Cuando los agentes de la DEA tocaron a su puerta en el apartamento de Miami Beach en la tarde del 16 de julio de 1997, Alejandra Vargas Osorio tenía en su sistema digestivo 65 cápsulas de látex con heroína.
Narcomula describe su experiencia con hermano de la vicepresidenta de Colombia
Univision tuvo acceso a una carta manuscrita de una odontóloga colombiana en la que relata cómo, en 1997, resultó involucrada en un caso de narcotráfico con Bernardo Ramírez, hermano de la actual vicepresidenta de Colombia.


Los agentes iban junto con Miguel José Aguilar Asencio, un amigo español que ella había conocido recientemente y con quien viajó a Aruba el fin de semana para pasar la droga. Aguilar llevaba otros 30 condones con droga en su cuerpo y le habían descubierto 35 en una bolsa de viaje.
"Les abrí, los dejé pasar y confesé todo", recuerda Vargas.
Aguilar ya lo había hecho con los agentes.
Las memorias de ese instante son parte de una carta que la odontóloga colombiana Alejandra Vargas envió desde una prisión en Estados Unidos a un juez federal de Miami en junio de 2015. Aspiraba a una reducción de la sentencia que cumplía, no solo por el caso de la droga sino por haberse fugado de la justicia de Estados Unidos en 1998, cuando ya se había declarado culpable.
La carta describe una vida de drogadicción y alcoholismo en Miami Beach de los noventa con acusaciones de conducir bajo efectos del alcohol en 1992 y 1994, pero superada con trabajo y religiosidad en Colombia, donde se refugió durante 17 años como fugitiva de la justicia estadounidense.
"Conocí a alguien que sacó ventaja de mí y me usó como mula para traer drogas en mi estómago", escribió. "Yo estaba actuando inmoralmente, mi conducta era inmadura, enferma y muy diferente que hoy a mis 52 años".
Vargas, graduada de odontóloga en la Universidad Javeriana de Bogotá, fue condenada a 30 meses de prisión por conspiración para la posesión y tentativa de distribución de 300 gramos de heroína. El juez tuvo en cuenta una reducción de pena solicitada por el fiscal del caso por cooperación con la justicia.
En el hospital Mount Sinaí donde ella y Aguilar fueron llevados a expulsar la droga, ambos identificaron como jefe de la operación a Bernardo Ramírez Blanco, un joven de la alta sociedad colombiana, hermano de quien sería nombrada al año siguiente la ministra de comercio exterior, Martha Lucía Ramírez, hoy vicepresidenta de Colombia.
"Estuvimos en el hospital dos días. Mi cuerpo estaba enfermo, lleno de alcohol y drogas", indicó.
De mula a Aruba
Vargas sostiene que Ramírez, con quien salía, le presentó a Aguilar en Miami Beach.
"Yo era alcohólica y usaba cocaína para seguir casi todos los días", escribió.
Ramírez y Aguilar le ofrecieron pasar un fin de semana en Aruba.
"Me pidieron que me tragara unas bolsas de drogas en el hotel y traerlas en mi estómago por tres a cuatro mil dólares", señaló.
Dice que se tragó la droga y regresó a Miami. Tenía 33 años.
Notas Relacionadas
El informe del agente de la DEA Shaun Perry señala que Ramírez y Aguilera viajaron a Aruba en el vuelo 760 de Air Aruba el 12 de julio y regresaron un par de días después. Alguien le había pasado el dato al agente de que ambos pasajeros traían la droga en su cuerpo.
Después de delatar a Ramírez, recuerda Vargas, ella ayudó a los agentes "llamando a Bernardo y entregándole las bolas de drogas a él", dijo.
Los agentes grabaron la conversación el 18 de julio. Ese mismo día siguieron a Vargas al centro comercial de Aventura, al norte de Miami, donde se reuniría con Ramírez.

"Me pusieron un micrófono con cable en mi pecho y lo grabaron a él", explicó Vargas.
Según el informe de la DEA, ella se dirigió a su automóvil, lo abrió y le entregó la droga a Ramírez. En ese momento fueron arrestados.
Al día siguiente la acusada fue presentada en corte. Su madre pagó una fianza.
"Regresé al apartamento en South Beach muy asustada porque este hombre, Bernardo, era como peligroso", escribió. "Me volé a Colombia asustada y me escondí en un pequeño pueblo", agregó.
Vargas afrontaba unos cuatro años de prisión a juzgar por la condena que recibió Aguilera de 46 meses.
Univision envió a la oficina de la vicepresidencia de Colombia un cuestionario con la transcripción de los pasajes de la carta relacionados con Bernardo Ramírez. En los últimos días la vicepresidenta ha respondido a la prensa por el incidente de su hermano, que ella no había comentado en público. La respuesta a Univision no se ha producido. Un asesor de la vicepresidenta dijo que ella no dará más declaraciones sobre el asunto. La solicitud estaba dirigida a su hermano. La abogada de Bernardo Ramirez al momento de su acusacion no ha respondido a Univision.

Martha Lucía Ramírez ha dicho que el problema de Bernardo fue una "tragedia familiar".
"Vimos con mucho dolor su circunstancia, pero también lo acompañamos con el amor de hermanos, tal como lo hicieron mis padres, porque los lazos de familia no desaparecen frente al adversidad y la desvergüenza", afirmó la vicepresidenta en un comunicado.
Bernardo Ramírez fue condenado a 57 meses en 1998 tras declararse culpable. Mientras esperaba sentencia gozó de libertad bajo fianza pagada en un 10% por su familia, según reconoció la vicepresidenta en una entrevista.
Nueva vida
Vargas dijo que al regresar a Colombia se internó durante 11 meses en un centro de rehabilitación donde "aprendí a valorar mi vida, recobrar mi autoestima y convertirme en una persona limpia, responsable y una mujer respetable".
Durante sus años de fugitiva en Colombia, aseguró, no tuvo ningún problema con la ley. Antes de su petición desde la cárcel, su abogado en Miami Richard Klugh había entregado a la corte un certificado de paz y salvo judicial del Departamento Administrativo de Seguridad, un folleto del consultorio odontológico donde trabajó en Bogotá, el diploma de graduación de la Universidad Javeriana en 1987 y una constancia de trabajo en Famisanar.
"Yo cometí un delito, uno grande, en julio de 1997, hace 18 años, cuando era una alcohólica y drogadicta, y salía con amigos equivocados que hacían lo mismo, tomaban, consumían drogas todos los días en South Beach", recordó.
Pero su vida cambió en Colombia, según ella.
"Soy una mujer cristiana de Dios, soltera, sola, y después de 1997 no cometí ningún error ni ningún delito, ni siquiera una infracción de tránsito", escribió.
A finales de 2013, Vargas hizo un viaje a Panamá con su mamá. Los funcionarios de inmigración la interrogaron porque notaron que tenía estatus de fugitiva. Se entregó sin objeciones. Su arresto fue registrado en el expediente de la Corte Federal de Miami el 26 de noviembre.























