SAN FRANCISCO, California. - Los primeros rayos del sol salieron unos minutos antes de las 6:00 am, pero para esa hora Nora Alvarado ya iba con su amiga Yeymi rumbo al banco de comida conocido como Mission Food Hub, ubicado en el corazón del distrito hispano de San Francisco, el cual por cierto es uno de los más afectados por la pandemia de coronavirus.
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Todos los lunes, miércoles y viernes decenas de activistas trabajan a marchas forzadas para llevar comida e información a los hispanos de la Bahía de San Francisco afectados por el coronavirus. El esfuerzo comenzó en mayo y a la fecha apoyan a unas 7,000 familias de la región.

Pese a que las puertas del lugar abren a las 10:00 am, las dos hispanas se formaron afuera del Mission Food Hub desde pasadas las 6:30 am.
"Llegamos tan temprano para ser de las primeras en línea. Así vamos a recibir lo mejor, porque si llegamos más tarde, nos toca esperar horas. Llega tanta gente y se acaba lo bueno muy rápido", cuenta una de ellas.

Cada persona en la fila recibe un boleto que lleva impreso un número, el cual representa su turno. A Yemi, por ejemplo, le tocó el 6, un número con gran valor si se considera que las filas pueden rebasar las mil personas, según cuenta Antonio, uno de los voluntarios que trabaja en el banco de comida.
La fila para para recibir comida del Mission Food Hub es tan larga que se extiende por varias cuadras del barrio. Quienes llegan ya entrada la mañana por lo general tienen que armarse de paciencia para una espera de varias horas. “Se me hizo tarde para salir de la casa y ahora no sé cuánto tendré que esperar”, explica Arturo, quien vino desde Oakland. "Pero no me voy a ir. Aquí dan tan buena comida", agrega.
“Cerraron los planes de trabajo y todo”, cuenta Saturino Barrera, quien también espera su turno, pero lo hace en una fila distinta para adultos mayores. Su edad lo pone en un riesgo mayor de contagiarse de coronavirus, pero aún así sale a la calle por comida, pues como muchos en la fila, perdió su empleo debido a la pandemia. “Ya se nos acabó lo que teníamos ahí ahorradito, ¿entonces qué vamos hacer?”, dice.

Cada lunes, miércoles y viernes un equipo de más de 100 voluntarios prepara cajas llenas de frijol, arroz, verduras, leche, y hasta harina de maíz y carne, alimentos básicos de las dietas latinas que no se encuentran tan fácilmente en otros bancos de comida. Los organizadores las llaman "comidas culturalmente apropiadas".
“Lo bonito de aquí es que esto es un milagro”, cuenta Roberto Hernández, director del Mission Food Hub. Esta iniciativa, dice, inició con tan solo una llamada telefónica.
Hernández, quien también ha dirigido el Carnaval de San Francisco por varios años, cuenta cómo comenzó todo: “Una señora me llamó para decirme que había perdido su trabajo y no tenía comida. Fui a comprarle comida y pronto me comenzaron a llamar más personas buscando ayuda”, explica.

El hogar de Hernández pronto se convirtió en un almacén donde recibía donaciones de comida, pero su capacidad se vio rápidamente rebasada debido a que el número de familias que buscaban su apoyo seguía creciendo.
Usando las conexiones que ha formado tras años de organizar el carnaval, Hernández se conectó con la empresa Goya Foods, la cual estuvo de acuerdo en cooperar con este esfuerzo. Ya con un grupo de voluntarios y el apoyo de la iniciativa Latino Task Force, trasladó el centro de distribución de despensas al campus de 'Mission Language & Vocational School' entre las calles 19th y Alabama, a pocas cuadras de donde se lleva a cabo cada año la fiesta del carnaval.
El Carnaval de San Francisco no se realizó este mayo debido a la pandemia de coronavirus, pero Hernández encontró en el Mission Food Hub un nuevo espacio para apoyar a la comunidad latina. Él calcula que cada semana le otorgan comida a más de 7,000 personas, una de las distribuciones de comida más grandes en el Área de la Bahía. Pero la ayuda no termina ahí, pues la próxima semana el banco de comida también comenzará a repartir dinero a familias que necesiten ayuda para pagar la renta.
“Yo no pierdo la fe. Además tenemos más de 156 voluntarios que vienen bien tempranito para preparar (las despensas) y también tenemos voluntarios durante la semana que van a recoger cada donación de comida que nos ofrecen”, explica Hernández.

Los voluntarios vienen de todos los ámbitos de la vida. Muchos de ellos viven en la Misión y manejan cada paso de la preparación y distribución de alimentos, todo a fuerza de mano. Uno de ellos es Connie Rivera, quien es dueña con su esposo Ricardo de un negocio de artesanías indígenas en la ciudad. Pero su comercio actualmente enfrenta serios problemas económicos a causa de las restricciones para controlar la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, ella sigue firme en su intención de llegar cada mañana para ayudar a quienes su comunidad, a la que conoce muy bien tras décadas de vivir en este barrio. “La gente de la Misión ha sido tan buena con nosotros por mucho tiempo. Nosotros somos parte de esta comunidad y hay que seguir ayudando, pase lo que pase”, cuenta Connie. En la página de GoFundMe existe actualmente una recaudación de fondos para salvar su negocio.
A las afueras del banco de comida, otro grupo de voluntarios ofrece servicios que hacen a Mission Food Hub un sitio bastante único. Conforme las familias esperan su turno, miembros del Centro de Excelencia Latina de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) pasan por toda la fila otorgando mascarillas e información sobre el coronavirus y dónde hacerse la prueba gratuita.
Muchos de estos jóvenes son estudiantes de medicina y enfermería en UCSF, pero otros están estudiando para recibir su maestría o licenciatura en otras universidades. Todos los que integran el grupo llamado 'Street Team' hablan español, lo cual facilita las conversaciones sobre temas de salud con la comunidad hispana.

“Nos dimos cuenta que la comunidad latina necesitaba más información, especialmente necesitaba información honesta e información científica”, explica la doctora Alicia Fernández, quien encabeza el Centro de Excelencia. "Entonces es muy importante estar acá donde hay distribución de comida y viene gente, sale gente, de su casa para hacer esta fila", explica.
“Las dos cosas están ligadas. La pandemia del covid-19 y la pandemia de la pobreza. Entonces en este momento es muy importante traer esta información a la gente que es más vulnerable, que son estas personas que están paradas acá”, indica la especialista.
Al recibir unas cuantas mascarillas para sus hijos y ella misma, Martha, una residente de San Francisco que esperaba su turno en la fila, le hizo unas cuantas preguntas a un miembro de 'Street Team' sobre qué se necesita para recibir una prueba de coronavirus.
“Aprecio mucho esta información y hasta más estos cubrebocas. Hay muchas cosas que yo todavía no sé sobre el sistema de salud de este país y pues de esta manera ya sé un poco más de cómo manejar esta situación”, señala Martha.
Para Giuliana Martínez, la consultora para participación comunitaria del Centro de Excelencia, el Mission Food Hub representa una gran oportunidad para hacer más eficaces las estrategias que proponen mejorar la salud pública entre los latinos.

“La gente ya vive alrededor de este lugar y cuando vienen aquí se sienten más en familia. Es un sentimiento diferente que cuando van a lugares desconocidos. Si la gente ya está viniendo a este lugar, sería más fácil para la ciudad conectar con la comunidad latina en vez de estar tratando de hacer que la comunidad venga a ellos”, aclara Martínez.
Roberto Hernández comparte el mismo sentimiento. Durante el pasado abril, UCSF colaboró con 'Latino Task Force' para proveer casi 4,000 pruebas de coronavirus a una sección de residentes de la Misión. Esta iniciativa, conocida como Unidos en Salud, se llevó a cabo con bastante apoyo comunitario. De la misma manera, Hernández espera que el Mission Food Hub también se convierta en un centro para administrar pruebas gratuitas de covid-19, lo que podría comenzar a partir de la próxima semana.
Otorgar alimentos ha sido el primer paso para responder a la necesidad que Hernández ve en su comunidad. “Estamos en una crisis como latinos, entonces tenemos que unirnos y trabajar juntos para apoyar a nuestra gente ”, dijo.
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