando. Yo pensé que por trabajar con hispanos sería mejor, pero me equivoqué”, comparó.

Univision Noticias no logró contactar a Víctor Hugo Guzmán. El teléfono de su restaurante de La Puente ya fue desconectado y en otras sucursales no respondieron a las llamadas de este medio. Su abogado, David Elden, con oficinas en Los Ángeles, no respondió a las solicitudes de una entrevista.

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Las autoridades alegan que este empresario no solo les robó a sus empleados, sino que hizo lo posible por encubrir su delito. Contrató a una persona para que le ayudara a fabricaron falsas tarjetas indicando que los empleados de las marisquerías habían trabajado hasta 40 horas a la semana, para elaborar falsos recibos de pago y para que hablara con los empleados pidiendo les mintieran a los agentes del DOL.

Guzmán terminó aceptando su engaño y será sentenciado el 23 de abril de 2021.

José dice que aguantó tres meses de explotación en la ‘Ostionería Colima’ porque entonces uno de sus hijos había nacido y necesitaba el dinero. Antes de comenzar a trabajar allí el dueño de otro restaurante le quedó a deber más de 1,000 dólares porque cerró abruptamente el negocio.

Al día siguiente que renunció a la marisquería en 2014 él fue contratado en otro restaurante y sigue “bien a gusto” porque le pagan lo que establece la ley. “Desafortunadamente hay muchos lugares donde te roban el sueldo y te aguantas porque tienes que ‘cuidar’ el trabajo”, dice.

. José es un nombre ficticio. Se ocultó la identidad del entrevistado porque es indocumentado.