Oakland recortará a la mitad el presupuesto de su Policía, que equivale a casi la mitad de los fondos de la ciudad

OAKLAND, California. – El Concejo municipal de Oakland dio un paso más en sus esfuerzos por recortar el millonario presupuesto de su departamento de Policía, que según un análisis equivale a casi la mitad de los fondos totales de la ciudad.

Este martes por la noche, los legisladores locales aprobaron la creación de un grupo de trabajo que tiene el objetivo de reducir a la mitad los fondos que recibe la corporación durante los próximos dos años.

El voto unánime de 8-0 se da una semana después de que la alcaldesa Libby Schaaf rechazara dos intentos del cuerpo legislativo para eliminar fondos adicionales del presupuesto con el que actualmente cuenta la Policía, según reporta el diario East Bay Times.

La medida fue aprobada en medio de la presión de activistas y líderes políticos para quitarle fondos a las agencias del orden, a raíz de la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un oficial blanco en la ciudad de Minneapolis, un incidente que desató protestas contra el racismo y la brutalidad policíaca en todo Estados Unidos.

El grupo de trabajo creado por el Concejo municipal llevará por nombre “Fuerza de Tarea para Reimaginar la Seguridad Pública” y estará encargado de mejorar las labores de seguridad en Oakland buscando alternativas a las llamadas de emergencia al 911, además de redistribuir el presupuesto de la Policía en programas mal financiados que tienen que ver con vivienda asequible, servicios de salud, empleos y desamparados.

“Quiero subrayar que el propósito de este grupo de trabajo es reacomodar nuestros recursos para mejorar la seguridad para todos nuestros residentes a través de la inversión en nuestras comunidades”, dijo al diario la concejal Nikki Fortunato Bas, quien elaboró la propuesta junto con la concejal Loren Taylor.

Fondos excesivos

Datos del Centro para la Democracia Popular, un organismo que promueve políticas progresistas y justicia social, revelan las exageradas sumas de dinero que reciben las agencias del orden en algunas de las ciudades más pobladas de los Estados Unidos.

En Oakland, por ejemplo, los fondos destinados cada año a la Policía opacan por mucho el gasto en recursos y servicios vitales, alcanzando casi la mitad (44.4%) del presupuesto general de la ciudad, o lo equivalente a $736 por residente. En comparación, Baltimore invierte en su Policía el 26% de su presupuesto, Detroit el 30% y Chicago el 37%.

“La elección de invertir en sistemas correctivos en lugar de en aquellos que estabilizan y fortalecen no vuelven a las comunidades más seguras. Mejorar los salarios, los servicios de salud, la educación y las opciones de viviendas tienen un mejor efecto en la reducción de crimen”, señala el reporte.

“La comunidad nos ha llamado de manera abrumadora, como Concejo municipal y como ciudad de Oakland, a reevaluar nuestras prioridades de seguridad y redistribuir esos preciados recursos públicos hacia las raíces que causan la violencia”, dijo la concejal Fortunato Bas.

El grupo de trabajo encargado de reducir el presupuesto de la Policía a la mitad estará conformado por un panel de 17 personas e incluirá candidatos de los ocho miembros del Concejo municipal, así como de la alcaldesa de Oakland.

De acuerdo con el plan, la fuerza de tarea será presentada a la comunidad el próximo 29 de septiembre y para el 31 de diciembre deberá tener listo su primer borrador de recomendaciones. El 31 de marzo de 2021 será la fecha límite para las recomendaciones finales que serán implementadas en el presupuesto del próximo año fiscal, lo que deberá ocurrir antes del 30 de junio de 2021.

Otras ciudades del Área de la Bahía han realizado reformas significativas para minimizar la participación de la Policía en la seguridad pública. Berkeley, por ejemplo, aprobó una reforma integral que excluye a los oficiales de realizar detenciones de tránsito, convirtiéndose en la primera ciudad del país en aprobar una medida en este sentido.

En San Francisco, la alcaldesa anunció una reforma que busca reducir la respuesta de policías a llamados que tienen que ver con disputas vecinales no violentas, la presencia de indigentes en las calles y los asuntos disciplinarios en las escuelas del Distrito Escolar Unificado de San Francisco.