Dos nuevas caravanas migrantes están organizándose desde Honduras, alerta el Consejo Noruego para los Refugiados

Los efectos de las tormentas Eta y Iota, la crisis por el coronavirus y la expectativa de cambios migratorios en Estados Unidos alimentan los nuevos planes, dicen a Univision activistas y analistas.

Migrantes indocumentados hondureños en una caravana rumbo a Estados Unidos. Inmagen de archivo.
Migrantes indocumentados hondureños en una caravana rumbo a Estados Unidos. Inmagen de archivo.
Imagen AP

En Honduras, apenas unos días después de que 3,900 migrantes fueron repatriados al país en la tercera semana de enero, se organizan ya dos nuevas caravanas de migrantes. Planean viajar rumbo a Estados Unidos entre febrero y marzo, dijo a Univision Angelita Caredda, directora para Centroamérica y México del Consejo Noruego para Refugiados. Entre los caminantes, dice, hay muchos que acaban de ser deportados.

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"Esta caravana fue apenas la punta de un iceberg", dijo Caredda en entrevista con Univision Investiga desde Tegucigalpa. "Veremos más caravanas en los próximos meses".

La pregunta en la caravana más reciente, como ha sucedido con otras en el pasado, ha sido quién la encabeza, cómo se organiza y cuáles intereses las mueven. Las fuentes entrevistadas en Honduras para este artículo coinciden en que no existe un organizador único, sino algunos grupos que se integran por personas, cada vez más, que tienen muy poco que perder.

Otras fuentes descartaron las versiones de que había manipulación religiosa o política entre los integrantes de las caravanas, desde Estados Unidos, para crear una crisis en el gobierno del recién posesionado presidente Joe Biden.

Mauro Verzeletti, un sacerdote brasilero que dirige la Casa del Inmigrante en Guatemala, y lleva más de 20 años estudiando los movimientos migratorios de Centro América, dijo a Univision que esta vez, como en otros años, ha escuchado toda clase de teorías sobre la manipulación de la caravanas.

"Unos dicen que Trump, otros que López Obrador, que el presidente de Honduras pero yo me quedo con que es la pobreza y la violencia de estos países olvidados por las políticas neoliberales de estados que no cumplen la función, sino que están bajo la criminalidad", dijo.

En el Consejo Noruego para Refugiados tienen un área de monitoreo de frontera que constantemente busca información en redes sociales, grupos de WhatsApp y puntos fronterizos. Detectan cómo están moviéndose los miles de hondureños que cada año dejan el país, en pos de migrar a Estados Unidos.

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En octubre pasado, esa área del Consejo detectó los primeros signos de la organización de la caravana, que partió este 15 de enero desde San Pedro Sula y fue desactivada en Centroamérica, antes de llegar a México, en menos de una semana.

"Encontramos movimientos en algunos grupos que se planteaban salir de Honduras a principios de enero", dijo Caredda. Algunos integrantes del Consejo participan en esos grupos, en los que ahora "hay discusiones para nuevas caravanas en febrero y marzo", según la información recopilada por la organización noruega.

En la caravana más reciente partieron de San Pedro Sula 6,000 personas, con rumbo a El Florido, en Copán, frontera con Guatemala, según datos de la Cruz Roja hondureña. Una semana después el Instituto Guatemalteco de Migración calculaba que eran unos 7,500 integrantes; informaba que más de 3,900 de ellos habían sido repatriados.

Un grupo de hondureños muestra una bandera de su país en su camino hacia la frontera con México.
Un grupo de hondureños muestra una bandera de su país en su camino hacia la frontera con México.
Imagen John Moore/Getty Images.

Para activistas y políticos en Honduras, la organización de otros movimientos de personas se explica por la crisis humanitaria y económica que vive el país.

En la última semana de octubre, la tormenta tropical Eta azotó el norte de Honduras. Dos semanas más tarde, el huracán Iota, el más potente de la temporada en 2020, que alcanzó categoría 5, inundó de nuevo las mismas tierras que habían sido anegadas por Eta.

A finales de diciembre cuatro millones de hondureños, casi la mitad de la población del país, estaban afectados por las tormentas y 2.5 millones tenían condición de damnificados, con necesidades de insumos básicos, de acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El mismo informe cuantificó los daños por las tormentas en casi 2 mil millones de dólares. Advirtió que 92 mil personas estaban viviendo en albergues, porque sus casas habían resultado afectadas o destruidas.

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"Más de 2.5 millones de niños en Honduras se han quedado sin acceso a la educación", dijo Wilmer Vázquez, activista por los derechos de la infancia hondureña.

La situación en las calles era, y sigue siendo, visiblemente dramática. Amnistía Internacional documentó cómo miles de personas duermen en refugios temporales, bajo los puentes y en zonas con agua contaminada.

"Es una situación muy desesperada. Muchas familias perdieron todo y a ello se suman los riesgos sanitarios por la pandemia", dijo a Univision Aracely Ramos, gerente de Comunicación de la Cruz Roja hondureña.

Personas en Santa Bárbara, Honduras, se preparan para evacuar la zona ante la llegada del huracán Iota, a mediados de noviembre de 2020.
Personas en Santa Bárbara, Honduras, se preparan para evacuar la zona ante la llegada del huracán Iota, a mediados de noviembre de 2020.
Imagen Yoseph Amaya/Getty Images

Varias organizaciones lanzaron en noviembre una alerta para recopilar ayuda internacional. Anunciaron que se necesitaban al menos 90 millones de dólares para auxiliar con las necesidades más básicas a los damnificados.

El 18 de noviembre, el gobierno de Estados Unidos anunció a través de su embajada en Honduras que destinarían 8.5 millones de dólares en ayuda. En su primera semana como presidente de Estados Unidos, Joe Biden dijo en una llamada con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que buscaría un paquete de ayuda de cuatro billones de dólares para Centroamérica.

Pero las organizaciones aseguran que no es suficiente. "Solo ha llegado un 29% de la ayuda requerida", explicó Caredda.

"La desesperación de estas familias alimentó la bola de nieve que terminó en la caravana", secundó Bartolo Fuentes, activista pro-migrantes y exdiputado federal en Honduras.

Para quienes están monitoreando la situación, hay un factor de riesgo actual para quienes planean viajar en nuevas caravanas: esta desesperación está llevando a los migrantes a transitar el camino por una ruta más peligrosa, que se conoce en Honduras como "la ruta de los puntos ciegos".

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Los puntos ciegos

Tradicionalmente, las caravanas de migrantes salían de Honduras por las zonas de Corinto y Aguas Calientes, en la frontera norte con Guatemala. En esta ruta hay riesgos de asaltos, aunque es más turística y transitada, hay cuatro casas de migrantes y la posibilidad de recibir ayuda, explicó Fuentes.

En los últimos meses se ha recrudecido la intervención policiaca para frenar a los migrantes, desde Honduras hasta el sur de México, con la presencia de miles de efectivos de la Guardia Nacional mexicana y de las autoridades guatemaltecas. Esto ha forzado la búsqueda de nuevas rutas.

La caravana que partió el 15 de enero se encaminó al cruce hacia Guatemala por la zona fronteriza de El Florido, más de 80 kilómetros hacia el sur de Corinto. Según Caredda, El Florido nunca antes se había usado en una caravana.

Una familia hondureña intenta cruzar de Honduras a Guatemala a través del cruce fronterizo de El Florido el 16 de enero de 2021.
Una familia hondureña intenta cruzar de Honduras a Guatemala a través del cruce fronterizo de El Florido el 16 de enero de 2021.
Imagen Sandra Sebastian/AP

"Es una ruta más peligrosa. Pequeños grupos también pasaron por otros puntos ciegos", explicó Caredda.

Las rutas menos transitadas se conocen como puntos ciegos porque son zonas con muy poca población, sin casas de migrantes o donde no hay organizaciones encargadas del monitoreo en el tránsito. Con ello, quienes viajan están más expuestos a que las pandillas los asalten, caigan en manos de traficantes de personas o los obliguen a convertirse en sicarios o a las mujeres, en prostitutas.

"Más de 8 mil hondureños están desaparecidos en esa ruta migratoria. Al irse en ese camino, si los matan es un soldado del crimen que no costó nada", dijo Fuentes.

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Explicó que la caravana es un mecanismo que salva vidas y protege al migrante de bajos recursos. "Del lado donde cruzaron ahora no hay nadie. Es una buena ruta para los coyotes, pero muy peligrosa para migrantes sin dinero, como los que se integran a las caravanas", dijo el activista.

Una bola de nieve

"Entrevistamos a un hombre que ha salido y lo han repatriado ocho veces. Quiere seguir intentándolo", dijo Caredda. "Estas personas no tienen a dónde volver, no tienen casa, ni pertenencias. Lo único que pueden hacer es organizarse para salir de nuevo".

Otros en el país, como Fuentes, consideran que algunos integrantes dentro de las caravanas persiguen un objetivo: hacer que la caravana fracase, para mostrarlo como un logro de control político del gobierno hondureño. "Algunos organizadores revientan la caravana desde adentro, haciéndolos viajar en condiciones cada vez más peligrosas", dijo el político.

Entre estas condiciones, afirmó, está que los convocan a la medianoche en la estación de autobuses de San Pedro Sula, viajan de madrugada y los obligan a caminar muchos kilómetros cada día. "No hay familias que puedan aguantar a ese ritmo", dijo el opositor.

Para Fuentes, la administración de Juan Orlando Hernández busca desviar la atención de las acusaciones de que recibió sobornos de traficantes de droga, que se han conocido en las últimas semanas en una corte de Estados Unidos.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, habla durante una conferencia de prensa en Honduras.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, habla durante una conferencia de prensa en Honduras.
Imagen Reuters

El hermano del presidente fue hallado culpable de narcotráfico. El 8 de enero, los fiscales en Nueva York presentaron un documento que acusa de "conspirador" a una persona a quien no nombran pero identifican como presidente y hermano de quien fue condenado. La prensa de Honduras asumió, de manera casi unánime, que se trataba de Hernández, quien no ha sido formalmente acusado de ningún cargo en Estados Unidos.

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"El presidente está haciendo puntos para que los americanos digan: soy eficiente, considérenme. Y los pobres migrantes están pagando los patos", dijo Fuentes.

Más allá de este clima preelectoral o de las especulaciones políticas, las crisis actuales hacen urgente la migración para miles de personas, consideró Ramos, la vocera de la Cruz Roja.

"A diferencia de años anteriores cuando solo viajaba uno o algunos miembros de una familia, ahora lo hacen núcleos familiares completos. En mi experiencia, nunca había visto una situación como esta", dijo Ramos.

Video Honduras como ruta del narcotráfico