Esias Johnson, un joven de 24 años con síndrome de Asperger, es uno de las doce personas que han perdido su vida en Rikers Island, el complejo penitenciario de Nueva York que está causando enormes controversias por su caótica situación.
Uno de los doce presos muertos en Rikers Island era un enfermo de Asperger
El joven de 24 años, quien sufría un trastorno del neurodesarrollo, debía pagar un dólar para poder salir de allí, pero antes de su madre pudiera resolver ese proceso, amaneció muerto.

La cárcel más grande la ciudad de Nueva York, la cual alberga 10 prisiones, ha registrado solo este mes la muerte de seis reclusos, y de 12 en lo que va de año, lo que ha hecho que líderes de los oficiales correcionales, congresistas y abogados, pidan que se ponga fin a la “crisis humanitaria” que se vive allí.
The New York Times dice que, en medio de esa crisis, Esias Johnson, perdió la vida y que, sus últimos años reflejan la larga lucha del sistema de justicia penal para lidiar eficazmente con los enfermos mentales.
La historia de Johnson nunca fue fácil: cuando era niño se le diagnosticó con Asperger, un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades significativas en la interacción social y la comunicación no verbal, junto con patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.
Sus padres revelaron que, debido a su enfermedad, el joven no encajaba en ninguna parte y terminó en problemas con la ley que, a medida que su enfermedad empeoraba, se hicieron repetitivos. Sin embargo nunca fue detenido por un delito grave.
En agosto, tras abofetear a un hombre en Queens, fue llevado a Rikers Island. Y un mes después estaba muerto.
Tracy Johnson, su madre, dice que la fianza de su hijo era mínima: 1 dólar, pero que aunque había intentado pagarla, no pudo, debido a que si bien fue detenido en Queens, tenía una orden judicial en Nueva Jersey, donde probablemente lo habrían llevado sdespués de que se resolvieran sus cargos en Nueva York.
La señora Johnson también asegura que algunos reclusos han dicho que Esias se había estado quejando de dolor de estómago durante varios días. “Los reclusos dijeron que había estado gritando toda la noche pidiendo ayuda y, cuando llegó la última mañana, no pudo levantarse de la cama. Ya nunca se levantó de la cama para desayunar ".
El New York Daily News informó que la muerte podría haberse debido a una sobredosis, algo que la familia de Johnson disputa.
"Creo que pusieron una sobredosis de drogas para encubrir que no lo estaban cuidando ni ayudando", dijo Tracy Johnson, toda vez que explicó que su hijo tenía síndrome de Asperger y ansiedad social.
Johnson fue la décima persona que murió en Rikers Island, de diez que ya han muerto doce personas en lo que va del año. La situación del complejo penitenciario más grande del país es alarmante pues su grave escases de personal de emergencia, ha llevado a la isla a sufrir condiciones inhumanas, falta de atención médica y de cuidados de salud mental.
Al pensar en la situación de su hijo, Johnson dice: "Quería ser amado como amaba a todos los demás, pero el mundo no le ofrecía eso", dijo Johnson sobre su hijo. "Para el mundo era alguien raro y extraño".
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