“¡Se nos subieron piratas!": El grito de un trabajador en una plataforma de petróleo en el Golfo de México

Por una radio de alta frecuencia, se escucha a un trabajador de una plataforma petrolera dar la alarma. “¡Se nos subieron piratas! … ¡Están tirándonos balazos! ¿Me copia?”.

Al menos tres hombres armados habían escalado la plataforma petrolera de Cahua-Alfa, a unas 20 millas de la costa de Veracruz al amparo de la oscuridad poco después de las 11:30 pm del 26 de julio.

Un operador de radio de tráfico marítimo de Campeche respondió, pidiendo confirmación si la plataforma estaba realmente bajo asalto. “Afirmo, afirmo, te copio; confirma, ¿es zafarrancho o es real?” pregunta.

“Es real, es real. ¡ Nos están tirando plomazos!”, responde el trabajador desde la plataforma.

El ataque fue el último de una preocupante oleada de piratería en el Golfo de México que está causando alarma en los círculos marítimos, además de captar la atención del gobierno de Estados Unidos.

Ha habido docenas de ataques piratas reportados en el área en los últimos cuatro años, 16 en lo que va de año, principalmente en embarcaciones y plataformas petroleras en alta mar, según funcionarios marítimos, aunque algunas estimaciones sugieren que el número puede ser mucho mayor. Hay muchos más informes, 160 o más este año, de pequeños robos y saqueos, no necesariamente relacionados con la piratería.

Los ataques, que se han intensificado durante la pandemia del covid-19, han creado un nuevo dolor de cabeza para el gobierno de México, que ya lidia con el crimen organizado desenfrenado y los cárteles de la droga, y amenaza con socavar su vital sector petrolero en alta mar.

Alerta especial de seguridad

En junio, la embajada de Estados Unidos en México emitió una alerta especial de seguridad sobre el peligro de piratas en aguas mexicanas del Golfo, particularmente en la Bahía de Campeche, donde se concentran los pozos petroleros.

"Se sabe que grupos criminales armados atacan y roban embarcaciones comerciales, plataformas petroleras y vehículos de suministro en alta mar", dijo la alerta.

Las agencias de inteligencia estadounidenses que monitorean los informes de piratería, describieron cuatro incidentes graves en abril, en los que ladrones abrieron fuego y robaron equipos de alto valor.

Los funcionarios reconocen que es probable que no se informe sobre el número real de ataques. "Ciertamente parece haber un incremento ... pero no podemos ver todo lo que hay", dijo Chris Janus, Jefe de la División de Vigilancia de Seguridad Marítima de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), que prepara advertencias de navegación para la Marina de los Estados Unidos.

"El número de ataques armados frente a la costa este de México es ahora diez veces mayor que el de Somalia, que se ganó la reputación de ser el punto más caliente para la piratería en el mundo”, dijo el capitán Kelly Sweeney, un ‘maestro marinero’, quien comenzó su carrera marítima en 1980. “2020 tiende a ser un año récord. Es un asunto serio. Estas personas están desesperadas y el numero de casos parece estar aumentando”, agregó.

No es Somalia

A diferencia de los piratas de Somalia, que ganaron fama en Hollywood con la película nominada al Oscar, Captain Phillips, los incidentes en México hasta ahora no han involucrado secuestros, ni pagos de rescate. Tampoco han involucrado muertes por el momento.

En cambio, los piratas suelen robar todo lo que pueden conseguir, desde las pertenencias de los miembros de la tripulación hasta los costosos sistemas de comunicación y navegación, equipo de emergencia y respiración y el cableado de cobre de los barcos, que se pueden vender en el mercado negro.

“Llegan de noche en lanchas rápidas con potentes motores fuera de borda y entre 5 a 12 personas abordo”, dijo el capitán Enrique Lozano Díaz, inspector regional del Golfo de México de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), que representa a los sindicatos.

Los piratas están armados con diferentes tipos de armas, incluidos rifles de asalto, escopetas, pistolas, machetes y cuchillos. Escuchan bandas de radio marítimas de alta frecuencia para evadir las patrullas de la Armada mexicana y sorprender a los trabajadores petroleros, además de atacar las plataformas no tripuladas.
Los piratas han operado hasta ahora con prácticamente impunidad. “No se ha detenido a nadie”, dijo Lozano.

Los ataques piratas se concentran principalmente en la Bahía de Campeche entre Puerto Dos Bocas y Ciudad de Carmen, según Lozano, que tiene su sede en Veracruz. Pero los últimos ataques de julio se produjeron más al oeste, frente a la costa de Veracruz.

El 24 de julio, unos ladrones abordaron un buque de suministro mar adentro con bandera mexicana, Natalie, que estaba realizando operaciones en las cercanías de una plataforma mar adentro a 13 millas al noreste de Coatzacoalcos. Tomaron como rehenes a miembros de la tripulación y robaron las pertenencias de la tripulación.

Dos días después, piratas atacaron la plataforma petrolera Cahua-Alfa/Cosl Hunter, a unas 21 millas de Coatzacoalcos. La tripulación logró asegurarse en la ‘sala de pánico’ y envió una señal de alarma. Sin embargo, la Armada de México llegó varias horas después de que los asaltantes se fueran.

En el acto de piratería más reciente, el 29 de julio, delincuentes armados desembarcaron en botes para allanar una instalación de PEMEX en la ciudad de Ciudad del Carmen, robaron equipos y también asaltaron a trabajadores.

"El gobierno estaba callado"

"Intentamos dar la alarma durante varios años, pero el gobierno estaba callado", dijo Lozano, y agregó que los propios informes del gobierno restaron importancia al número de incidentes.

Pero en estos días con mejor tecnología, es más difícil ocultar la verdad. “Ahora obtenemos mejores informes gracias a que los miembros de la tripulación envían mensajes de Whatsapp”, dijo. “Ya no se puede ocultar”, agregó.

La Armada de México dice que reconoce que los robos son un problema de seguridad, pero prefiere no usar el término piratas. “Es un problema que existe pero estamos muy lejos en México de lo que sucede en el Cuerno de África”, dijo el vocero de la Marina, el almirante José Orozco.

La Armada sospecha que los piratas son pescadores locales que probablemente trabajan en colaboración con trabajadores petroleros.

Después de un incidente muy publicitado en noviembre del año pasado, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció públicamente que había un problema.

“De la piratería que hay en el golfo… de las extorsiones, hay asaltos en embarcaciones, hay desmantelamiento de plataformas de PEMEX, en Campeche, ya estamos atendiendo eso”, dijo.

Los videos y el audio de los ataques comenzaron a aparecer en las redes sociales de los miembros de la tripulación. En un video de vigilancia en blanco y negro, se puede ver a un hombre enmascarado apuntando y blandiendo un arma mientras un grupo de piratas retuvo a la tripulación mientras atacaba un barco de suministro de petróleo en alta mar, el Remas, frente a la costa de Tabasco.

La Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos informó que “los piratas saquearon el barco, robaron pertenencias personales y equipo del barco antes de liberar a los rehenes y escapar”.

El incidente del 9 de abril fue la tercera vez que piratas atacaron al REMAS, un buque con bandera italiana, en menos de seis meses. En otro ataque en noviembre, un miembro de la tripulación recibió un disparo en la pierna y otros dos sufrieron heridas en la cabeza por haber sido golpeados con la culata de una pistola.

Amenaza más grave

Si bien la mayoría de los incidentes involucran pequeños robos y saqueos, los expertos en seguridad advierten que los ataques piratas son una señal de que la situación podría convertirse en una amenaza más grave. El programa de reforma energética de México ha buscado recientemente atraer inversión extranjera en su sector petrolero costa afuera para impulsar la producción en declive, creando una nueva oportunidad potencialmente atractiva para el crimen organizado.

Los carteles ya tienen sus garras puestas en los oleoductos en tierra, donde el robo de combustible es uno de los dilemas económicos y de seguridad más apremiantes de México, ya que los llamados 'huachicoleros' han absorbido más de mil millones de dólares en ingresos anuales de las arcas estatales, al aterrorizar y corromper a los empleados de la petrolera estatal PEMEX.

"Esa es la preocupación", dijo Lee Oughton, director de operaciones de Fortress Risk Management, una consultora de seguridad con sede en México. “Están comenzando a perforar. Toda la actividad está ahora en alta mar. Es un área enorme donde pueden empezar a proliferar los malos actores”, agregó.

Las empresas privadas que operan en el golfo no pueden portar armas, pero están equipadas con tecnología no letal, como cañones de agua, potentes láseres infrarrojos que pueden iluminar a un atacante potencial desde lejos, así como dispositivos acústicos de alto decibelio y largo alcance y sistemas de barrera flotante.

Las decenas de grandes plataformas de producción de petróleo y muchas más plataformas de perforación no tripuladas agrupadas en el sur del Golfo de México emplean a miles de trabajadores de la industria petrolera. Algunos viven en las plataformas, mientras que otros residen en barcos de tripulación móviles que dan servicio a las plataformas.

"Máxima vigilancia"

Como resultado, la comunidad marítima mundial también está prestando más atención. La Autoridad Marítima de Panamá instó a todas las embarcaciones con bandera panameña a “mantener la máxima vigilancia y aumentar las condiciones de seguridad a bordo, en caso de que sea necesario proteger a la embarcación y tripulación durante el tiempo de paso en estas aguas”, afirmó.

La Universidad Marítima Mundial de Suecia publicó un informe a fines de julio advirtiendo que la Armada de México no informaba adecuadamente las investigaciones de incidentes a la Organización Marítima Internacional (OMI), la agencia de las Naciones Unidas responsable de regular el transporte marítimo.

Este verano, la Armada de México implementó un plan de protección llamado ‘Refuerzo Sonda’ para inhibir el ingreso de delincuentes a instalaciones petroleras en Campeche.

Pero una encuesta realizada por investigadores suecos a los oficiales de seguridad de los barcos encontró críticas generalizadas sobre los tiempos de respuesta de la Armada de México, así como preocupación por la falta de recursos.

Orozco, el portavoz de la Armada, dijo que se está haciendo un gran esfuerzo para abordar el problema utilizando barcos de patrulla con helicópteros, pero no fue fácil rastrear pequeñas embarcaciones que son difíciles de detectar por radar en el mar.

“ El mar es inmenso y es dificil cubrirlo”, dijo, y agregó que se han producido persecuciones y han evitado asaltos.

El informe sueco instó a la cooperación internacional con la Guardia Costera de Estados Unidos para reducir las amenazas a la seguridad, como un ataque con bomba en una plataforma petrolera que podría causar un desastre ambiental.

“ México necesita desarrollar un plan contra la piratería. Está sucediendo en sus aguas”, dijo Sweeney. “En este punto, están demostrando que no están bien equipados para manejarlo. No hay señales de que disminuya en el corto plazo ", agregó.