Por Carlos Chirinos @carl_chirinos
La onda expansiva de los ataques de París
La muerte de 120 personas en ataques simultáneos en la capital francesa afectará a toda Europa


El epicentro del horror vivido el viernes en Paris, la sala de conciertos de Bataclan, está a tan solo 200 metros de las oficinas del semanario Charlie Hebdo, otro símbolo trágico de la capital francesa.
“Les pido que permanezcan vigilantes, unidos y movilizados. Esa vigilancia debe ser demostrada, primero y principal, por el Estado”, dijo el presidente François Hollande tras los ataques contra el semanario en enero de 2015 que dejaron 12 muertos.
Menos de un año después, más de 120 muertos en seis sitios diferentes de París, incluyendo Bataclán y otros lugares públicos indican que la vigilancia no ha sido suficiente para controlar la amenaza de los extremistas.
El viernes Hollande declaró el estado de emergencia, cerró las fronteras e instauró un toque de queda en París y reconoció en un discurso televisado a la nación que “ciertamente hay razones para sentir miedo”.
La Francia “radical”
Pocas horas después de los ataques, las autoridades no habían señalado responsabilidades, pese a que el presidente aseguró en su mensaje que “sabía” de dónde provenían.
Un informe del parlamento francés en abril pasado, determinó que más de la mitad de los 3,000 europeos que se presume han ido a enrolarse en las filas del autodenominado Estado Islámico (EI), son de origen francés.
De esos, las fuerzas de seguridad temen que al menos 200 hayan regresado al país mezclándose entre una ciudadanía de la que hacen parte y son difícil de diferenciar.
Por eso los controles fronterizos pueden servir de poco para evitar el ingreso de elementos extremistas, si es que, como en el caso de Charlie Hebdo, estos ya están dentro del país y trabajan coordinados o inspirados por grupos radicales como EI.
Pero hay responsabilidades por las que los servicios de inteligencia franceses, considerados entre los mejores del mundo, deberán responder.
Un ataque coordinado como el del viernes solo es posible por costosos fallos de vigilancia y muchos empezarán pronto a exigir explicaciones.
Crisis de refugiados
La experiencia francesa tendrá impacto en una Europa acosada por la crisis de refugiados que llegan desde Siria y otras regiones de Medio Oriente afectadas por la violencia de EI.
Los movimientos ultra nacionalistas exigen que se pongan controles a ese flujo humano, al que consideran peligroso, en una posición que se nutre de miedo al extranjero e incomprensión de la situación que saca de sus casas a decenas de miles de personas.
La víspera, Suecia restableció por primera vez en 20 años controles en la frontera para moderar la ola de inmigrantes que se desplaza por el centro y norte de Europa, una decisión contraria a la tradicional apertura sueca.
De acuerdo con la evaluación de seguridad que se haga en las próximas horas, otros países podrían seguir la misma vía, desmontando la libertad de circulación, una de las características de las que se ufana la Europa comunitaria.
“Nuestras ciudades son muy vulnerables, se pueden evitar algunos incidentes, pero no se puede controlar todo. La vulnerabilidad es inmensa”, dijo a Univision Noticias el embajador Juan Larraín, experto en temas de terrorismo.
“Los europeos tienen que estar absolutamente alerta. Esto no se soluciona poniendo controles en el aeropuerto, se soluciona en la raíz. Y la raíz no está en Paris, ni en Londres, ni en Berlín. Eso está en Medio Oriente”.
Cumbre bajo vigilancia
Apenas unas horas antes de que se desencadenara la matanza en París, la mañana del viernes se había anunciado que Francia restablecería controles en sus fronteras para proteger la cumbre del clima que se realizará en la capital francesa a finales de noviembre.
El ministro del interior, Bernard Cazeneuve, habló a una radio francesa sobre “un contexto de persistentes ataques terroristas o el peligro de alteración del orden público”, aunque no ofreció datos específicos ni dijo que tuviera vínculos con la crisis de inmigrantes.
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Es de esperar que ese dispositivo de seguridad para la Conferencia de Cambio Climático de Naciones Unidas, que se celebrará a las afueras de París y a la que asistirán más de 80 líderes mundiales, se vea muy reforzado.
En el frente exterior, ya estaba previsto que la próxima semana el portaaviones francés Charles de Gaulle partiera hacia el Golfo Pérsico para participar en acciones militares contra EI en Siria e Irak, una estrategia en la que se involucró París desde septiembre pasado.
Aunque para algunos, esas operaciones internacionales tienen un alcance limitado. Son muy poco y muy tarde para neutralizar la amenaza anidada en Medio Oriente.
La escala del primer atentado suicida en la historia de la nación deja una estela de dolor y muchas preguntas por responder, empezando por el quién lo hizo y cómo fue posible que esto ocurriera.












































