Enamoraban a niñas en fiestas de México para hacerlas esclavas sexuales en Nueva York: 5 tratantes fueron condenados
Tenancingo, un poblado en el centro de México, era el centro de operaciones de una organización criminal que se dedicó a reclutar jóvenes y niñas para llevarlas a Nueva York. Allí, lejos de sus familias y sin documentos legales, las obligaban a prostituirse, varias veces a golpes. Cinco miembros de la banda recibieron esta semana sentencias de hasta 39 años de prisión en una corte federal neoyorquina.
Seis víctimas, una de las cuales tenía 14 años cuando se volvió esclava sexual, testificaron en un juicio contra estos tratantes en la Corte del Distrito Este de Nueva York. Cada una de ellas describió el abuso físico y sexual que sufrieron durante varios años por parte de los acusados, todos ellos familiares.
El resultado de ese largo proceso penal ha sido condenas de entre 20 y 39 años tras las rejas que un juez federal les impuso a José Miguel Meléndez Rojas, Jose Osvaldo Meléndez Rojas, Rosalío Meléndez Rojas, Francisco Meléndez Pérez y Abel Romero Meléndez. El magistrado también les ordenó pagar una compensación monetaria a cada una de las agraviadas.
“Los acusados usaron falsas promesas de amor, matrimonio y una vida mejor para atraer a mujeres y niñas a relaciones románticas y sexuales, y aislaron a sus víctimas de sus familias llevándolas a vivir con ellos en las casas de los acusados en Tenancingo, México”, señala un comunicado de la Fiscalía federal.
Una vez que estaban en Estados Unidos, los Meléndez “utilizaron violencia física y sexual, amenazas y fraude para obligar a sus víctimas a trabajar en la prostitución en la ciudad de Nueva York, Long Island, Nueva Jersey, Connecticut y Delaware”, agrega la dependencia.
Este esquema criminal ocurrió entre 2006 y julio de 2017. Las autoridades no tienen una cifra de cuántas mujeres cayeron en las garras de estos delincuentes. Uno de ellos, José Miguel Meléndez Rojas, alias ‘El Guermex’, se acercaba a sus víctimas en fiestas en comunidades de Tlaxcala, Puebla, Oaxaca y Estado de México.
A él lo arrestaron agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) en el poblado de Izúcar de Matamoros, en el estado de Puebla, en febrero de 2019. Entonces el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lo tenía como un objetivo de captura y para en el operativo para localizarlo también participó Interpol. Luego lo extraditaron a Estados Unidos.
El dinero que esta banda obtuvo de la trata sexual lo lavaron para seguir operando y trayendo niñas.
Los testimonios de las víctimas
En el juicio de los Meléndez, una mujer identificada como ‘Delia’ testificó que dos acusados la obligaron a prostituirse desde que tenía 14 años y que estos la golpeaban cuando ella se negaba.
Lo mismo le pasó a ‘Diana’, otra denunciante, quien relató en la corte que fue traída ilegalmente a EEUU siendo menor, que la volvieron prostituta por la fuerza y cuando intentó escapar alias ‘El Guermex’ la golpeó y violó frente a otros miembros de la organización criminal.
Por su parte, ‘Fabiola’ y ‘María Rosalba’ declararon ante el jurado que las forzaron mediante amenazas, maltrato físico y hasta la obligaron a abortar.
La víctima llamada ‘Verónica’ narró que alias ‘El Guermex’ la amenazó a ella y a su familia, diciéndole que “cortaría en pedacitos a su madre” si dejaba de ejercer la prostitución y entregarle las ganancias. Este hombre fue quien recibió el castigo más duro: pasará casi cuatro décadas en la cárcel.
“La condena y sentencia de estos traficantes representan la culminación de una investigación y no podría haber sido posible sin la cooperación y el testimonio de estas valientes víctimas, cuyo coraje sin límites llevó a la justicia por los atroces y reprobables actos cometidos contra ellas”, declaró en un comunicado Dave Patel, encargado de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Nueva York.
“Los traficantes en este caso utilizaron el engaño y la coerción para vender sueños de una vida mejor en Estados Unidos a mujeres jóvenes e impresionables que llegaron solo para ser forzadas a una vida de tormento, miseria, abuso sexual y prostitución a manos de sus captores”, agregó Patel.
Los Meléndrez fueron condenados por un jurado federal en marzo de 2020 por tráfico sexual, conspiración de tráfico sexual, tráfico sexual de menores, prostitución interestatal, contrabando de extranjeros y conspiración de lavado de dinero. Un sexto acusado, Fabián Reyes Rojas, se declaró culpable de dos cargos a finales de 2019 y está a la espera de sentencia.
La trata sexual de mexicanas en Nueva York
La Fiscalía de Nueva York ha procesado en años recientes varios casos de trata sexual en el que los delincuentes, casi siempre familiares, tienen un modus operandi similar. Fue el caso de los Rojas Romero, quienes enamoraban a niñas en algún lugar del centro de México, las amenazaban con matar a sus familiares y las obligaban a tener relaciones sexuales en bares, hoteles y burdeles clandestinos del barrio de La Merced, en la Ciudad de México. Luego las traían ilegalmente a Nueva York, donde las forzaban a tener sexo hasta con 40 clientes cada día. A ellas jamás le dieron un centavo.
Las tenían en apartamentos compartidos, les prohibían comunicarse entre sí y perdían contacto con sus familiares en México. Las golpizas eran comunes, pero los días de descanso no. La cuota regular era de entre 30 y 35 dólares por 15 minutos de sexo, describe la acusación.
Otra banda liderada por Roberto César Cid Domínguez tuvo a un aliado en las fuerzas del orden, Wayne Peiffer, un agente de la Policía de Village of Brewster, al norte de la ciudad de Nueva York.
El Departamento de Justicia alega que Peiffer, de 48 años, recibía “servicios de prostitución sin costo” y que le llevaban esclavas sexuales a la estación policial donde trabajaba a cambio de ayudar a que esta célula delictiva siguiera operando. Su colaboración incluía “advertirles del incremento de acciones policiales y asistencia para evitar detecciones y arrestos por las agencias del orden”, describe la Fiscalía.
Peiffer tenía tratos corruptos con la organización de tráfico humano de Cid Domínguez, que operaba en Queens desde mayo de 2002, y con la de Cristian Noé Godínez, quien se encargaba de vender sexualmente a jóvenes y niñas que emigraban de México, según la Fiscalía.
Cid Domínguez y Godínez usaron la fuerza y amenazas para que sus víctimas se dedicaran a la prostitución en Brewster, New Jersey, Connecticut y otros lugares, describe la acusación.
Desde 2009, el Distrito Este de Nueva York ha presentado cargos de trata sexual contra más de 100 personas. Las fuerzas de seguridad en esa región rescataron a más de 180 víctimas, incluyendo más de 40 menores, en ese período. También reunieron a 19 niños con sus madres. Los jueces neoyorquinos han ordenado a los delincuentes pagar más de 4 millones de dólares en restitución a los afectados.